domingo, 3 de junio de 2012

Asturias: Igualdad de salmones al año pasado pero con mas días

 
 
Un pescador observa el paso de unas canoas, ayer, en el Sella
 
 
Los números que arroja la presente temporada de la pesca del salmón en los ríos asturianos no son demasiado halagüeños. Cuando han transcurrido casi dos meses y medio desde que se abrió la veda, el pasado 18 de marzo, el balance asciende a 535 ejemplares. Si se establece como comparativa los datos de 2011, año en el que la campaña comenzó casi mes y medio después, el 1 de mayo, los números son similares, aunque algo inferiores, pero evidentemente en espacios de tiempo muy distintos.
 
De todas formas, el único río que presenta un balance aceptable es el Narcea, con 219 capturas por las 183 de hace ahora un año. Su cuenca, al menos ofrece un buen futuro de mayor estabilidad para la preciada especie. Sin embargo, el Sella debería alcanzar como mínimo a estas alturas de la temporada unos 200 ejemplares, pero ha dado 173 salmones. El año pasado en estas fechas sumaba ya 229 para concluir el ejercicio con 340.
 
Pero aún es peor el saldo en el resto de las zonas fluviales salmoneras. Los resultados del Cares, con casi la mitad menos que en 2011, unidos a los del Eo y el Esva, también menores al ejercicio anterior, son ríos que precisarían un periodo de veda, en opinión de los más proteccionistas.
 
La entrada de los denominados mayucos (salmones de un año) ha sido más bien escasa durante el pasado mes de mayo, por lo que la campaña, cuando prácticamente sólo queda mes y medio de la misma, podría maquillarse si retornan al río los llamados 'añales' o 'monos', que suelen aparecer en el mes de junio. Si se produce este hecho podrían superarse, en teoría, según los cálculos, las 700 capturas, aunque no dejaría de ser una campaña un tanto irregular.
 
En 2011, la entrada de estos pequeños salmones en junio fue masiva. Hubo jornadas, en la que se precintaron cerca de 100 salmones -concretamente 88 el 3 de junio-, pero el dato se relativiza si se tiene en cuenta que la campaña llevaba abierta poco más de un mes, con el añadido de dos días de descanso, la inclusión de cotos parciales y limitación de cebos.
 
El año pasado se controlaron 1.044 salmones y, salvo los dos años anteriores, en los que las restricciones y las riadas de junio redujeron las capturas de forma drástica, en las dos últimas décadas sólo hubo dos temporadas con peores datos: las de 1997 y 1998. Pero los números actuales distan mucho de los de anteriores décadas cuando las cifras eran de 6.496 ejemplares, con 2.781 en el Sella y 1.298 en el Narcea.
 
El dato verdaderamente preocupante en la actualidad es que se están pescando muchos salmones de primavera, los que oscilan entre 4 y 5 kilos de peso, especialmente en el Narcea, la cuenca en la que más abundan. Y es que estos ejemplares son claves para la reproducción, por lo que su desaparición no invita precisamente al optimismo de cara al futuro de los salmónidos. Los científicos estiman que en cada río deberían de quedar unas 300 parejas de reproductores, que garanticen posteriormente el ciclo de la especie.
 
Con vistas al próximo año y tras el reciente cambio de Gobierno en Asturias, todo parece indicar que la normativa volverá a ser proteccionista, como las de 2010 y 2011, con menos días de pesca, cotos parciales e implantación de cebos, entre otras modificaciones. El Consejo de Pesca decidirá.
 
 

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