martes, 17 de septiembre de 2013

«Relaxing cup» de los políticos gallegos





Diego Calvo, presidente de la Diputación de A Coruña, podría emular perfectamente a Ana Botella en la presentación que hizo en Buenos Aires para defender la candidatura olímpica de Madrid 2020. En algún acto institucional se vio en la tesitura de pronunciar un discurso en inglés, leído, eso sí, porque se sincera y admite que no lo maneja con fluidez. Esa capacidad solo les está reservada a 13 de los 100 políticos gallegos de la primera fila, entre los que se cuentan los 75 diputados autonómicos, junto a conselleiros, presidentes de las cuatro diputaciones y alcaldes de las doce localidades más pobladas.

Tampoco el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, oculta que tiene una espinita clavada con este asunto por no haber tenido la oportunidad de aprender la lengua de Shakespeare. Su nivel lo desveló el pasado mes de mayo, cuando anunció la concesión de la medalla Castelo a Carlos Núñez y al grupo irlandés The Chieftains, que en su boca se convirtieron en «De Tis-Chs-Tein».

Entre los populares hay cuatro que hablan inglés con corrección. El ramalazo anglófono de José Manuel Baltar, el presidente de la Diputación de Ourense, es de sobra conocido. Descubrió este idioma con las letras de The Beatles y frecuentes estancias en el Reino Unido y en los Estados Unidos, países a los que acostumbra a viajar cuando tiene oportunidad.

En la capital británica también se soltó a hablar Pedro Puy Fraga, portavoz parlamentario del PP, en los trabajos que se buscó en su época de estudiante, antes de la inmersión que hizo en la George Mason University, próxima a Washington.

También el exconselleiro Javier Guerra se expresa bien en inglés, aparte de manejar con corrección otros idiomas diferentes al gallego, al igual que su compañero de escaño Javier Dorado, que lo aprendió con algunas estancias fuera del país, los foros internacionales de Nuevas Generaciones, algo a lo que contribuyó la convivencia con una traductora jurado de inglés. Diputados populares como Marisol Piñeiro, Carmen Pardo, Gonzalo Trenor o Marta Rodríguez Arias también pueden conversar en inglés, facultad que se le mermó a Pedro Arias, si bien acostumbra a leer de forma habitual el Financial Times.

En el PSdeG, Pachi Vázquez habla cinco lenguas, pero no inglés. Besteiro toma clases semanales de inglés con un profesor nativo desde hace un año y es capaz de llevar una conversación. Esa habilidad la tiene engrasada el portavoz parlamentario, Abel Losada, así como el exministro Francisco Caamaño.

En el grupo AGE, Xosé Manuel Beiras es el más políglota. Estudió en Londres, aunque admite que el inglés lo tiene un poco «enferruxado» y en sus conversaciones suele intercalar expresiones francófonas. También David Fernández Calviño maneja el inglés, como admite hacerlo el lucense Ramón Vázquez.

«Deféndome». Es lo que dice el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, cuando es interpelado por su nivel de inglés, que también conoce Carme Adán. El resto del grupo le da al gallego. Tereixa Paz, criada en Suiza, habla también alemán y francés.


  

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