sábado, 15 de noviembre de 2014
Un nuevo cierre cautelar, el de la raya, exaspera a la flota de bajura
Un nuevo cierre, el enésimo este año, ha sacado de sus casillas a la flota de artes menores, que de un tiempo a esta parte está sufriendo como nunca antes la política de TAC (totales admisibles de captura) y cuotas. En esta ocasión, la especie prohibida cautelarmente es la raya, y los motivos esgrimidos por el Ministerio de Agricultura para aplicar la veda es que se ha agotado la cuota que había para las aguas ibéricas. En Galicia no se puede pescar ni en la parte del Atlántico, ni en la del Cantábrico. «Nós nin sabiamos que a raia tiña TAC», comenta indignado el patrón mayor de Fisterra, Manuel Martínez Escarís. Y no lo sabían porque nunca antes habían tenido un cierre para esta especie. Martínez Escarís subraya lo inoportuno de la prohibición, justo cuando el lunes arranca entre el cabo Corrubedo y Estaca de Bares la campaña de la centolla, en la que suelen venir enmalladas, junto al crustáceo, alguna que otra raya en los miños que se emplean para su captura. «Agora que facía falta, cando podías gañar catro pesos porque se vende a 4 ou 5 euros o quilo, tela que tirar porque non hai cuota», argumenta para hilar su crítica a los encargados de legislar que nunca han estado a pie de muelle.
Los miños figuran en el pérmex (permiso de explotación) de 962 embarcaciones. Fisterra, Laxe, Burela, Cambados, Ribeira, O Grove y, por supuesto, Vigo -donde se suman las que llegan de la bajura de Gran Sol y de la NAFO- son puertos importantes en descarga de raya y que, en mayor o menor medida, van a notar la falta de la especie en la recta final de año.
Si el cierre de la raya para la bajura es inédito, tampoco son habituales otras prohibiciones como las que han sufrido este año, como la de la bertorella, la brótola, el abadejo... Por eso las artes menores sospechan que ese agotamiento de cuota no es tal y que los datos estén viciados por los peces de papel, como se conoce a la práctica que consiste en declarar la captura y descarga de una especie, cuando en realidad se trata de otra.
Así, por raya se habrían hecho pasar en los puertos merluzas, xardas o cualquier otra especie con problemas de escasez de cuota. Claro que al generalizarse esa práctica se corre el riesgo de agotar la que se utiliza para blanquear. Y eso es lo que, según denuncian, habría pasado: «¿Onde vai toda a raia que lle falta a artes menores?», reflexiona Martínez Escarís. Para este año, España disponía de un TAC de 1.057 toneladas de raya para pescar en aguas ibéricas. En Galicia, figuran descargas por 1.078 toneladas.
Desde hace tiempo que los marineros de Fisterra no hacen más que devolver al mar las capturas de dos especies de raya, la tipo mosaico y la blanca, cuya captura está prohibida por estar protegidas. «Haberá poucas, pero aos mariñeiros de aquí, venlle a tutiplén», dice el patrón mayor. Por eso han pedido a Bruselas que se les permita poder aprovechar alguna: «Nin sequera se dignaron a contestar».
Fuente: La Voz de Galicia
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