miércoles, 12 de octubre de 2011

Emalcsa impondrá restricciones de agua si no llueve de forma continua antes de un mes

La hucha del agua de los coruñeses está o medio llena o medio vacía. Medio llena si el 49% de la capacidad que tiene Cecebre se compara con el porcentaje de otros embalses. Medio vacía si se explica que, si no llueve en condiciones en los próximos treinta días, Emalcsa tendrá que llamar a los municipios de la comarca para empezar a ahorrar en el suministro, inicialmente, solo en los usos públicos de la traída. Las restricciones en el consumo doméstico se darían únicamente si la cota decreciese hasta el 25%. Desde que existe Cecebre no se ha dado el caso. Solo en la sequía de 2007 se registraron porcentajes de volumen por debajo del 40%

Cecebre quiere lluvia en menos de un mes. Y no cuatro gotas contadas. La escasez de aguaceros de este año y, concretamente, del inicio del otoño, hace estar alerta a Emalcsa, que constata cómo la capacidad del embalse, que suministra a la ciudad y al área metropolitana, ha bajado hasta el 49%. Aunque la situación no es todavía preocupante y es mucho mejor que en otros puntos de Galicia y de España, la empresa señala que ha de llover en el plazo de treinta días para no tener que iniciar un plan de restricciones en el consumo.

No vale con que llueva dos o tres días. El director general de la Empresa Municipal de Aguas de A Coruña (Emalcsa), Jaime Castiñeira, analiza que el terreno está seco y eso no afectaría al embalse. "Tiene que ser bastantes días, una semana, para que los ríos se recuperen y aporten agua", indica el responsable de la entidad que aclara que no hay que encender todavía las alarmas: "Ya querrían muchos estar como estamos nosotros".

El protocolo de Emalcsa define que no hay que tomar medidas hasta que las aguas de Cecebre bajen más del 40%. Calculan que eso pasaría en aproximadamente un mes si el otoño sigue remoloneando y el reverano que se está disfrutando en las últimas semanas se prolonga más de lo habitual.

En 2010, a la misma altura de octubre, el embalse lucía un 70% de su capacidad frente al 49% de 2011, afectado por la prolongación de la seca desde el mes de mayo hasta hoy.

Castiñeira añade que hay una cuestión regulada que también ha influido. Hasta marzo o abril, la norma dicta que no se puede pasar de una cota determinada para que no haya problemas de anegaciones y no es hasta mayo que se empiezan a cerrar las compuertas para llenar el embalse. La circunstancia es que, según comenta el director general, no llovió ni en marzo ni en abril y los ríos Mero y Barcés -que abastecen la presa coruñesa- no llevaban agua suficiente para el aporte normal. La consecuencia, "no se comenzó el verano con la cota más alta".

El plan de restricciones en el suministro, sin embargo, no se activa hasta que, "más o menos", el porcentaje de volumen ocupado sea inferior al 40%. En ese momento, según avanza Jaime Castiñeira, Emalcsa iniciaría una ronda de llamadas para ponerse en contacto con el Ayuntamiento de A Coruña y los municipios limítrofes para poner en marcha un plan de ahorro en el suministro.

El protocolo comienza siempre por los usos públicos del agua en grandes cantidades, como el riego de zonas públicas o el baldeo de las calles, pero no por el consumo doméstico.

Solo si el agua de Cecebre decreciese hasta el 25% de la capacidad de la presa, habría que tomar este tipo de medidas. Nunca en la historia de la ciudad y de la comarca se ha llegado a tal nivel. En la sequía de 2007, la última importante registrada, el porcentaje descendió hasta el 38%. "Era enero y todavía no había llovido", rememora Castiñeira, que se reconoce como una de las pocas personas que mira al cielo de la ciudad esperando a que se vaya el anticiclón que ha echado raíces en el mapa de isobaras.

Para empezar y no tener que llegar a esos límites, Emalcsa recomienda a todos aquellos que tengan jardines en la ciudad o el área metropolitana, que no abusen del riego, puesto que, a entender de la entidad, la humedad es suficiente para mantenerlos sanos. Aún así, Castiñeira revela que los consumidores de A Coruña son ahorradores y el gasto de agua ha bajado por debajo de los 140 litros por día y habitante.

Por el momento, los deseos de Emalcsa para que Cecebre no baje más de lo deseable no se van a cumplir porque, al menos la próxima semana, las lluvias rehuirán los cielos coruñeses, según informan desde MeteoGalicia.

En su departamento de Climatología señalan que solo se registró lluvia una jornada. Fue el día 6 de octubre, cuando se acumularon unos irrisorios 0,2 litros por metro cuadrado, un nivel "prácticamente cero, casi de rocío". Para que en 2011 se alcanzasen los valores normales para un mes de octubre en la ciudad tendría que llover entre 81 y 107 litros por metro cuadrado, algo que, a día de hoy, parece difícil de alcanzar.

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