miércoles, 7 de diciembre de 2011

Siete toneladas para incinerar


Los operarios municipales se hicieron cargo de los restos de
 la ballena de la familia rorcual que estaba en la playa de O Vao

Apestaba. El cadáver de la cría de rorcual en estado de putrefacción que apareció en la ría el lunes fue trasladado ayer por la mañana para evitar infecciones en la playa de O Vao. Los restos del cetáceo, de siete metros de longitud y otros tantos de peso, fueron arrastrados ayer a la una y media de la madrugada hasta la mitad del arenal. Los dejaron varado en la arena para evitar que el oleaje los volviese a arrojar al agua. El mamífero fue avistado por los miembros de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Acuáticos el viernes por la tarde. La remolcaron hasta la playa de O Vao y allí los miembros de Protección Civil se hicieron cargo de él y lo arrastraron hacia tierra cuando la pleamar permitió realizar con éxito los esfuerzos de la cordada. Unos seis miembros del equipo de emergencias de Protección Civil llevaron a cabo estos trabajos provistos de grandes sogas y de dos todoterrenos dotados con focos que introdujeron en la arena para iluminar el animal y poder tirar de él.

La ballena siguió durante toda la noche en la playa, descomponiéndose. En teoría iban a retirarla sobre las seis de la mañana pero los trabajos se demoraron hasta pasadas las diez. Dos palas excavadoras acudieron al arenal para cargar los restos del cetáceo en un camión. El proceso fue vigilado y dirigido por agentes de la Unidad de Medio Ambiente de la Policía local.

Una vez cargada en el camión la ballena fue trasladada al antiguo vertedero del Zondal para evitar que se acercasen curiosos y eliminar un foco de infección en la playa. «Se llevó al Zondal de modo provisional porque no vive nadie alrededor y había que esperar para traladarla de Vigo», señalaron fuentes policiales.

Desde el antiguo vertedero que se encuentra clausurado hace años, los restos del cetáceo muerto serán transportados a la planta de basuras de Sogama, donde serán incinerados.

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