La Guardia Civil ha imputado a dos pescadores furtivos un delito contra la ley de pesca tras tener conocimiento de que en el lugar de Ponte Areas, en la zona limítrofe entre Guntín y de O Corgo (Lugo), supuestamente actuaban con asiduidad y esquilmaban la pesca de la zona empleando para ello redes de grandes dimensiones y otros tipos de utensilios como sedales durmientes. Están acusados de pescar especies no protegidas sin permiso del titular del coto y otro por emplear medios de pesca no selectivos.
Así, el Instituto Armado abrió un operativo en la zona de actuación con el fin de lograr un dominio de las diferentes rutas de acceso al lugar, tanto a pie como desde un vehículo, iniciándose la operación en la madrugada del domingo, al ser las horas mas propicias de actuación por parte de los presuntos autores.
Finalmente a las 7.00 horas se localizó en el Río Miño, a la altura de la desembocadura del Neira, a dos personas en una embarcación, y los agentes comprobaron que recogían una red de pesca y diferentes cuerdas con anzuelos. Una vez recogidas dichas artes se dirigieron a la orilla del río donde introdujeron el material y las piezas capturadas en un turismo.
De este modo, los agentes procedieron a identificar a los ocupantes del vehículo, y comprobaron que en el maletero llevaban una red de pesca de 50 metros de longitud con sus boyas y pesas de plomo, 103 ciprínidos de distintas medias y 11 truchas y en el asiento trasero cuatro maderas de corcho con cuerda de nylon con 7, 9,5 y 8 anzuelos y dos capazos de caucho de color amarillo.
Los guardias intervinieron, asimismo, la barca de madera, que quedó depositada a disposición judicial en poder de uno de los imputados.
Los imputados son J.J.L.F., de 44 años y vecino de Lugo, y M.F.D., de 59 años y vecino de Barcelona, considerados presuntos autores de dos delitos, uno por pescar especies no protegidas sin permiso del titular del coto y otro por emplear medios de pesca no selectivos.
Ambos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción Número 2 de Lugo, mientras que el pescado intervenido fue entregado a las Hermanitas de los ancianos desamparados del asilo de San Roque.
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