Investigadores y médicos alertaron sobre el aumento en el nivel de parásitos como el anisakis, que viven alojados en las vísceras de peces como la merluza del Cantábrico, el bonito grande y las sardinas.
Tanto en la merluza como en el bonito grande, la presencia del anisakis ha aumentado entre un 80 a 100%, mientras que en la sardina el índice no supera el 50%. Ante esta situación, los expertos aconsejan que deben cocinarse muy bien o congelarse a menos 20º para evitar intoxicaciones.
Esta necesidad de congelar los pescados en las primeras 24 horas para consumirlos afecta a los restaurantes que lo sirven crudo en sus platos. Por lo cual hay que prestar mucha atención en el consumo de anchoa, por ejemplo, que en su mayoría se sirve en encurtidos o cocinada en marinados de aceite.
El estudio arrojó que este aumento se evidencia en casi todos los pescados comercializados en el mercado, arrojando índices alarmantes en las especies antes nombradas, pero también en el chicharro, el lirio grande, el verdel, la anchoa y el gallo grande.
Ante un cuadro de infección con el parásito, los expertos anunciaron que los síntomas son similares a los de una gastroenteritis fuerte, son dolores agudos pero que no se mantiene en el tiempo.
Para el cuadro alérgico, anunciaron que puede derivar en un shock anafiláctico, con urticaria, edemas faciales, vómitos y espasmos musculares. Ante cualquier situación, los expertos recomiendan la consulta médica pertinente.
buff da miedo comerse las capturas!!
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