Un documento
del Servicio Nacional de Pesquerías Marinas (NMFS) establece que tres
plaguicidas organofosforados ampliamente utilizados en Estados Unidos ponen en
peligro la supervivencia y recuperación del salmón en peligro y de las orcas.
La opinión
biológica del NMFS, difundida esta semana por la organización Earthjustice, es
parte de un plazo establecido por la Justicia para que el organismo federal
determinara la amenaza que representan para el salmón los pesticidas
agrícolas clorpirifos, malatión y diazinón.
Al
determinar que estos productos organofosforados ponen en peligro la
supervivencia del salmón, la opinión biológica ofrece tres opciones de medidas
de protección para evitar ese resultado, que incluyen la creación de zonas de
amortiguamiento (buffer zones), tecnologías para reducir la pulverización y
programas de administración de plaguicidas.
En
referencia a dicho informe, Patti Goldman, abogada en Earthjustice, recalcó que
la ciencia ha demostrado que estos pesticidas son altamente peligrosos tanto
para las especies como para las personas.
La ONG
recuerda que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) se negó a prohibir el
clorpirifos en 2017, "a pesar de la abrumadora evidencia que muestra
que el pesticida daña a los niños, a los trabajadores y al medioambiente".
Este pesticida, considerado uno los más tóxicos, se usa en cítricos, nueces y
frutales, y causa, entre otras cosas, problemas dedesarrollo neurológico en los
niños.
En cuanto al
malatión, que se utiliza ampliamente en los EE.UU. para la alfalfa, algodón,
arroz, trigo y otros cultivos alimentarios, se ha demostrado que causa
anomalías en el crecimiento de los peces que resultan expuestos al plaguicida.
El diazinos,
por su parte, se aplica en arroz, árboles frutales, caña de azúcar, maíz,
patatas y plantas hortícolas.
La
investigación sobre el uso y las consecuencias de estos plaguicidas debía ser
entregada por el NMFS antes del 31 de diciembre de 2017. Dow AgroSciences
quería que las agencias dejaran de investigar en abril pasado, mientras que la
Administración Trump solicitó a los tribunales que otorgaran a las organismos
federales involucrados una prórroga de dos años, manteniendo 2017 como fecha
límite.
Glen Spain,
director regional del Noroeste de la Federación de Asociaciones de Pescadores
de la Costa del Pacífico, hizo hincapié en la importancia de que las agencias
continúen con su trabajo para aliviar el salmón de esos pesticidas tóxicos.
Según
Earthjustice, la inacción del Gobierno federal podría tener como resultado un
alto riesgo económico y la pérdida de miles de empleos. La ONG señala que
estudios económicos independientes mostraron que a fines de la década de 1980,
la pesca de salmón y trucha arco iris en Oregón, Washington, Idaho y el norte
de California produjo más de USD 1.250 millones para la economía regional y
apoyó a más de 62.000 empleos que servían de sustento familiar.
Fuente: fis.com
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