domingo, 3 de agosto de 2014

Así se transporta un tiburón ballena muerto







Una imagen curiosa se asomó hace dos días a las páginas de la prensa china. Es la fotografía de un pescador que transportaba de una manera curiosa un tiburón ballena de cinco metros y dos toneladas que cayó en sus redes en Yangzhi, en la provincia de de Fujian.



Fuente: La Voz de Galicia

La temporada del salmón en el río Ulla finaliza con el cupo de cincuenta capturas







La temporada de pesca de salmón en los ríos gallegos finalizó oficialmente el pasado día 31 de julio. En el caso del río Ulla sin embargo, la temporada ya había bajado el telón el 24 de junio, fecha en la que se completó el cupo de cincuenta salmones concedido este año para los tres cotos salmoneros de la zona. El cupo original autorizado por la Xunta de Galicia era de cuarenta ejemplares, lo que ya duplicaba los veinte salmones capturados en 2013. Sin embargo, el ritmo de capturas y la buena salud de la población llevaron a la consellería a ampliar el cupo máximo hasta los cincuenta ejemplares.

Los datos de esta temporada muestran la buena salud del río Ulla en la cría de salmones. El cupo rápidamente alcanzado iguala los salmones pescados en el año 2008. Se trata de los dos mejores años en cuanto a capturas desde el año 1988, en el que se pescaron 62 ejemplares. A partir de ese año la pesca de salmones en el Ulla entró por un declive, con varios años en los que no hubo capturas.

Por cotos, Ximonde se ha mostrado como el más generoso del Ulla. En él cayeron más de la mitad de los ejemplares capturados, un total de 26. En Sinde se pescaron un total de 21. Destacaron y alegraron sin embargo los tres que se lograron capturar en el coto de Couso, que representan todo un récord teniendo en cuenta que hacía más de una década que dicho coto no dejaba capturas. Por puestos, en Ximonde los mejores fueron los de Penedo Redondo, Venezuela y Reboredo, mientras que en Sinde destacaron los de A Praia y O Carballo. En Couso el mejor fue el conocido como A Croeira.

Según las estadísticas que deja la buena temporada de salmón del 2014, en el mes de mayo se capturaron 37 ejemplares, mientras que en junio cayeron los 13 restantes. La mayor parte de los salmones pescados eran salvajes y entre ellos había más hembras que machos. El cebo más utilizado fue la cucharilla, seguido de la lombriz y el cebo mixto de lombriz y quisquilla.

El codiciado "campanu" -primer ejemplar de la temporada de pesca del salmón en el río Ulla- cayó a las 10.30 horas de día 1 de mayo en el coto estradense de Ximonde ante un principiante en este tipo de ejemplar. Lo capturó el cuntiense Marcos Castro Ferreira, de 31 años, en el puesto de Venezuela. Castro -que capturó truchas en otras ocasiones pero nunca salmón- llegó al río en torno a las 7.30. Tras tres horas de lucha con unas aguas que estaban "impracticables" logró su primer salmón y el "campanu" de la temporada en el Ulla. "El río estaba muy alto por eso se tardó tanto en pescar, sino seguro que caía antes", afirmó. Logró un pez rey de repoblación de 6,290 kilos y 82 centímetros. La segunda pieza fue para el pontevedrés José Antonio Vinuesa Teba.



Fuente: Faro de Vigo

sábado, 2 de agosto de 2014

Un equipo de buzos limpiará los fondos del río Lérez de la basura arrastrada por las crecidas







Alrededor de 7.000 euros al día. Es lo que cuesta alquilar un equipo de submarinistas para rastrear el fondo del río Lérez y retirar la basura que a lo largo de los años se ha acumulado en el cauce. Por eso, solo serán tres días de trabajo, pero se confía en que permitan eliminar vallas, neumáticos, ramas y troncos sumergidos y otros muchos elementos que se en las aguas del tramo urbano del río, tanto por las acciones vandálicas como por los arrastres de las crecidas. Esta labor se llevará a cabo la próxima semana, los días 5, 6 y 7 de agosto, fechas elegidas en una reciente reunión entre la empresa de submarinistas contratada por el Concello y las adjudicatarias de agua y basuras, que colaborarán en el operativo.

Esta limpieza se llevará a cabo entre el puente del ferrocarril, al lado de la playa fluvial, y el de A Barca, y también está previsto intervenir en el río Rons. Los técnicos municipales ya han realizado en las últimas semanas un rastreo del río, desde la superficie, para localizar el mayor número de elementos posibles, con el fin de agilizar los trabajos de retirada. Sin embargo, es más que probable que exista mucha basura oculta por el lodo del fondo del Lérez que se ve desde la superficie y esa será una de las tareas más arduas de los submarinistas.

En principio estaba previsto desarrollar estos trabajos a finales de julio, pero se optó por su traslado a la primera semana de agosto después de estudiar las mareas, que influyen en el río hasta los Salones de Monte Porreiro. Los técnicos concluyeron que en esos días son las más propicios para los trabajos previstos, sí bien aún falta fijar las horas exactas en las que los submarinistas supervisarán los fondos del Lérez.

Este tipo de limpieza, que no es en absoluto el dragado que se reclama desde hace años, no se efectúa desde hace una década, ya que la última vez que unos buzos retiraron basura del río fue en 2005. De hecho, al año siguiente, en 2006, se produjeron unas graves crecidas y riadas que volvieron a cargar el cauce de material de arrastre, una situación que se agravó aún más entre diciembre de 2013 y febrero de este año, cuando volvieron a registrarse inundaciones y daños en todo el municipio que el Concello llegó a cifrar en unos 5 millones de euros solo en bienes públicos. A raíz de esas riadas, la acumulación de materiales se multiplicó, agravado por la gran presencia de lodos y la sedimentación de los arrastres.

Con estos trabajos se pretende paliar en parte ese mal estado y forman parte, según el Concello, son una de las primeras actuaciones recogidas en el Observatorio de la Calidad Urbana presentada hace un año por el gobierno local, y cuyo objetivo es conseguir la mayor cantidad de información sobre la situación de la calidad urbana y su evolución.

Fuente: Faro de vigo

´He pescado todos los peces que hay en las rías y ríos gallegos; no se salvó ni uno´








Jesús Maquieira Filgueira, nacido el 7 de noviembre de 1925 en la Calle Real de Pontevedra. Tiene 88 años y es el propietario de una tienda de artículos de pesca en la plaza de España, además es un gran aficionado y practicante de la pesca deportiva.

El empresario y aficionado a la pesca deportiva, Jesús Maquieira, recibirá el próximo día 9 de agosto el premio "Amigos de Pontevedra" por su contribución al engrandecimiento de la ciudad.

-Le conceden el premio "Amigos de Pontevedra, ¿qué le parece?
-Bueno, si es que tengo motivos para que me lo concedan bienvenido sea. Creo que ha sido porque he dedicado toda una vida a la pesca y tengo pescado todos los peces que hay en las rías y ríos gallegos. Todos; no se salvó ni uno.

-Se le otorga a personas que han contribuido al engrandecimiento de la ciudad, ¿cómo cree usted que colaborado en esa labor?

-Fui pionero en la pesca de río y de mar y he pescado todos los peces que hay. Creo que, aunque la vida que voy a vivir ya es corta, tengo en la mente seguir explicándole a la gente joven lo que es la pesca. Siendo aficionado a la pesca, que es un deporte que impone todos los ratos libres de los que puedes disponer, yo, fuera del comercio y de la familia, los ratos libres los dediqué, en verano y invierno, a la pesca, unas veces en el río y otras en el mar.

-¿En qué ríos solía pescar usted?

-En España, en los ríos gallegos y asturianos; y fuera, pesqué durante 12 años salmones en los ríos de Irlanda. En Pontevedra, el río en el que más pesqué fue el Ulla, en la zona de A Estrada. El río Ulla tiene las condiciones ideales para la pesca del salmón, que es lo que más capturaba, aunque también cogía truchas.


-¿Sigue practicando la pesca?

-Este año fui a ver a los pescadores pescando Salmón, fui hasta allí a recordar tiempos. Mi afición a la pesca nació a orillas del puente de O Burgo, tenía ocho años, pescaba las anguilas y en aquel tiempo no había sedales y pescaba con cordel del fogueteiro, con el que lanzan las bombas, con ese cordel y un anzuelo empecé yo a pescar. Desde ahí, después pesqué ya todos los peces, durante 60 o 70 años.

-¿Cómo está la situación de la pesca ahora en el río Lérez?

-Yo llevo años diciendo que la trucha autóctona gallega está en vías de desaparecer. Cada año se pesca menos, la trucha autóctona se ha perdido. Dicen que puede deberse a la contaminación, hay mucho insecticida, herbicida, mineral? que van al río. Pero para mí eso no es suficiente. Para mí es que la pesca está masificada: uno pesca tres o cuatro truchas, otro otras tantas? y como somos muchos pescadores y sacamos aquellas que van a desovar, para el año hay menos truchas. Eso es muy importante, pero ¿quien le va a prohibir a una persona que vaya de pesca? Yo creo que se ejerce una presión muy grande por parte de los pescadores, puede que no sea la causa, pero ayuda. Los ríos cambiaron mucho y no tienen solución. O se deja de pescar o nada, porque no se recupera a la velocidad que lo exterminamos. Cogemos más que las que repoblamos.

-En tantos años de pesca habrá vivido historias increíbles, ¿recuerda alguna en especial?

-Yo tengo la máxima: 112 truchas pescadas en un día. Si digo los ríos no se lo va a creer nadie, hay tres ríos en Poio pues en un día de pesca pesqué 112 truchas. Llegué con el cesto a una taberna de un amigo mío y me preguntó cuantas truchas llevaba, yo le dije: hay 100. Me pidió que le dejara doce y le dije: "no, estas van para casa, pero espera un momento y verás". Bajé al río otra vez y le pesqué doce más. En otra ocasión salí de Sanxenxo en un barco y fuimos por la costa hasta Fisterra, un sábado; y el domingo, vinimos de vuelta con 80 kilos de lubinas pescadas con caña, entre ellas una de 4,5 kilos.

-¿Sigue habiendo afición por la pesca en Pontevedra?

-Sigue habiendo mucha afición en Pontevedra, y no hay más porque escasea la pesca. Yo mantengo la misma afición que el primer día, lo que pasa que ya no me lo permiten las facultades físicas, pero yo estoy aquí en la tienda y cada vez que viene un pescador y me conoce, entablamos unas conversaciones que son una delicia.

-Este premio reconoce también su labor como empresario.

-Yo llevo 60 años detrás del mostrador. Antes tuve un comercio en la calle Real de loza y cristal y artículos de pesca. Después me trasladé aquí para abrir esto, dedicada única y exclusivamente para pescar. En aquella época fue la primera tienda, era los principios de la pesca de río y venían desde Ponte Caldelas, Lalín, A Estrada, Bueu, Cangas? siempre tenía el comercio lleno de pescadores. En la plaza de España llevo 34 años y, antes, en la Calle Real otros 30 más.

-¿Cuál es el truco para mantener una empresa abierta durante tantos años en esta época?

-Lo importante es que lo que ofrezcas sepas ofrecerlo. Y si eres pescador, con más razón, porque le dices donde, cómo y cuándo y lo que deben hacer. Eso es primordial, porque el que empieza quiere saber cómo va a pescar. Los que se sientan en un muelle con una caña y una silla, eso no es un pescador. El pescador bueno, y sobre todo de río, tiene que andar, lo mismo anda 3,4 o 6 kilómetros diarios, tirando en varios sitios.

-¿En estos 60 años, ha tenido algún cliente ilustre?

-Cuando era presidente Luis Rocafort, era aficionado a la pesca y venía aquí al comercio. También un gobernador civil de la provincia, Sama, que era de Zaragoza, hizo una amistad grande conmigo porque era pescador.

-En los últimos años Pontevedra ha cambiado mucho. Como pontevedrés, ¿qué opinión tiene de la ciudad ahora?

-Ahora la ciudad me gusta más, pero eso no quiere decir que no me haya gustado antes. Había un dicho que decía: Santiago reza, Vigo trabaja, Pontevedra duerme y A Coruña se divierte. Pontevedra antes no era nada. Hoy sí, porque lo bueno que tiene es que es pequeña, pero tiene una población muy importante en el verano, porque los que van a A Toxa para en Pontevedra, los que van a Vigo, paran en Pontevedra.


Fuente: Faro de Vigo

Contaminación crónica en el río de O Con







El estado del río de O Con es causa de muchos quebraderos de cabeza en Vilagarcía desde hace décadas. Su paulatino deterioro preocupa a los expertos, aunque parece hallar pocas respuestas por parte de las instituciones. No obstante, las causas de su situación crítica suelen estar relacionadas con actitudes incívicas. Tal es el caso de los incendios que ocurrieron en el verano de 2006 y que propiciaron las inundaciones de noviembre de ese mismo año. Fernando Cobo, profesor de la Universidade de Santiago (USC) y responsable de la Estación de Hidrobioloxía do Con, ha participado en numerosos trabajos que evaluaron la salud del río y afirma con rotundidad que "el 60 o 70% del agua de lluvia que acaba aumentando el cauce de O Con se evaporaría si se mantuviese la masa arbórea en la cuenca fluvial".

La mayoría de los árboles se perdieron con los fuegos -casi todos intencionados- de 2006. Desde entonces se han plantado nuevos especímenes, pero, apunta Cobo Gradín, "la naturaleza trabaja a su ritmo y ocho años no son nada". Esto no quiere decir que la mano del hombre no pueda hacer más, al contrario. "Muchas de las pistas forestales han sido asfaltadas desde entonces. Hay muchas huertas de particulares pegadas al cauce. Al suelo cada vez le cuesta más transpirar y eso también afecta a la cuenca de O Con. Habría que plantar especies caducifolias cerca de la orilla".

Para el director de la Estación Hidrobioloxía de la USC, los planes que se están desarrollando principalmente desde Augas de Galicia, responsable del mantenimiento del cauce del río, no solucionarían el problema. "Ese 60% de agua seguirá yendo a parar al río aunque modifiquen el tramo urbano o la desembocadura. El problema de Augas de Galicia es que sus propuestas son meramente ingenieriles y tienen poco espíritu hidrobiológico. Nos hemos puesto en varias ocasiones a su disposición para colaborar en lo que fuese necesario, otra cosa es que cuenten con nosotros".

Cobo Gradín es partidario de una intervención "multidisciplinar que abarque todos los ámbitos y todas las fases de un río que es muy pequeño pero requiere de esfuerzos constantes y bien planificados para poder recuperarse". Se refiere a los problemas de contaminación que padece en todas las zonas, aunque especialmente en el tramo urbano y que ponen en grave peligro la supervivencia del escaso sistema biológico que sobrevive en O Con. Pero también a los efectos secundarios de aquellos incendios que continúan percibiéndose ocho años después. "En el embalse hemos comprobado la presencia de una gran cantidad de fósforo provocado por el arrastre de cenizas".

El diagnóstico del río de O Con ni es sencillo ni es cómodo. Al menos así lo confirma Fernando Cobo, que destaca la escasa naturalidad del ecosistema fluvial superviviente. "La contaminación de O Con es crónica. No se trata de episodios puntales, sino que, con mayor o menor virulencia se suceden en el tiempo".

También critica las actuaciones que convirtieron al último tramo del río en un "canal que lleva agua que carece de componentes ecológicos. El ecosistema desapareció. Si cualquier persona cierra los ojos y piensa en cómo es un río, los abre y observa la parte urbana de O Con, no se encontrará en absoluto lo que esperaba ver", ejemplifica.

Otro aspecto crítico y diferencial del río vilagarciano es su carácter "inmoderado. En verano tiene muy poco caudal, lo contrario que en invierno. Por su comportamiento es parecido a los ríos mediterráneos". Estas crecidas invernales quedaron ejemplificadas durante el mes de noviembre de 2006 con las inundaciones que anegaron todo el casco urbano vilagarciano. Cobo señala la ausencia de masa forestal en la cuenca del río como principal causa de las mismas.

La evidencia más clara del mal estado del río vilagarciano son los constantes vertidos en su tramo bajo. Sin embargo, Fernando Cobo explica que los problemas medioambientales van más allá y están erradicando prácticamente todas las especies y, por ende, borrando el ecosistema fluvial. "En un estudio que realizamos para la UNED constatamos la presencia de un gran porcentaje de metales pesados, como níquel, cobre y cromo". Proceden, comenta el experto, "de los vertidos industriales, que arrojan pintura y otras sustancias nocivas". Estos materiales se posan en el lecho del río y destruyen el sedimento natural, perjudicando gravemente a muchas especies que equilibraban el ecosistema. En apenas un lustro, la mayoría han desaparecido".

El responsable de la Estación Hidrobiolóxica asegura que "las pocas especies que sobreviven sufren un gran estrés metabólico para tratar de contrarrestar los efectos de la contaminación". Hoy en día, la parte próxima a la desembocadura de O Con está prácticamente monopolizada por los mújeles. "Antes había muchas anguilas, que son una especie protegida por su vulnerabilidad en los ríos gallegos, pero ya casi no se ven. Tampoco las truchas ni las lampreas y los espinosos, antaño muy comunes en O Con, han desaparecido por completo".

Pero Cobo Gradín argumenta que la presencia de metales pesados no es lo único que ha provocado este grave problema medioambiental. "Las limpiezas que se realizaron después de las inundaciones se realizaron sin fundamentos hidrobiológicos. Eliminaron unas algas filamentosas que los machos de los espinosos empleaban para depositar los huevos, lo que causó su desaparición". Sobre las aves de la zona urbana de O Con, el profesor es tajante: "son patos domésticos que no aportan nada al ecosistema".



Fuente: Faro de Vigo

Un vertido de purín obliga a cortar el agua a 3.000 vecinos de Muxía


Un vertido de purín en el río Negro dejó ayer sin agua de la traída municipal a los vecinos de tres parroquias de Muxía (la capital municipal, Moraime y Ozón), que suman unas 3.000 personas, aunque la mitad de ellas tienen abastecimiento propio. El alcalde cree que unos 1.500 turistas también se vieron afectados. El Concello cortó el suministro sobre las 10.00 de la mañana tras constatar que el líquido salía turbio. Pero ya antes el mal olor se había propagado por algunas zonas de la localidad. El gobierno local dio parte a la Policía Local y al Seprona. Algunos usuarios, alarmados, también llamaron a los agentes de la Guardia Civil.

El corte provocó molestias y daños a todos los usuarios, pero sobre todo a los locales de hostelería. Algunos, tuvieron que cerrar sus puertas, y otros, limitar sus servicios. También hubo alojamientos hosteleros que se vieron obligados a reorganizar las estancias de sus clientes. La coincidencia con uno de los momentos de mayor ocupación hotelera en un municipio turístico, especialmente en la zona costera, ha agravado la situación, y el enojo era patente entre los profesionales. El gobierno local colocó bandos por todos el municipio y advirtió en numerosos locales del peligro de consumir el agua que aún estaba en la tuberías, antes de realizar el vaciado completo.

Al mismo tiempo, los agentes localizaron el foco del vertido. Se trata de dos fincas anexas situadas en la parroquia de Moraime, a unos dos kilómetros de la depuradora, en las que se habrían vertido, el día anterior, tres cisternas de unos 14.000 litros de capacidad cada una. Debido a la situación del terreno, una gran parte de este líquido acabó directamente en el cauce fluvial.

Ayer por la mañana aún se veían los efectos sobre las leiras, además de una pista y las cunetas próximas. En el Concello estaban preocupados por la situación, ya que la previsión de lluvias acarrearía más desplazamientos de los purines en la misma zona. Una zanja podría ser la solución momentánea, aunque la medida aún se valoraba ayer por la tarde. El presunto autor de la acción se enfrenta ahora además a los cargos por un presunto delito medioambiental, como le imputaron los guardias, según fuentes de la investigación. Un vecino de la zona, que prefiere que no aparezca su identidad, contactó con la Redacción de La Voz para quejarse de este suceso y para recordar que no es la primera vez que pasa algo parecido en el cauce del río Negro, aunque tal vez no con tanta intensidad como en esta ocasión. Además, al ser verano y con el caudal bajo, los efectos son aún peores.

El alcalde de Muxía, Félix Porto Serantes, espera que este incidente sea al último de estas características, y confía en que se tomarán medidas para evitar que se repita, que pasan sobre todo por la concienciación medioambiental de los ganaderos. La práctica de liberar purines en los ríos ha ido a menos en los últimos lustros en la Costa da Morte y en otras zonas de Galicia, pero de vez en cuando se repiten estos episodios.







El vertido de purín en el río Negro, y el consiguiente corte del suministro a las parroquias de Muxía, Moraime y Ozón, obligó al Concello a tomar varios medidas de urgencias. La primera, el vaciado de los tres depósitos afectados: dos situados en Os Muíños (parroquia de Moraime, en la que se encuentra la depuradora de agua potable), de 280.000 y 300.000 litros, y el de la capital municipal (700.000). Los tres suman casi 1,3 millones de litros de los que no es fácil deshacerse de manera rápida, ya que requieren unos tiempos de descarga, lo que retrasa la recuperación del sistema. Y los bombeos posteriores para el llenado también son lentos: de media, doce horas para recuperar la situación anterior. Además, la depuradora también quedó afectada al tener que tratar los miles de litros contaminados. En todos los casos hubo que limpiar y descontaminar.

Para tratar de agilizar el proceso, el Concello -según explicó ayer el alcalde, Félix Porto- contrató cuatro camiones con cisternas de 25.000 litros de capacidad cada uno para llenar el depósito mayor, y al menos garantizar ya hoy el abastecimiento. Por la tarde, esperaba que sobre las 2.00 de la madrugada de ayer sábado a hoy domingo ya se pudiese ofrecer agua. Los camiones se nutren de la traída de la Mancomunidade Comarca de Fisterra, a la que pertenece Muxía. Porto también agradece la colaboración, en medios, del Concello de Camariñas.

Con esta medida, confía en que se pueda salvar este fin de semana, y ya el lunes restablecer la plena normalidad. El coste, dijo, será elevado, por los alquileres de los camiones y sus constantes viajes cargados de agua, que recuerdan imágenes de no hace muchos años durante la sequía en parroquias como Caberta.

Pero esta situación también ha supuesto un trastorno económico para numerosos vecinos y establecimientos. A ellos va emitido un bando dictado ayer, el segundo, tras el que advertía de la situación creada: «As persoas e establecementos aos que estes feitos xerarán danos económicos poden poñerse en contacto con este Concello a partir do luns, día 4, para realizar conxuntamente as oportunas reclamacións», señala el comunicado.



Fuente: La Voz de Galicia

viernes, 1 de agosto de 2014

Cuando nuestros ríos dicen basta






La contaminación de las aguas es uno de los mayores problemas ecológicos que se viven en la actualidad. A pesar de ser una problemática de nivel mundial, en la zona también se han vivido numerosos episodios de polución acuática. En el último caso, vecinos de los alrededores de Cercio denuncian el deterioro de un arroyo que fluye por esta zona y del que culpan al mal funcionamiento de varias depuradoras instaladas en su cauce. Por otra parte, el embalse de Portodemouros también ha sido motivo de queja, por la gran cantidad de basura que albergan sus márgenes en varios puntos.







La contaminación, en todas sus formas, es, junto con el cambio climático, el agotamiento de recursos naturales y la extinción y pérdida de biodiversidad, uno de los principales problemas a los que las actuales y venideras generaciones deberán enfrentarse. Y la contaminación del agua es, sin duda, uno de los problemas ambientales más serios. No obstante, la OMS (Organización Mundial de la Salud), estima que cada año dos millones de personas mueren en el mundo por enfermedades relacionadas con el agua en mal estado. Además, otros muchos millones no tienen acceso a agua potable. No es nuestro caso. Pero tampoco hay que ir muy lejos para comprobar que la contaminación del agua existe a nuestro alrededor. De esta forma, pocos son los ríos de la zona que se hallen totalmente sanos. El que más y el que menos ha sufrido en los últimos años degradaciones en forma de vertidos o de suciedad incontrolada. Sin ir más lejos, se pueden recordar casos de vertidos en el Asneiro, a su paso por Botos, o en el Deza, en Ponte Taboada, además de reiteradas denuncias por suciedad del cauce a la altura de Merza (Vila de Cruces), por ejemplo. Pero la problemática no cesa y, el estado de los cauces, lejos de mejorar, parece agravarse año a año.

 

 

 
 
El último río afectado ha sido el Río do Cello o Río de Portafixón. Este pequeño riachuelo nace en lo alto del Monte do Carrio y atraviesa las localidades lalinenses de Val do Carrio, Cercio, O Cello, Palio y Rodís. Vecinos de la zona, así como pescadores, han denunciado el deterioro que el pequeño arroyo viene sufriendo desde hace años y que achacan, sobre todo, a las tres depuradoras situadas en Cercio y Palio, que el pequeño cauce soporta en un margen de muy pocos kilómetros. En el río pueden verse franjas de agua turbia en pleno verano, así como espuma acumulada en ciertas zonas. En los lugares en los que las depuradoras desaguan, el olor es muy fuerte y se puede ver un rastro blanquecino provocado por las aguas residuales, que se diluye poco a poco en el río.

Además, la situación se agrava porque una de las tres estaciones de depuración no vierte directamente en el riachuelo, sino que lo hace metros más arriba, en aguas de una pequeña presa que, en esta época del año, apenas lleva agua, y la que lleva es, en su práctica totalidad, residual. José Luís Gómez, vecino de la zona, alerta de que el río no tiene capacidad, ni agua suficiente en verano para soportar tres depuradoras, o como él prefiere llamarle, "decantadoras", porque a su parecer "no funcionan bien y, lo único que hacen es colar el agua". Gómez dice que es necesaria una depuradora que cubra el alcantarillado de las parroquias colindantes, "pero una que funcione bien para todos y no tres que no sirven para nada". Asimismo, considera que no se están llevando a cabo en ellas las labores de mantenimiento suficientes, "porque deberían revisarlas cada seis meses y, desde que se hicieron, solamente las vinieron a limpiar una vez".



 

 
 
"Si esto no cambia, el río está sentenciado", se queja Gómez, que apostilla, asimismo, que este afluente del Arnego "siempre llevó gran cantidad de truchas y ahora quedan moi pocas". Los escasos ejemplares que restan en estas aguas "no tienen que ver con las de antes y muestran un color negro, producido por la contaminación", explica José Luís Gómez.

 
 


"De lo que sembramos así comemos", dice indignado Rodrigo Santalla, vecino de Cumeiro, en Vila de Cruces, jubilado y pescador frecuente en el embalse de Portodemouros, al ver la enorme cantidad de basura que se acumula en zonas del pantano concurridas por pescadores. Santalla, que está dispuesto a llevar a cabo de forma personal una campaña de concienciación, afirma que "es intolerable que haya tanta gente que no respete ni un mínimo su entorno". Además, considera que "las autoridades no muestran preocupación por la situación, a pesar de que la zona tiene una gran riqueza natural, con la presencia, por ejemplo, de muchas aves acuáticas". La gravedad del problema está, según el pescador, en que "no hay basura solamente de ahora, sino que se acumula la de muchos años".

 
Fuente: Faro de Vigo

Fecales en Gandarío







En la playa de Gandarío ondea otra vez la bandera negra. Por tercera vez en lo que va de verano, el Concello de Bergondo ha colgado el cartel que desaconseja el baño en el margen derecho del arenal debido a la elevada presencia de bacterias fecales.

La incertidumbre sobre la salubridad de esta playa, que ha abierto y cerrado intermitentemente al baño en el último mes y medio, trae de cabeza al Ayuntamiento, que está convencido de que se trata de "acciones premeditadas". "Estos malos resultados en las analíticas están ocurriendo cíclicamente, cuando jamás había pasado en Gandarío", recalcaba ayer a través de un comunicado de prensa.

El Ejecutivo municipal cree que la contaminación procede del regato que desemboca en la playa. En este riachuelo hay tres depuradoras privadas, las del albergue y dos urbanizaciones, y el Concello solicitó ayer a la Xunta que compruebe si funcionan correctamente.

El Gobierno local afirma que prosigue con sus trabajos de inspección y análisis para detectar vertidos y asegura que ha reforzado la vigilancia de los servicios de retirada de fosas sépticas para impedir que sean arrojados de forma no autorizada en un río o a la red de pluviales. La alcaldesa, Alejandra Pérez Máquez, solicitó ayer la "colaboración ciudadana" y animó a los vecinos a "comunicar cualquier información sobre los responsables de esta situación".

La oposición expresó en varias ocasiones su preocupación por los episodios de contaminación. Anova alerta del daño medioambiental y turístico y PP y Veciños insisten en que los vertidos, más que a una mano negra, obedecen a la falta de supervisión del Ayuntamiento.

 
Fuente: La Opinión Coruña

Biólogos logran congelar embriones de erizo de mar para utilizar en acuicultura


 





Un estudio pionero desarrollado en el grupo de Ecotoxicología Marina de la Universidad de Vigo ha logrado fijar el primer protocolo de criopreservación de embriones de erizo de mar para utilizarlos en la detección de contaminantes y también en el ámbito de la acuicultura. El método constituye la tesis doctoral de Estefanía Paredes, que ha realizado estancias en dos equipos punteros de Oceanía y EEUU y cuyos estudios también incluyen la ostra y dos especies de mejillón -las de mayor importancia comercial en España y Nueva Zelanda- y tiene una importante aplicación sobre la acuicultura, para desarrollar familias de especies como la ostra o el mejillón más resistentes a los virus o toxinas que afectan actualmente a su desarrollo.

La criopreservación permite mantener material biológico a muy bajas temperaturas, sin embargo, su uso en el ámbito marino es muy reducido en todo el mundo. El grupo de biólogos inició esta línea de investigación para poder disponer de embriones de erizo durante todo el año. "Los utilizamos en bioensayos para detectar la presencia de contaminantes pero estamos limitados por la variabilidad estacional y, con suerte, solo disponemos de ellos durante cinco meses al año. Por eso, el objetivo era disponer de un criobanco de células", explica Paredes, licenciada en Ciencias del Mar y cuya tesis está dirigida por Juan Bellas, del Centro Oceanográfico, y Ricardo Beiras, director del grupo de Ecotoxicología y de la Estación de Ciencias Marinas de Toralla (Ecimat).

La moañesa se desplazó en dos ocasiones al Instituto Cawthron de Nueva Zelanda para conocer las técnicas de criopreservación que utiliza el grupo de la experta Serean Adams con el mejillón de concha verde -Perna canaliculus- y con la ostra -Crassostrea gigas-. Así acabó por incluir estas dos especies en su proyecto y añadió también el mejillón gallego -Mytilus galloprovincialis-.

Su última estancia, en la Universidad de Tennessee, le permitió trabajar al lado de Peter Mazur, uno de los pioneros en la congelación de embriones. Su laboratorio logró criopreservar con éxito los primeros embriones de ratón en los 70.

En las cuatro especies estudiadas por Paredes, la criopreservación se realiza en las etapas tempranas, en concreto, durante la fase de la larva trocófora, que aparece a las 14-16 horas de formarse el embrión. "La ostra está muy estudiada por su importancia económica, pero en el erizo de mar partíamos de cero y tampoco se sabía cómo se podía criopreservar esta larva", apunta. El proceso es "muy elaborado y delicado" y los elementos más críticos son los crioprotectores y la tasa de congelación: "Los crioprotectores son como el anticongelante de un coche y permiten que las células se vayan deshidratando poco a poco hasta que se congelan sin que se forme hielo en su interior, lo que provocaría su muerte. Otro peligro es que el anticongelante las intoxique, de ahí que sea tan importante cuál se utiliza. Y la tasa de congelación determina a cuántos grados por minuto se puede ir bajando la temperatura para que el proceso de deshidratación tengar lugar en las condiciones adecuadas".

Una vez que los embriones están congelados -el de erizo consta de 128 células y mide 0,1 milímetros- se introducen en nitrógeno líquido a casi -200 grados. "A esa temperatura la vida permanece suspendida y cuando son descongelados, si el proceso ha sido correcto, se van reactivando poco a poco de forma exitosa", comenta.

Paredes dispuso de una criocámara portátil que le permitió realizar sus estudios en los laboratorios del campus y también en la Estación de Toralla. "La Ecimat supone un beneficio increíble para la Universidad. Era ilógico contar con una Facultad de Ciencias del Mar sin conexión con el océano. Ha supuesto un paso en calidad para la investigación en este ámbito", celebra la bióloga.

La investigadora comparó los resultados de bioensayos realizados con larvas frescas y con las congeladas para demostrar que éstas podían ofrecer la misma fiabilidad en la detección de contaminantes orgánicos y de metales pesados en agua de mar.

El método para la criopreservación que ha desarrollado también tiene aplicaciones en la acuicultura. De hecho, el grupo de Nueva Zelanda recurre a estas técnicas de cara a la conservación del mejillón de concha verde y el desarrollo de líneas de mayor tamaño o más resistentes.

"La ostra lleva varios años afectada por un virus que causa una mortalidad tremenda y se buscan familias resistentes, pero su cultivo es muy complicado. Puede llegar a pasar lo mismo con el mejillón de Galicia y que se necesiten ejemplares a los que no les afecte una determinada enfermedad o que tengan un mayor crecimiento. Además todavía no se han estudiado todas las propiedades de esta especie y hay muchos investigadores trabajando en ello. Y todas estas aplicaciones ya dispondrían de una técnica lista para la criopreservación de embriones", destaca Paredes.


Fuente: La Opinión Coruña

jueves, 31 de julio de 2014

Los vecinos de A Xunqueira salvan al último patito del voraz apetito de las gaviotas







El único patito que sobrevivió el martes al apetito de las gaviotas del río Con ya no corre peligro. Esa misma noche, los vecinos que no descansaban pensando en que las aves marinas no tardarían en zampárselo, bajaron al río y lo rescataron. Fue Chelo Asorey, la mujer de Manuel Oliveira, que tiene una tienda de chucherías junto al río y que ya salvó a otros patitos de las gaviotas carroñeras. «Me puse unas chanclas y bajé, la pata no me dejaba cogerlo, pero al final pude hacerlo. ¡Es que no podíamos permitir que también se lo comieran a él, como al resto de la niñada!».

Así que en la mañana de ayer, el patito era un atractivo más para los niños que entraban en la tienda. Descansaba en una caja de cartón, rodeado de algodón, agua y comida, y se le veía muy a gusto. «Fui a comprarle pienso por la mañana y ya comió», decía Manuel. Él y su familia no son nuevos en estas lides, porque ya rescataron en otras ocasiones a crías de pato que corrían el riesgo de ser devoradas por las voraces gaviotas. Incluso le pusieron nombre. «Mi hija le llama Afortunado, porque de verdad que lo fue».

El patito no paró de recibir visitas toda la mañana, y algunos no entendían cómo la mamá pata se había puesto tan furiosa con Chelo cuando le cogió la cría y no hizo lo mismo con las gaviotas que días antes se comieron a sus otros siete patitos. «Yo creo que es muy joven aún -decía Chelo-. Hay una oca grande que sí los protege, pero claro, no puede estar todo el día detrás de los patitos, y las gaviotas están al acecho, en cuanto pueden, los atrapan y se los comen». Como ocurrió el martes, cuando turistas y vecinos fueron testigos de cómo una de esas grandes aves se llevaba en su pico al único hermano que le quedaba a Afortunado.

Los vecinos se dirigieron hace unas semanas al Concello avalados por 500 firmas para pedir una solución, pero se quejaban de que no se les había hecho caso. Según indicaron fuentes municipales, tenían constancia del problema pero por una conversación informal en la calle. Aún así, el concejal de Medio Ambiente, Jesús Longa, dijo que ya estaba previsto reponer las casetas que había antes y en las que se refugiaban los patitos. Se está estudiando que las construyan los alumnos de carpintería de la nueva edición de la escuela taller que se pondrá en marcha después del verano. La intención es colocar tres o cuatro a lo largo del río, entre el parque de A Coca y Vista Alegre. No garantiza por completo la integridad de los patitos, dada la voracidad e insistencia de las gaviotas, pero al menos tendrán dónde refugiarse.

Afortunado también está protegido. Al menos durante diez días crecerá y engordará tranquilo en la tienda de chuches, con Manuel, Chelo y su familia. «Después lo dejaremos en el río, y es de suponer que sobrevivirá». No se transformará en un cisne, pero al menos impondrá respeto.

 
Fuente: La Voz de Galicia