Con la pesca de 5 salmones el último día hábil para la pesca con muerte del salmón, finaliza la temporada oficial de capturas en el Principado. Quedan ahora 15 días para los aficionados a su pesca con devolución al río.
Por consiguiente, la distribución de capturas en Asturias queda oficiosamente como sigue: Eo, 100; Esva, 62; Narcea, 336; Sella, 340 y Cares-Deva, 206, en total 1.044 salmones.
El Sella se hace con el título honorífico de mejor río salmonero de España, ligeramente por encima del Narcea (solo 4 salmones de diferencia).
La cifra es optimista si se compara con los registros de 2010, campaña en la que sólo se pescaron en Asturias 246 salmones en los ríos asturianos. En comparación, los datos de este año multiplican por cuatro el registro del año pasado. Este el segundo año en la historia de Asturias en el que la temporada de pesca se quedó reducida a un mes y medio, ya que desde la Administración regional se impuso por segunda vez una temporada de pesca sin muerte de un mes y medio, tiempo en que los peces capturados tuvieron que devolverse con vida al río del que salieron. Estas restricciones nacieron en respuesta a las escasas capturas de salmónidos que venían registrándose en el Principado en los últimos años y que tocaron fondo en el año 2009, cuando con una campaña abierta a la pesca de tres meses sólo se lograron capturar 356 piezas.
Aunque los números de este año apuntan al optimismo, la mayoría de las sociedades de pesca se muestran muy prudentes, ya que el dato que confirmará si existe una recuperación del río será el que se derive del recuento que la Consejería de Medio Ambiente haga de los salmones reproductores que quedaron en el río a finales del verano, tal y como se hizo en la campaña pasada por primera vez. Para que un río tenga garantizado su futuro y relevo generacional tiene que contar en sus aguas con seiscientos salmones vivos y además, al menos la mitad deben de ser hembras. El año pasado, la Consejería de Medio Ambiente llevó a cabo este recuento en las principales cuencas salmoneras de Asturias y los datos desvelaron que sólo el Sella, con 1.164 ejemplares, el Cares, con 1.073, y el Narcea, con 1.022, tenían garantizado el relevo generacional. Fuera de esta lista de «ríos sanos» se quedaron el Esva y el Eo. En el Navia, el cauce que llegó a ser el río más salmonero de Asturias, ni siquiera se hizo este recuento, ya que la construcción de sus tres saltos de agua ha dejado inerte al cauce en lo que a salmones se refiere.
Los presidentes de las asociaciones de pescadores de estos cauces advierten, sin embargo, que «las cifras, aunque positivas, son engañosas». ¿Las razones? «Con el poco tiempo que se pudo pescar y las limitaciones impuestas, no dicen la verdad. Se pescó todo lo que se pudo pescar, teniendo en cuenta el número de días y las limitaciones a los pescadores, que sólo podían pescar tres en toda la temporada», razonaba Antón Caldevilla, de El Esmerillón.
En su opinión, «quedan muchos peces en el río, en la zona alta, pero por muchos que sean siempre son pocos», aseguraba. Y cargó de nuevo contra la Administración saliente, «que sólo castiga a los pescadores de ribera, olvidándose de repoblaciones, cormoranes, nutrias y capturas en alta mar». Confía Caldevilla que «el nuevo Ejecutivo tome nota de que con estas medidas están echando a la gente que viene a pescar de fuera, por lo que confío en que la próxima normativa se haga con sensatez, no como se han hecho estas últimas».
Celestino Pérez, de Las Mestas del Narcea, cree también que «si bien las cifras son optimistas, hay que ser cautos porque no son muy realistas. No sabemos el número de reproductores que quedan en el río y hasta que no se haga un censo no sabremos cómo están los cauces».
Aunque es imposible que las medidas adoptadas por la Consejería de Medio Ambiente hayan tenido impacto en los resultados de este año (deben pasar al menos cuatro para que los salmones que quedaron vivos en las cuencas el año pasado viajen al mar y regresen nuevamente al río), lo cierto es que los pescadores están más satisfechos que con la campaña anterior. Antón Caldevilla, presidente de la sociedad de pescadores El Esmerillón del Oriente, con más de 1.500 socios, explica que «la campaña ha sido buena, teniendo en cuenta que sólo se pescó un mes y medio. Pero hay que tener en cuenta que no son el resultado de las medidas impuestas por la Administración. Los salmones que se pescaron ahora son los que nacieron hace cuatro o cinco años y que han viajado al mar y han vuelto. Hay que tener en cuenta que en aquella época no había pesca sin muerte y los cupos eran de ocho salmones, no como ahora que sólo se pescan dos por aficionado». Caldevilla, que siempre fue muy crítico con las medidas adoptadas por la Consejería, asegura que «en el río siempre ha habido años malos, pero lo que no se puede es cambiar la forma de pescar porque haya una temporada con datos tan negativos como fue la del 2009, ya hubo más años así y al siguiente, se recuperó la población».
Pero lo cierto es que aunque el año 2009 fuese malo por casualidad o porque la evolución del salmón siempre ha ido en los famosos «picos de sierra», la realidad de las cuencas asturianas ha cambiado muchísimo en los últimos años. En 1959, por ejemplo, se pescaron en el Principado 6.496 piezas y 2.104 en el 2006, no hace tantos años. Avelino Menéndez, vicepresidente de la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, el mayor colectivo de pescadores de Asturias, explica que «hay que cambiar el chip», con buenos datos o sin ellos, porque la tendencia es «a la baja». «Parece que las capturas de este año apuntan a una recuperación, pero lo importante es seguir trabajando para impulsar una nueva forma de pescar, con mosca, que es el anzuelo menos agresivo y con captura y suelta», apostilla Menéndez, que añade que lo importante «no es saber cuántos salmones se han pescado, sino los que han quedado vivos en el río». La misma postura es la que defiende el presidente de otra de las sociedades de pesca más numerosas de Asturias, Las Mestas del Narcea. Celestino Pérez apunta además otro dato a tener en cuenta. «El año pasado las riadas del mes de junio provocaron que durante quince días de pesca con todos los cebos los pescadores no pudieran bajar al río, porque estaban impracticables. Es cierto que en la campaña pasada las capturas fueron de 356, pero no sabemos qué habría pasado si esas dos semanas fuesen aptas para pescar». Pérez también se muestra muy cauto y matiza que antes de cantar victoria, «hay que esperar a los resultados del recuento de finales de verano», una radiografía de las cuencas que augura que, al menos en el Narcea, no será muy buena. «Este año no hay muchos salmones en el río, es cierto que hubo una buena entrada en la primera quincena de junio, pero hay que esperar al recuento», concreta.
Distinta opinión posee Delfín Puente, presidente de la Real Sociedad Asturiana de Pesca, que calificó la campaña de “bastante buena” para los pescadores, aunque “horrible para el salmón y su estrategia para la conservación de la especie”. Y la razón, a juicio de Puente, es clara: “Nosotros apoyamos de forma decidida lo que hizo la administración, que estuvo encaminado a preservar el interés general que no es otro que garantizar que siempre queden en los ríos más salmones reproductivos”. Así, desde la Real Sociedad Asturiana de Pesca apuestan “por dar prioridad al salmón frente a los pescadores”.
Los salmones seguirán entrando en los ríos asturianos hasta finales de año, aunque previsiblemente el recuento se hará en el mes de octubre, ya que con esos datos ya se podrán cotejar resultados en comparación con los del año anterior. El salmón asturiano ha ofrecido un dato en positivo este año en las cuencas asturianas, pero su presencia y futuro sólo está garantizada si esas trescientas parejas han quedado vivas en cada uno de los cauces del Principado.
La temporada se va, y lo hace marcada por la polémica del Campanu. Un juez decidirá si el salmón que a las 6.55 horas del 1 de mayo precintó en La Rodriga Alberto Fernández fue pescado en el Narcea en tiempo y forma.
Aguardamos con impaciencia la próxima temporada 2012, en la que se esperan cambios en la normativa después de la toma de posesión de Alvarez Cascos al frente del gobierno del Principado.