martes, 5 de julio de 2011
Finalizó la fiesta de la lamprea en Arbo
Después de que el año pasado estuvieran vedadas sus capturas por estar en peligro de extinción, los ejemplares de salmón del río Miño siguen siendo un producto delicatessen y escaso esta temporada. Su prohibición de venta en el mercado lo restringe como menú para muchos hogares que deben conformarse con el salmón de piscifactoría, mucho más abundante y económico.
Una oportunidad única para probarlo se brindó este domingo en la "XVI Festa da lamprea seca e do peixe do río Miño", en Arbo. Sin embargo, las raciones de salmón, servidas a la plancha con patatas, se vendieron a doce euros, un precio que obligó a los organizadores a no preparar demasiados platos.
A pesar de tener una fuente de recursos riquísima a través del río Miño, muchos vecinos de Arbo, especialmente los más jóvenes, desconocían hasta este fin de semana el sabor del sábalo, un pez bastante más abundante en el río Miño que el salmón y también de precio mucho más asequible.
No obstante, como su temporada de pesca finalizó en mayo, los ejemplares que sirvieron los restauradores eran del Miño pero congelados. Los hosteleros y coorganizadores de la fiesta junto al Concello de Arbo prepararon en escabeche una veintena de sábalos y, aunque se agotaron todas las raciones, no se pudieron servir más porque su preparación requiere una elaboración de varios días previos.
La oferta gastronómica del Miño se completó con lamprea seca, más conocida por ediciones anteriores. Igualmente, se superaron las expectativas de las cien unidades pero, esta vez, los hosteleros sí pudieron proveer de nuevas raciones a los asistentes.
Xabier Simón acudió por primera vez como alcalde a una fiesta en Arbo. "Conseguimos el objetivo de poner en valor recursos del Concello de Arbo como son los productos gastronómicos del río Miño", valoró.
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