Los presidentes de las principales asociaciones de pesca del Principado mantienen cautela ante la llegada de Francisco Álvarez-Cascos a la presidencia del Gobierno regional y lo que eso supondrá para la práctica de este deporte en Asturias. Las opiniones son diversas pero tanto El Esmerillón como la Real Sociedad Asturiana de Pesca y Las Mestas del Narcea coinciden en confesar su expectación ante lo que pueda suceder tras las reuniones que mantendrán con la consejería antes del 1 de noviembre, fecha en la que debe estar ya confeccionada la normativa que regirá la próxima campaña salmonera.
Desde El Esmerillón, su presidente, Antón Caldevilla, no dudó en afirmar que el nuevo presidente regional “es un hombre que entiende muchísimo de pesca y el entendimiento entre pescadores siempre es más fácil”. Caldevilla cree que las actuales restricciones se deben a una mala campaña, la del 2009, y que lo realmente interesante sería apoyar a los ribereños con repoblaciones, algo que, por otra parte, FAC mencionó en su programa electoral mediante la creación de una red de piscifactorías públicas que se ubicarían en las cabeceras de los principales ríos. “Si se sigue con la actual política de restricciones, lo único que se consigue es dañar y castigar a los mejores pescadores de Asturias, y no conozco deporte o profesión en el que el perseguido tenga que ser el que más sabe”, concluyó.
Por su parte, desde la Real Sociedad Asturiana de Pesca, no entraron a valorar al nuevo gobierno, aunque “siempre estamos en disponibilidad de colaborar con la administración”, dijo Delfín Puente, su presidente. Y Celestino Pérez, presidente de Las Mestas del Narcea, aseguró que “estamos a la expectativa” de lo que pueda pasar. La asociación se reunirá en asamblea el próximo sábado para conocer el sentir de los socios de la asociación.
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