Vertidos en la finca de la cooperativa Rainha Lupa, de Quilmas, Carnota |
El director general de Stolt Sea Farm, Pablo García, prestó ayer declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Muros en calidad de imputado, por un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, y otro de daños, derivado de unos vertidos a una finca de la cooperativa de agricultura ecológica Raínha Lupa, de Quilmas (Carnota), que linda con la granja acuícola de dicha localidad. García, que reclinó hacer valoraciones al respecto de su comparecencia, se limitó a señalar que "lo que está claro es que no hemos provocado ninguna contaminación".
A este respecto, según fuentes judiciales, desde la empresa alegan que si los aguas vertidas fuesen contaminantes ello causaría la muerte a los peces que crían en sus instalaciones. No obstante, el abogado de la parte denunciante, Pedro Trepat, aclaró que el proceso contaminante se deriva de una concentración de residuos a lo largo de varios años, y que el conducto por el que se producen los vertidos es el que devuelve el agua.
Cabe recordar que la denuncia partió de la cooperativa Raínha Lupa, que avaló su demanda con unas analíticas elaboradas por el departamento de Química Física e Enxeñería de la Universidade de A Coruña, en los que se confirmaba que los terrenos están contaminados por metales pesados y sustancias salinas procedentes de residuos industriales.
Sin embargo, un representante de Stolt Sea Farm señaló que la denuncia "no tiene fundamento" y es "un disparate".
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