jueves, 7 de junio de 2012

El súper arrastero navegará en aguas de Tasmania




Devonport será la base del nuevo súper arrastrero de Seafish Tasmania. El gigantesco barco capturará caballa en el sur de Australia, lo que genera preocupación entre algunos grupos ecologistas, por las posibles consecuencias de su actividad.

Seafish pretende emplear a más de 40 trabajadores marítimos locales para la tripulación de su barco.
“Desde un principio, la mayoría de los tripulantes del barco serán ciudadanos de Tasmania y otros trabajadores marítimos australianos, junto con expertos recomendados por nuestros asociados europeos en el emprendimiento”, dijo el director Gerry Geen.





El directivo explicó que la compañía recibió una cuota de 18.000 toneladas anuales de la Autoridad Australiana para la Administración Pesquera (AFMA), en el marco del Plan de Administración Establecido por Ley. Seafish utilizará el arrastrero congelador Margiris para pescar en las aguas australianas fuera de los límites estatales de 3 millas (4,82 kilómetros).

Geen, que forma parte del grupo que establece los límites de captura, asegura que no hay conflicto de intereses.

“Estos grupos asesores y la AFMA obtienen información de una gama de fuentes, incluidos sus propios científicos”, explicó.





El pescado capturado se congelará a bordo en bloques de 20 kilos, se almacenará en congeladores en Devonport y luego se enviará a países africanos y asiáticos para su venta como alimentos de bajo costo.
Geen recalcó que viajarán observadores pesqueros de Australia a bordo para controlar las operaciones.

Además, hizo hincapié en que la cuota de la compañía representa menos del 5% del tamaño del stock, mientras que en otras pesquerías australianas e internacionales suelen capturarse tasas del 40%.

“Adecuamos un dispositivo excluidor de focas y delfines aprobado por la AFMA para las redes de arrastre de media agua del Margiris. Toma la forma de una rejilla inclinada que permite que los mamíferos marinos escapen por una abertura en el panel superior de la red”, precisó.

Con todo, el vocero del Partido Verde en temas de industrias primarias, Kim Booth, dijo que Greenpeace sigue desde hace años las actividades del Margiris y manifestó una gran inquietud por la capacidad del barco para liberar desperdicios y agotar los stocks de peces.





“Tiene capacidad para extraer miles de toneladas de pescado del océano indiscriminadamente. Nunca hubo antes un arrastrero de esta escala en las aguas australianas, que yo tenga conocimiento, y esto es una gran preocupación dado que no sabemos los efectos que tendrá en la cadena alimentaria”, señaló el legislador.

La vocera de asuntos marinos de Medioambiente de Tasmania, Rebecca Hubbard, describió al nuevo barco como un buque factoría y observó que estos barcos subestiman la función de estos peces como la base de la cadena alimentaria en el ecosistema oceánico.

“Sin duda, esto es un problema para nuestros océanos, en un momento en la historia de Tasmania en que necesitamos apartarnos de los modelos no sostenibles y encontrar maneras de administrar nuestros recursos naturales”, dijo Hubbart.



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