lunes, 20 de enero de 2014

La pesca de la trucha con vinilos


Dentro de las técnicas de spinning o lance ligero que se practican en agua dulce existe una modalidad todavía poco practicada por los aficionados a la pesca de la trucha, estamos hablando de pescar truchas con vinilos.

La trucha es un gran depredador que solemos pescar con todo tipo de señuelos como cucharillas y peces artificiales. ¿Por qué no atrevernos con vinilos? Sin duda son muestras más realistas y que se mueven mejor que los señuelos duros antes mencionados.

Estamos ante una modalidad versátil que se puede practicar tanto en arroyos como en grandes ríos, embalses, lagos y charcas.

A continuación repasamos las claves para hacerlo.







La primera ventaja que tienen los vinilos sobre otros señuelos es que se pueden mantener más tiempo pescando en el campo de visión de la trucha. Otra gran ventaja de este tipo de señuelos es a la hora de las picadas fallidas. Con frecuencia, las truchas que realizan ataques sobre señuelos con anzuelos “libres” notan antes el anzuelo por lo que es muy probable que no vuelvan a atacar la muestra. Esto no se produce cuando pescamos con vinilos montados al estilo “texas” ya que deberemos clavar nosotros al notar la picada, y en caso de fallar es bastante más probable disponer de una segunda oportunidad.

Por último, pescando con vinilos podemos en cuestión de segundos variar totalmente la forma de presentar el engaño y tal vez de esa forma incentivar la picada de las truchas más recelosas que no se deciden a atacar nuestros señuelos a pesar de ver como los persiguen con cierta cautela.

A la hora de escoger entre un tipo y otro de vinilo debemos guiarnos por la turbiedad de las aguas. Cuanto más turbias, mejor funcionarán los señuelos que emitan vibraciones por ejemplo lombrices con cola tipo curly o las grub, mientras que en aguas claras lo ideal es buscar imitaciones que se asemejen a los peces pasto de la forma más fidedigna posible, jerkbaits y pequeños swimbaits de colores realistas serán la mejor opción.

Es imposible abarcar todos los tipos de vinilos que existen pues continuamente aparecen nuevas muestras que intentan mejorar las prestaciones de las anteriores pero vamos a mencionar de forma general algunos tipos de vinilos que han demostrado su efectividad con las truchas más desconfiadas:

• Lombrices

Las lombrices de vinilo son señuelos muy versátiles que nos permiten explorar muchas situaciones de pesca tanto en superficie como en capas más profundas mediante plomadas adecuadas.

• Pikies y grubs

Muy útiles para “pescar al agua” mediante movimientos lineales y para buscar las truchas más profundas.

• Jerkbaits

Para muchos pescadores los más efectivos y espectaculares, podemos buscar muestras realistas perfectas para tentarlas en todas las capas de agua.

• “Criaturas”

Son señuelos perfectos para pescar en fondos rocosos donde habitan ciertos invertebrados a los que debemos buscar imitar con nuestras muestras. También apropiados para pescar en ríos con corrientes dejándolos derivar entre las piedras y pozas.

En cuanto al tamaño de los señuelos por norma general nos guiaremos por el tamaño medio de las presas que intentamos engañar. Una trucha arcoiris por encima del kilo no tendrá inconvenientes en ingerir una presa por encima de los diez o doce centímetros pero ante la duda trataremos de utilizar modelos de tamaño contenido.








La precisión de lance tiene que ser milimétrica para poder capturar esos esquivos ejemplares que se esconden en todo tipo de coberturas y estructuras subacuáticas. Por ello optaremos por una caña de lance de dos tramos o incluso modelos monotramo de acción media o rápida.
Para la pesca de truchas con vinilos podremos utilizar potencias comprendidas desde los 3gr a los 25gr, ya que será raro utilizar señuelos de mas de 25 gramos. Hay que escoger la medida de nuestras varas acorde a donde iremos a pescar, no utilizaremos cañas largas con potencias excesivas para la pesca en torrentes y pequeños ríos y viceversa.

En cuanto al carrete, buscaremos un modelo de lance ligero compensado con la caña que hemos seleccionado previamente. En general debemos fijarnos en la fuerza del freno, la capacidad de recuperación y el peso del conjunto para escoger un equipo equilibrado y de garantías que nos permita trabajar las piezas más exigentes.

Busquemos equipos ligeros, además de proporcionar una mayor satisfacción a la hora de trabajar las capturas, si vamos a echar muchas horas a pie de agua nuestros brazos y espalda también lo agradecerán.

Respecto a la línea, esto ya depende en buena medida de cada pescador, trataremos de utilizar un hilo lo más invisible posible, que no tenga memoria y acorde a la especie que perseguimos. Para pescar truchas en torrentes y ríos pequeños podemos optar por hilos finos desde el 14 al 18, ya en ríos caudalosos, utilizaremos señuelos mas grandes ya que puede haber buenos ejemplares por lo que subiremos del 16 a un 20 y si queremos tentarlas en embalses podemos optar por un 20 a un 25 todos estos calibres en monofilamento. Para aguas muy quietas o claras podremos utilizar fluorocarbonos en medidas similares.







En nuestras masas fluviales podemos encontraros con varios tipos de truchas. Dependiendo del señuelo que les mostremos y de la técnica empleada podremos tener más o menos éxito en nuestras jornadas. Cada escenario es un mundo, pero podemos establecer algunas pautas generales:

• Trucha Arcoiris

Es la especie de trucha más abundante y fácil de capturar por lo que es ideal para iniciarse en la pesca de truchas con vinilo. Atacan muy bien en todas las capas de agua y son agresivas ante muchos tipos de señuelos diferentes.

• Trucha común

Es la especie autóctona, por desgracia escasa y difícil de pescar. Estas truchas son las más complicadas de engañar con vinilos, deberemos afinar mucho nuestros montajes y presentaciones por ello usaremos hilos finos y señuelos pequeños e imitaciones realistas, de colores neutros.

• Trucha Fario repoblada

Relativamente abundante en nuestros ríos y pantanos. Son muy parecidas a las truchas comunes pero menos selectivas por lo que aceptan mejor la mayoría de vinilos no siendo tan exigentes con el tamaño de la muestra. Podemos usar señuelos más grandes para intentar capturar algunas truchas fario de buen porte.







Se pescan en cualquier lugar en el que las truchas estén presentes. Como veíamos al principio del artículo, es una modalidad versátil que se puede practicar tanto en arroyos como en grandes ríos, embalses, lagos y charcas. La clave es adaptarnos al escenario que vayamos a pescar, ya que evidentemente no es lo mismo pescar en un río que en un embalse etc... Lo que debemos hacer es ajustar la técnica, el tamaño y la forma del vinilo a las condiciones del lugar elegido.

Puede ser interesante para coger confianza en los señuelos probarlos en algún coto intensivo donde podamos probar la efectividad de las muestras ante una nutrida población de truchas repobladas para posteriormente afrontar jornadas más complicadas en escenarios más difíciles.







Las técnicas de pesca a utilizar son básicamente las mismas que en la pesca con vinilos y señuelos de bass, algunas de estas técnicas son:

Montaje con cabeza plomada o jig Head

Probablemente es el montaje más versátil y de los más efectivos para la pesca de truchas con vinilos. Es la manera más sencilla de montar un vinilo por lo que es muy válido para empezar por su simpleza, pero no por ello resta resultados.

Se trata de ensartar el vinilo por la cabeza en un anzuelo plomado, dejando la muerte por fuera del vinilo. Variando el peso del jig head podemos pescar a cualquier profundidad y en cualquier tipo de escenarios.

Drop Shot

Se utiliza cuando buscamos peces en profundidad, por ello optaremos por este montaje en aguas embalsadas. Nos permite pescar en zonas de cierta profundidad asegurándonos buen control de la línea y buena movilidad del artificial.

Consiste en presentar el señuelo de vinilo un poco separado del fondo, animándolo con movimientos rítmicos arriba y abajo, sin desplazarlo del sitio.

Split Shot

Sistema sencillo que es muy útil para hacer presentaciones extremadamente discretas con señuelos pequeños. Muy adecuado para pescar con pequeñas imitaciones en ríos poco caudalosos donde la talla media de las truchas normalmente será menor.

Para la realización de este montaje procederemos a montar un anzuelo con el vinilo ensertándolo al estilo Texas, para a continuación, a una distancia de entre 20 y 60 cm fijar un perdigón de plomo o un plomo tipo rana.

Montaje Texas

Este tipo de montaje presenta dos variantes, por un lado el montaje sin plomar, muy eficaz cuando las truchas se encuentran apostadas en aguas poco profundas o a escasos centímetros de la superficie. Y por otro lado, el montaje plomado ideal para explorar el fondo con pequeños golpes de muñeca.

Su principal ventaja es que debido a la forma en que se ensarta el vinilo en el anzuelo se reducen muchísimo las posibilidades de enganchar en algún obstáculo del fondo.

La forma de ensartar el vinilo es aquí la clave del éxito. La punta queda escondida en el propio cuerpo del vinilo, evitando los enganches. Sin embargo, este hecho hace que al notar la picada debamos dar un fuerte tirón, puesto que el anzuelo debe atravesar no solamente la boca del pez, sino además el propio vinilo.

Live Bait Rig

Básicamente este sistema se utiliza con anzuelos pequeños similares a los utilizados en la técnica Drop Shot, anzuelamos un jerkbait de vinilo justo en la cabeza o una zona entre ésta y la parte media del cuerpo del artificial. Es muy efectivo pues dota al artificial de un movimiento errático que asemeja muy bien a un pez herido. Al no estar plomado sólo trabaja bien ante truchas apostadas a pocos centímetros de la columna de agua.

Fuente: A-alvarez

No hay comentarios:

Publicar un comentario