Un "salmonazo"
de 13 kilos pescado en el río Miño. Dos hermanos de la localidad
portuguesa de Vila Nova de Cerveira, en la frontera con Galicia,
capturaron el pasado miércoles un ejemplar, cuyo tamaño fue dos
veces mayor que el campanu de Asturias. El primer salmón de la
temporada con muerte en el Principado lo sacó el coañés Alejandro
Pérez en el Eo, pesó 5,7 kilos y midió 79 centímetros. Un pez
pequeño comparado al pescado en el Miño: 13 kilos y un metro de
longitud. Por este descomunal salmón, un restaurante local solo pagó
500 euros frente a los 9.500 euros del campanu de Asturias y los
9.900 del Sella.
El Ayuntamiento de
Vila Nova de Cerveira destaca en su página web que el ejemplar
capturado la semana pasada por los hermanos Jorge y Ricardo Alves, es
un "caso raro por el peso y la dimensión". "Según
los registros históricos, en los años 60 y 70 era normal la captura
del salmón en el río Miño, con unos 20 kilos. Sin embargo, a pesar
de los pocos indicadores de los últimos años, se estima que estos
casos son muy raros. El tamaño más común es entre los cuatro y
ocho kilos", explican.
El de Portugal, sin
embargo, no es el salmón más grande de la historia. Precisamente en
Asturias, en el río Narcea, se pescó el 20 de marzo de 1962 un
ejemplar de 16,2 kilos, que ostenta el récord nacional. Fueron el
pescador gijonés Gregorio Alonso y el ganchero de Cornellana Avelino
Aparicio, "Nené", los protagonistas de esta leyenda. Las
medidas del bicho asustan: 110 centímetros de longitud y 68 de
perímetro máximo, que el gijonés sacó a cucharilla en una época
en la que se sacaban más de 1.200 salmones al día, casi los mismos
que hoy se pescan durante toda la temporada.
"El día
anterior habíamos sacado un salmón de once kilos y medio",
recuerda Gregorio Alonso en un reportaje publicado en LA NUEVA ESPAÑA
treinta años después de aquella hazaña. "Cuando picó, el
salmón salió disparado río arriba y tuve la suerte de estar
situado en un lugar muy cómodo, una especie de playa fluvial, que me
permitió caminar durante muchos metros a la altura del salmón. Pero
después el animal se desbocó en dirección opuesta". Y ahí
comenzaron los problemas. "Decidí meterme en el río, pero a
los dos pasos el agua me cubría por la cintura. Cuando llegué hasta
el salmón y pude utilizar el gancho, tenía el agua por el cuello",
cuentan. Pero al final, el salmón de 16,2 kilos picó el anzuelo.
Fuente: La Nueva
España
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