Galicia
cuenta actualmente con 1.380 kilómetros en cotos (trucha, salmón y reo) en los
principales cursos fluviales. El resto de las aguas son de acceso libre y una
pequeña parte están vedadas a la pesca.
¿Goza de
buena salud el agua de nuestros ríos?
En gran
parte, no. Los vertidos y el mal funcionamiento de las depuradoras impiden la
cría de peces. Un exhaustivo informe de Pepe Casal, ponente de la actual ley y
representante de las sociedades de A Coruña en el comité gallego de pesca,
recoge problemas por contaminación en los ríos Anllóns, Tambre, Umia, Sor y
Eume. «As sancións son de risa. Non se ten en conta a restauración dos danos
por parte do infractor nin os prexuízos á fauna e ao leito do río», denuncia el
expresidente de la Sociedade de Caza e Pesca do Xuvia, Eloi Saavedra.
¿Supone un
problema la oscilación de los caudales?
Sí. Los
regulados deberían presentar un equilibrio del que adolecen. La actividad de
las empresas que gestionan los embalses provoca oscilaciones que contravienen
el cauce ecológico. El estudio de Casal refleja problemas con el caudal en los
ríos Mandeo, Grande, Xallas y Ulla.
¿Qué efectos
provocan las especies depredadoras?
Las
poblaciones de especies animales invasoras como cormoranes, martas y visones
merman la población de peces en varias zonas. Una colonia de cormoranes ha
diezmado -según Casal- la población en el embalse de Cecebre. Algo similar
denuncia Jorge García Duarte, secretario de la Federación Gallega de Pesca, en
el coto de Ponte Olveira, en el Xallas. «Se han arruinado por la presencia
masiva del cormorán grande en los últimos inviernos, llevando a tal decadencia que
puede comprometer a otras especies que también dependen de la existencia de
truchas, como la nutria, el martín pescador o la culebra de agua».
¿Son
suficientes los controles a los furtivos?
Los agentes
medioambientales realizan tareas periódicas de supervisión, pero la sensación
compartida en el sector es que la vigilancia es insuficiente. El Ulla y el
Lérez, donde la población de salmones ha sufrido un furtivismo atroz, son
ejemplos.
¿Qué han
hecho otras comunidades al respecto?
Castilla y
León y Asturias han reformado recientemente sus normativas para incluir, entre
otras disposiciones, la pesca sin muerte. Comienzan a obtener resultados en la
repoblación de especies que se habían visto seriamente comprometidas.
¿Desde
cuándo rige la Ley de Pesca Fluvial gallega?
La normativa
que regula nuestros ríos -Ley 7/1992- tiene más de un cuarto de siglo. El
reglamento que la desarrolla -Decreto 130/1997- se publicó cinco años después.
En el 2005 se elaboró el Plan Galego de Ordenación dos Recursos Piscícolas e
Ecosistemas Acuáticos, cuya aplicación se ha visto mermada, según García
Duarte, «porque no se ha dotado en veinte años de los recursos necesarios para
poder ejecutarlo».
¿Cómo
evolucionó el número de licencias?
Según la
Consellería de Medio Ambiente, en el año 2003 llegaron a expedirse en Galicia
93.000 licencias de pesca fluvial. Actualmente la actividad cuenta con unos
50.000 permisos expedidos. La cifra se ha reducido prácticamente a la mitad en
tres lustros.
Fuente: La Voz
de Galicia
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