El consumo
de pescado está creciendo en España y los caladeros marinos no son suficientes
para abastecer a los consumidores. Cada vez resulta más caro y costoso pescar
en el mar. Por ello, está teniendo un gran auge el sector de la acuicultura.
Tanto, que España se ha convertido en el líder europeo.
Las empresas
españolas han apostado cada vez más por un sector reciente en España, pero que
viene pisando fuerte. En los últimos años, las piscifactorías se han extendido
por todo el territorio. Ahora, España es número uno en la Unión Europea con una
producción de 345.635 toneladas el último año.
La
acuicultura llegó a España en los años 60 y 70, justo en un momento en el que
las cosas se ponían difíciles para el sector pesquero. Las posibilidades de
pescar en España comenzaron a complicarse con las cuotas de pesca y el alza de
precios. La aparición de esta posibilidad de cultivar animales acuáticos,
arrancó con fuerza, y generó unas expectativas que no fueron cubiertas. El
sector acuícola avanza ahora firme tras esa fase de estancamiento.
El cultivo
de mejillón es el principal recurso acuático vivo en España y el primero en el
ránking acuícola español. El año pasado, este molusco alcanzó una producción de
273.617 toneladas. Esta cifra es diez veces superior a la de la producción en
granja de los principales pescados, incluyendo la lubina, la trucha arco iris y
la dorada, que sumaron 31.612 toneladas. Las 345.365 toneladas de producción de
acuicultura supone un crecimiento del 21,8% respecto al año anterior.
El mejillón
cada vez toma mayor protagonismo. En los últimos años ha impulsado su posición
de liderazgo, llegando a producirse el año pasado 70.000 toneladas más que en
2016.
El avance
del sector también es consecuencia de una demanda global que cada vez crece
más. Y para hacer frente a esto, la acuicultura y la pesca seguirán caminando
de la mano, al menos, en las próximas décadas.
El aumento
de la demanda es notable en todos los ámbitos. El consumo de pescado y marisco
en restaurantes está en auge. Y cada español destina alrededor de 200 euros
anuales al consumo de estos productos en sus hogares -un 13,2% de su gasto
total en alimentación y bebidas-.
Pero este
sector en España no siempre ha ido al alza, y aunque desde sus inicios en los
años 1980 y hasta 2009 -cuando alcanzó 48.441 toneladas producidas-, el cultivo
de estos peces creció a un ritmo extraordinario, los años transcurridos desde
entonces fueron de estancamiento. Un bache del que comenzó a salir en 2015,
llegando a producir dos años más tarde 46.697 toneladas. Y las previsiones para
2018 son aún mejores. La acuicultura espera cerrar el año llegando a 51.000
toneladas.
Sin el
mejillón, España se hubiera visto lejos de la primera posición en el ránking.
El ritmo de
crecimiento de la acuicultura en la Unión Europea apenas ha notado cambios
desde el año 2000. Mientras, en el mundo el sector ha crecido desde entonces un
11,3% anual.
Si se
excluyen los moluscos, Reino Unido es el gran protagonista. Con 177.604
toneladas, su producción abarca el 25,8% del total. Esta cantidad es casi 12
veces superior a la de España, que con 64.111 toneladas, se posiciona tercero,
(9,3% del total).
Grecia es el
segundo productor, con 99.994 toneladas (14,5% del total).
Las ventas
de la cosecha acuícola en España alcanzaron un valor de 452,6 millones de
euros. La principal especie producida ha sido el mejillón (273.517 toneladas),
seguido por la lubina (21.269 toneladas, un 9,3% menos que en 2016), la trucha
arco iris (17.984 toneladas), la dorada (13.643 toneladas), el rodaballo (8.546
toneladas), y la corvina (1.932 toneladas).
La Región de
Murcia encabezó la producción de lubina con 6.990 toneladas, seguida por
Canarias (5.900 toneladas), Comunidad Valenciana (4.972 toneladas) y Andalucía
(3.261 toneladas).
Para la
trucha arco iris, las principales regiones productoras fueron Castilla y León,
Galicia y Andalucía.
La Comunidad
Valenciana lideró la creación del tercer pescado más producido, la dorada, con
5.590 toneladas, seguido por Murcia, Canarias, Andalucía y Cataluña.
Galicia
destacó con el rodaballo, produciendo un 99% del total, seguido por Cantabria.
Y la producción de corvina en el país procede de la Comunidad Valenciana.
En cuanto a
los puestos de trabajo generados por el sector, el año pasado dio empleo a
17.811 personas, la mayoría autónomos y procedentes del sector del mejillón.
Por otro
lado, el empleo indirecto que generó el sector asociado a estos puestos de
trabajo llegó a 44.500 personas.
Fuente: Expansion.com
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