Plantear y buscar soluciones para ponerle freno a la superpoblación de cormorán grande, concretamente a la subespecie Phalacrocorax carbo sinensis, en los ríos de las cuencas de Galicia y Asturias. Es el objetivo de las asociaciones que agrupan a miles de pescadores deportivos de ambas regiones y que se darán cita el sábado 25 en la Casa da Cultura de A Pontenova (Lugo) a las 17.00 horas en la primera reunión interautonómica para abordar el impacto de una situación que preocupa desde hace siete años. Aseguran que la falta de controles ha permitido que los ejemplares de corvo mariño cristado se conviertan en el mayor depredador de los ríos y esquilmen truchas, salmones y otras especies protegidas, como la anguila o la lamprea
El reciente inicio de la temporada de pesca les ha permitido testar la situación y piden la intervención urgente de las Administraciones. El río Ulla, entre otros muchos, es uno de los más afectados por esta invasión, según relatan los pescadores consultados, que indican que esta especie inverna en distintos espacios de la cornisa cantábrica de octubre a abril o mayo. «Antes vías algún exemplar, pero agora xa nos encontramos con bandadas de 30 ou 40 exemplares», relata Francisco Javier Rois, presidente del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de A Pontenova y miembro de una asociación integrada por 240 pescadores.
Esta idea la ratifican las asociaciones de pescadores asturianas que en días pasados iniciaron una campaña para pedir controles más efectivos a los ya iniciados en el 2005. En un escrito dirigido a la Consejería de Desarrollo Rural manifiestan su preocupación por la situación de las poblaciones de salmónidos en todos los ríos de la región y aseguran que la cifra de cormoranes de la especie sinensis en Europa «se considera una amenaza inaceptable e inasumible». Recuerdan que en el 2008 el Parlamento Europeo ya advertía de que el número de estas aves se había multiplicado por veinte en los últimos 25 años, rondando en esa fecha (2008) 1,7 o 1,8 millones de ejemplares como mínimo, y aseguran que cada ave consume entre 250 y 700 gramos de salmónidos al día. Solicitan un plan de actuación para controlar el cormorán en Asturias desde el 1 de septiembre al 1 de abril del 2018, fijando estos períodos para años sucesivos. Indican que, aunque es ahora cuando el problema de superpoblación de cormorán afecta a los ríos gallegos y asturianos, las primeras señales de alerta se dieron en los años 80 y 90 a los gobiernos de Dinamarca y de los Países Bajos. Los pescadores piden medidas de control en zonas de nidificación y de invernada y recuerdan que en Francia se hizo un control de sacrificio en un año de 45.000 aves.
Fuente: La Voz de Galicia
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