«Es el
primer año que me he animado a probar suerte con el salmón gracias a un amigo.
Hasta ahora he sido pescador de trucha y también de lubinas en el mar. He
venido bastante esta temporada y este es mi segundo ejemplar, el primero pesó
casi cinco kilos», explicaba ayer por la mañana el donostiarra residente en
Hernani Alberto Bartolomé. Con su captura de ayer, un ejemplar de 1,77 kilos de
peso y 602 mm de longitud, pescado a cucharilla y salvaje (sin aleta adiposa
cortada ni microchip) que conseguía sacar en el paraje de Montoia sobre las
siete y media de la mañana, se cerraba la temporada de pesca de salmón en el
río Bidasoa. «Pesco normalmente a cucharilla, porque siempre he sido pescador
de trucha y es lo que utilizo habitualmente», contaba.
Con ese
ejemplar se alcanzaban los 66 permitidos este año y se adelantaba el cierre que
estaba previsto para el 31 de julio, aunque en realidad se hubiese cerrado el
30 de julio porque el 31 es martes no festivo y no se puede pescar.
A Alberto le
acompañaba su hija Afrika, de 6 años, que era la encargada de grabar con el
móvil de su padre todo el lance. «Se ha despertado esta mañana antes que yo,
sabiendo que íbamos a venir, yo creo que estaba hasta nerviosa», afirmaba.
Con la
captura en el río Bidasoa de ese salmón, el número 66 de los pescados desde el
inicio de la temporada, se ha completado el cupo establecido para este año y,
en consecuencia, ha quedado cerrada la campaña de pesca de salmones de 2018,
que se ha caracterizado por unas condiciones meteorológicas que han favorecido
las capturas.
En 2017, con
un cupo de 78 salmones, el último salmón se pescó el día 31 de julio. Cada año
el número de salmones que remontan el río Bidasoa hasta finales de año es el
que marca los que se permitirán pescar la siguiente temporada.
La normativa
establecía que la actual temporada concluiría el 31 de julio si antes no se
había alcanzado el cupo de salmones capturados, fijado en 66. El adelanto del
cierre de la temporada podría deberse, según afirma el personal técnico de
Medio Ambiente, «a la primavera excepcionalmente lluviosa de 2018, que ha
provocado riadas que han podido actuar como un efecto llamada para los salmones
a la hora de buscar la desembocadura del río para después remontarlo hasta los
lugares de desove».
Este año la
temporada de pesca de salmón en el Bidasoa comenzó antes de lo habitual, el 15
de abril, con una novedad respecto a años anteriores, ya que por primera vez se
ha instaurado un sistema de concesión de permisos similar al utilizado en los
últimos años para la pesca de la trucha. Es decir, que a parte de la licencia
para la pesca del salmón, los aficionados han tenido que pedir otro permiso
diario los días que iban a acudir al Bidasoa a probar fortuna.
El pescador
Xabier Lanz, de Bera, capturó el 18 de abril el primer salmón de la temporada
en el pozo denominado Las Nazas, en el término de Endarlatsa. Se trataba de un
ejemplar marcado con micro marca que pesó 4,750 kg y medía 775 mm de largo y
150 mm de altura. En el momento de su pesca tenía 3 años de edad (1 de río y 2
de mar). La determinación del sexo está pendiente del análisis de la muestra de
tejido que se tomó, aunque parece que se trataba de una hembra.
A la
temporada le costó arrancar, y hasta pasadas varias semanas no se produjeron
las mayores capturas. De hecho, al principio de la misma los pescadores
apuntaban a que se veían «pocos salmones este año en el río».
De los 66
salmones pescados, un total de 51 son ejemplares multi-invierno y 15 son
añales, el peso medio ha sido de 4,18 kg y 733 mm de longitud, siendo el mayor
un ejemplar con un peso de 7,63 kg y 930 mm y el más pequeño con 1,60 kg y 540
mm.
Del total de
ejemplares, 30 eran ejemplares repoblados de la piscifactoría de Mugairi, que
supone el 45% del total (19 con ablación de la aleta adiposa y además otros 11
provistos de micromarca).
La mayoría
fueron pescados a quisquilla (26) o quisquilla con lombriz (6), y los demás,
por orden de importancia: a mosca (19), lombriz (7), cucharilla (5) y ninfa
(3). Durante el mes de abril fueron extraídos 3 ejemplares, en mayo 12, en
junio 39 y el resto, 12, entre el 1 de julio y el 12 del mismo mes.
En total, 34
pescadores han conseguido capturar algún ejemplar. El pescador que más salmones
ha obtenido es David Miranda, que ha conseguido 6. La mayor parte de los
aficionados han sido navarros, seguidos por los guipuzcoanos.
Durante la
temporada 2018 se ha mantenido el mismo sistema sostenible de pesca aplicado el
año pasado con el que el Gobierno de Navarra pretende asegurar la viabilidad de
las especies pescables, a la vez que garantiza el disfrute de su actividad a
todos los pescadores con licencia.
Como
indicaba la normativa de este año, con la captura del 12º salmón
multi-invierno, (de varios años de mar y de más de 70 centímetros de longitud)
desde el 18 de mayo se cerraba temporalmente durante una semana la pesca del
salmón en el río Bidasoa, «como medida de protección de los ejemplares más
grandes». El 25 de mayo se volvía a abrir, pero tan solo se podía pescar
durante tres días, porque la normativa de este año también fijaba un periodo de
veda a mitad de temporada.
La veda se
volvía a abrir el pasado 14 de junio y finalmente la temporada finalizaba ayer,
momento en que se capturó el ejemplar número 66.
Fuente: el
diario vasco
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