«Imos á
ruína», afirmaba ayer el patrón mayor de Rianxo, Miguel Ángel Iglesias, tras
recibir en la cofradía la notificación de cierre de la pesquería por haberse
rebasado -y parece que con creces- las 63 toneladas de cupo que tenía el xeito
para los meses de mayo, junio y julio. Con esta nueva restricción, Galicia se
queda sin sardina, dado que la flota del cerco tampoco puede capturar esta
especie, al haber también agotado su tope. La noticia ha caído como un mazazo y
avanza tiempos de guerra en el sector. Al menos si no se acepta la solución que
propone la comisión de seguimiento del xeito, en la que están representados
pósitos como A Illa, Cambados o Rianxo, con importante presencia de esta flota:
que se permita a los xeiteiros volver a faenar con cargo al cupo del próximo
trimestre -agosto, septiembre y octubre-, que es de otras 63 toneladas. Claro
que de esa cantidad solo se puede disponer si se comprueba que la biomasa de la
especie ha crecido por encima de un 10 %, algo que aún debe certificar Bruselas.
Con todo, la petición ya ha sido cursada, confirmó ayer el presidente de la
Federación Galega de Confrarías, Tomás Fajardo. Y los profesionales dan por
hecho que se aceptará el adelanto en base a criterios socioeconómicos, pues se
deja en la estacada a 103 embarcaciones, las que este año despacharon para
trabajar con esa arte.
«O peche do
xeito é a noticia máis desastrosa que nos podía chegar nestes momentos, coa
xouba e a sardiña a tope de prezo». Ruperto Costa, patrón mayor de Cambados, no
entiende un cierre así cuando hay pruebas de que «na nosa ría de Arousa hai
peixe dende a quilla ata o fondo», pescado que el último que se vendió se paró
a 6,60 euros el kilo en el caso de la xouba y a 8 la sardina, «porque non
colleron tanta».Que los barcos no puedan ir al xeito provocará una saturación
sobre otros recursos, advierten. Eso, siempre que la embarcación pueda emplear
otra arte en esta temporada. No es el caso del cambadés Luis Martínez. Su
Bolero, en el que faenan tres personas, «só ten artes de inverno», así que no
le queda otra que esperar al lunes a ver si se acepta la propuesta de adelantar
a este mes parte de las toneladas que les corresponderían en agosto.
Su
indignación por un cierre «cando máis demanda de sardiña hai» era la del resto
de xeiteiros de Cambados. «Pon no titular: ‘Rías fóra dos TAC (total admisible
de capturas)’». Martínez incidía así en la idea apuntada también por el patrón
mayor de Rianxo, de que la presión de la pesca artesanal sobre el recurso -126
toneladas este año- no va a poner en peligro la supervivencia del stock. Es
más, Martínez recela de una mano negra para acabar con el xeito, al recordar
que Bruselas ya trató de prohibir su uso y que tuvieron que ir los xeiteiros a
la capital belga a mostrarles el aparejo.
Pese al
malestar y la indignación, la flota gallega, en el fondo, guarda firmes
esperanzas en poder disponer de otras 63 toneladas a partir de agosto. Primero,
porque nota la mejoría «no día a día», dice Costa. Y porque, afirman, los
científicos españoles y portugueses han visto más sardina en el caladero. Pero
su optimismo choca con la propuesta que ayer lanzó el Consejo Internacional
para la Exploración del Mar (ICES), que es que las capturas de sardina en aguas
ibéricas se reduzcan a cero en el 2019 por la fuerte disminución del stock en
los últimos años, en datos históricamente bajos.
Los biólogos han detectado escasez de
individuos adultos, de más de un año, y ese es el principal argumento para
proponer a la Comisión el cierre de la pesquería. Según apuntan, hay menos de
0,4 millones de toneladas, una cantidad que es menos de la mitad del límite
biológico seguro. Además, la cantidad peces en edad reproductiva fue en el 2017
de menos de 5.000 millones de toneladas, la cifra más baja en un decenio.
El cierre de
la sardina para cerco, racú, piobardeira y xeito ya ha tenido efectos colaterales
en el calendario de las fiestas gastronómicas gallegas. Sigue la del percebe de
O Roncudo en Ponteceso, la del pulpo en Mugardos, la del pemento do Couto en
Narón, pero ya se ha caído la Festa da Xouba de Rianxo, que este año llegaba a
su 26 edición. La exaltación del producto por excelencia con apellido rianxeiro
se ha cancelado ante la imposibilidad de contar con la cantidad de producto
necesaria para realizarla, apuntaron desde la Asociación Rianxeira de
Empresarios, promotora de la cita. Para la tradicional celebración, los
profesionales ponían a disposición de los cocineros unos 250 kilos de xoubiña,
algo imposible en esta ocasión. La entidad empresarial recalca que la finalidad
de la fiesta es «exaltar a xouba de Rianxo pescada coa tradicional e selectiva
arte do xeito», dado que esto no puede ser carece de sentido mantener la cita.
No es la
única entidad que ha tenido que cambiar de planes. El Club de Campo de Ferrol
ha tenido que suspender la sardiñada que había programado para hoy. En este
caso, la entidad dispone de un plan B y, así, en lugar de sardinas, habrá una
degustación de arroces.
Las
consecuencias del cierre de la sardina también han llegado a plazas de abastos
y supermercados. Ayer mismo, las placeras de Ribeira lamentaban haber tenido que
recurrir a xoubas de «fóra da ría» para sus puestos. Eso sí, no eran «de moi
lonxe», como algunas que dispensan grandes cadenas y que vienen del Adriático.
Fuente: La
Voz de Galicia
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