La Comisión
Europea se ha lanzado de lleno a controlar las capturas de la pesca recreativa
y ha decidido comenzar con la lubina (Dicentrarchus labrax). Bruselas acaba de
licitar un proyecto piloto por 300.000 euros cuyo objetivo último es el de
"brindar al legislador de la UE más opciones para la gestión de la
lubina" en el Atlántico. Este movimiento, aprobado por el Parlamento
Europeo el año pasado, supone "un paso más" hacia el control de las
pesquerías que se persigue desde la capital comunitaria. Así lo entiende Pablo
Pita, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), que junto
al sector recreativo gallego lidera un proyecto para conseguir datos más
fiables y, en definitiva, un mayor control sobre la actividad.
La lubina -o
robaliza- es una de las capturas más codiciadas por parte de los pescadores
deportivos, pero también es objetivo del sector profesional (el año pasado el
precio medio en las lonjas gallegas fue de casi 15 euros el kilo). La especie
tiene una distribución a lo largo de toda la fachada atlántica y desde la
Comisión entienden que su control debe mejorar.
En base a
esta necesidad el pasado año se aprobó lanzar un Plan de control para capturas
recreativas de lubina, un proyecto piloto que ahora es objeto de licitación. En
el pliego de condiciones, desde Bruselas se busca "proporcionar una
evaluación de vanguardia, identificar las mejores prácticas y desarrollar
herramientas informáticas innovadoras para el control y monitoreo efectivos de
la pesca recreativa" de la especie.
El trabajo
se alargaría por un período no renovable de 12 meses y además servirá para
identificar "fortalezas y debilidades de las soluciones disponibles"
en la actualidad para el control. "El trabajo también incluirá la creación
y/o desarrollo y prueba de aplicaciones TIC para garantizar un control más
eficiente y armonizado de la pesca recreativa", concreta la CE en el
texto.
El
investigador Pablo Pita entiende que esta medida responde a "la
preocupación europea por el estado de las poblaciones de robaliza".
Además, recuerda que en Galicia "no existen datos" sobre esta
materia, "mientras que hay fuertes restricciones hacia el norte". Y
es que en lo que respecta a la lubina del norte las posibilidades de pesca para
la flota profesional están limitadas: se permite 5,5 toneladas por buque para
la pesca con anzuelos y líneas, 400 kilos durante dos meses para los
arrastreros, 210 kilos para las jábegas y 1,4 toneladas al año para las redes
de enmalle fijas. Mientras, para los pescadores recreativos se mantiene el
límite de un pez al día durante siete meses.
Estas
medidas de control por parte de la CE sobre la pesca recreativa llegan
precisamente cuanto el sector gallego urge datos más fiables sobre su
actividad, sobre todo en cuanto a licencias y capturas. Para ello, el sector se
ha unido a investigadores de la USC para intentar reflotar un borrador de
decreto parado en 2012 para regular la actividad.
Los únicos
datos que existen en la actualidad son estimaciones llevadas a cabo por los
investigadores, que cifran entre 60.000 y 70.000 los pescadores recreativos en
Galicia, que realizan unas capturas de unas 7.500 toneladas al año,
principalmente de lubina, sargo y maragota.
Fuente: Faro
de Vigo
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