El 'lehenbiziko', el primer salmón de la temporada en el río Bidasoa se hizo esperar ayer unas horas. En torno a las 3.20 de la tarde Roberto Lanz López de 36 años y vecino de Orkoien conseguía hacerse con un ejemplar de 4,260 kilos de peso y de 74 centímetros de largo. Se trataba de una «hembra, salvaje, sin marcar, con unos dos años de mar, lo que se conoce como apiril arraia o salmón de abril», explicaban los guardas que realizaban la primera guía salmonera con la que deben contar todos los ejemplares salidos del río Bidasoa.
Roberto Lanz la pescó a cucharilla en la escalera del Pozo de los 50. Había llegado en torno a las cinco de la madrugada acompañado por un amigo, Gorka González Echarri. «Y pensar que lo he tenido tan cerca, he estado a punto de pescarlo yo», contaba Gorka. En cada postura -lugar del río donde se pesca- se puede permanecer un máximo de 20 minutos cuando hay más personas a la espera de probar fortuna. Ellos decidían compartir el turno. «Hemos llegado a las cinco de la madrugada y ya había gente. Nos ha llegado el turno para pescar a las nueve de la mañana y no ha habido suerte. Después nos hemos ido a almorzar y ahora teníamos otro turno, que hemos decidido compartir, 10 minutos yo y 10 minutos él, y es cuando le ha picado», explicaba Gorka.
«En realidad se nos ha colado un señor, con el que no hemos querido discutir y al final él ha pescado en nuestro turno y nosotros después, en el que le tocaba a él. Si llega a haber esperado probablemente el salmón lo tendría él», contaba Roberto Lanz. Habitual de hace años en el Bidasoa, este es el tercer salmón que pesca, pero se estrena con el 'lehenbiziko' de la temporada. «Ha sido una pelea dura, porque se metía en la corriente y por la fuerza que hacía pensaba que era mayor». Los esfuerzos tenían su recompensa. El Restaurante Rekondo de San Sebastián le ofreció 1.700 euros por el ejemplar. Así que tras las fotos de rigor y recoger el trofeo, se dirigió hacia la capital guipuzcoana. «Antes sí que he ido a otros ríos a pescar, como al Sella, pero en los tiempos que corren está difícil. A lo mejor ahora hago una escapada», comentaba.
Ayer se abría la temporada de pesca en la zona norte de Navarra y desde medianoche los pescadores iban llegando para coger turno. En tiempos de crisis muchos se acercan a probar fortuna, porque el primer salmón de la temporada es el único que se puede comercializar.
Todo hacía pensar -la cantidad de agua que baja y el que la temporada comience el 1 de mayo cuando antes se abría en marzo-, que el primer salmón saldría a primera hora de la mañana, pero no fue así. Las aguas estaban algo turbias y como todavía no se puede utilizar cebo natural, probaban suerte con cucharilla. «Pero si el bicho está en el fondo, a lo mejor ni la ve». Los asiduos estaban sorprendidos por la cantidad de gente que se había acercado al Bidasoa. «Ya el año pasado se notó más afluencia. Por la crisis».
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