Asistentes a la cita gastronómica degustan, ayer, los callos |
Los callos es un plato que levanta pasiones. Prueba de ello es la revuelta que se originó ayer en la Xuntanza de Maiores de Arteixo cuando se agotaron las existencias del solicitado manjar. Cerca de cuarenta vecinos de Abegondo se quedaron sin probar los callos debido, según asegura el Concello arteixán, a la falta de previsión de la empresa de catering encargada de servir un menú a base de empanada, callos, tarta larpeira, helado, vino y café para setecientas personas.
Las dos últimas mesas no pudieron degustar el plato principal debido a la generosidad de la empresa a la hora de servir a las mesas anteriores por lo que los afectados, que habían pagado trece euros por asistir a la cita gastronómica (siete más que los empadronados en Arteixo) comenzaron a protestar y a increpar a los camareros.
No faltó algún que otro golpe sobre la mesa que puso en alerta al alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, que trató de calmar los ánimos y pidió disculpas de forma reiterada, aunque nada pudo hacer para que las cuarenta personas pudieran probar la exitosa receta que cada año congrega a centenares de vecinos de Abegondo, Carral, Bergondo, Betanzos, Cambre y Arteixo en el Pazo dos Deportes.
El Ayuntamiento asegura que devolverá el dinero a las personas afectadas, cantidad que después repercutirá a la empresa por su, apunta, "falta de previsión". Según aseguran alguno de los presentes, muy molestos por culpa de este contratiempo gastronómico, la firma responsable del catering no era la misma de los últimos años. Después del altercado, la Xuntanza de Maiores de Arteixo, que ayer celebró su decimoquinta edición, prosiguió con normalidad con una tarde de baile.
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