Ahora si. Después de algún que otro aplazamiento e infinidad de negociaciones -aún no cerradas- entre Consellería do Mar y cofradías de pescadores, el sábado comienza la veda de la centolla autóctona (Maja squinado), que de este modo abandona las lonjas, plazas de abastos, pescaderías y restaurantes gallegos.
El preciado crustáceo alcanza este fin de temporada con precios que oscilan entre los 15 y los 20 euros, para las mejores piezas, pero también con tarifas mucho más asequibles para los ejemplares menos "entrados en carnes".
Salvo en contadas excepciones, el precio ha caído mucho en las últimas semanas, al igual que las cantidades de producto descargadas en puerto. En lo que va de mes, por ejemplo, los datos aún provisionales que maneja la Consellería do Mar hablan de apenas una tonelada de centolla vendida en lonja, con testimoniales precios máximos de entre 20 y 25 euros en Burela, Cambados, Cangas, Pontevedra (Mercado) y Vigo. Unos topes que se situaron entre los 15 y los 20 euros en Bueu, Caión, O Grove y Portonovo.
Aunque las cifras referidas al mes en curso son poco representativos, no cabe duda de que la calidad ya no es la misma, ni tampoco el tirón mediático, social y gastronómico que tuvo este recurso cuando empezó su campaña, hace ya ocho meses.
La misma tendencia que, sin duda, tendrá de nuevo cuando la Consellería do Mar vuelva a autorizar su captura. Inicialmente está previsto que se reabra la campaña el 17 de noviembre, pero en puertos como el de O Grove, el más importante para este recurso, seguirán luchando para intentar que se adelante la fecha, tal y como solicita incluso el pleno de la corporación municipal.
A la espera de acontecimientos, lo que sí está claro es que a partir del sábado dejará de verse en los puertos uno de sus productos estrella, salvo que, como también suele ocurrir cada año, algunos se dediquen a la práctica de la pesca ilegal y descarguen centolla sin autorización para ello, y por tanto sin respetar la veda impuesta para permitir la recuperación de este recurso.
Atrás quedan, por tanto, nueve meses de actividad pesquera que sirvieron para vender en las lonjas de Galicia más de 345 toneladas de centolla, por un valor aproximado en primera venta de tres millones de euros.
Cabe desglosar esas cantidades en dos, un referida a la recta final de 2012 -para entender mejor el tirón que tiene esta especie en Navidad- y la otra correspondiente a lo que va de 2013.
Entre noviembre y diciembre del pasado ejercicio se comercializaron en las lonjas gallegas más de 256 toneladas de esta especie, con unos ingresos cercanos a los 2 millones de euros.
En O Grove, donde se obtiene la mayor rentabilidad por este producto, la venta de más de 42 toneladas se tradujo en una facturación de 471.000 euros, mientras que en Ribeira comercializaron en el mismo periodo 47 toneladas, para ingresar 346.000 euros, en A Coruña vendieron 65 toneladas (305.000 euros) y en Vigo fueron 18 toneladas (155.445 euros).
Por su parte, en el primer semestre del presente ejercicio -hay que insistir en que son cifras provisionales- se rondan las 90 toneladas, por importe de 835.000 euros.
De nuevo los mayores ingresos se registraron en O Grove, con 179.000 euros entre enero y la actualidad, por delante de los 141.000 de Ribeira, los 124.000 facturados en A Coruña y los 80.000 de Vigo.
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