Un dispositivo de tres operarios se encargará de manera permanente de la limpieza del cauce del río Lagares. La creación de esta minibrigada fue anunciada ayer por el alcalde en una visita para comprobar el estado en que se encuentra. Según Caballero, los tres empleados municipales llevan once días realizando este cometido, que ayer llevaban a cabo en la zona situada frente a la factoría de Citroën.
El alcalde justificó esta medida en la necesida de mantener en buen estado el cauce del Lagares «que se ha convertido en una activo medioambiental y turístico». También destacó «la positiva situación en que se encuentra «con agua limpia como puede comprobarse visualmente». Relacionó esta mejoría en el hecho de que «la cifra de vertidos ha descendido notablemente debido a la vigilancia del Concello y a las denuncias presentadas contra los infractores».
La limpieza general de los márgenes del Lagares, desde su nacimiento hasta la desembocadura en Samil, «pretende evitar contigencias en vísperas del inicio de la temporada de lluvias, algo que habitualmente se produce en el mes de octubre». No obstante, a partir de ahora este grupo de tres operarios realizará dicha labor a lo largo de los doce meses del año.
En este contexto, Caballero protestó por la presencia de varios troncos de gran tamaño caídos sobre el cauce, que en caso de lluvias intensas podría convertirse en presas con el material que arrastre el Lagares. «Existen once troncos derribados y hemos pedido a Augas de Galicia que los retire, pero no nos ha hecho caso». El alcalde dejó claro que la competencia en la materia corresponde al organismo autonómico «que no nos ha hecho caso, por lo que tendremos que hacerlo nosotros», se comprometió.
Puestos en contacto con Augas de Galicia, aseguraron que no hay constancia de ninguna petición en este sentido, y que en caso de llegar sería tramitada. Afirmó igualmente que la Xunta ha realizado numerosas actuaciones en los últimos tiempos en el Lagares atendiendo las peticiones que se han producido.
Aplaudimos esta buena iniciativa pero no basta. Todas las corporaciones, sin excepción, nos obsequian con la ceremonia bautismal del concejal o concejala de turno, armados de katiuskas, paseando por el cauce del Lagares y anunciando el fin de los vertidos y el río limpio. Aparentemente, no se escatiman medios: canalizaciones, tanques de tormenta, redes de recogida de pluviales, sistemas telemáticos de control, patrullas ciudadanas... Casi un río de hormigón paralelo al cauce natural. Pero la tecnología parece estar reñida con la tubería. El último informe de Aguas de Galicia señala más de 30 puntos de vertido al Lagares, de los cuales 11 pertenecen a la red municipal de saneamiento. El informe del Proxecto Ríos, la red de voluntariado ambiental que controla y cuida nuestros cauces fluviales, señala también al Lagares como uno de los ríos más contaminados de Galicia. La última noticia, por si no nos hubiéramos dado cuenta cada otoño, es que su curso bajo es una zona susceptible de desbordamientos. Vaya, una de las zonas en las que no se deberían instalar asentamientos humanos ni infraestructuras, que es justo lo que uno se encuentra en ella. El Lagares no necesita que le echen una mano, bastaría con que se la sacásemos de encima. Bastaría dejar que la naturaleza recupere nuestro río.
Aplaudimos esta buena iniciativa pero no basta. Todas las corporaciones, sin excepción, nos obsequian con la ceremonia bautismal del concejal o concejala de turno, armados de katiuskas, paseando por el cauce del Lagares y anunciando el fin de los vertidos y el río limpio. Aparentemente, no se escatiman medios: canalizaciones, tanques de tormenta, redes de recogida de pluviales, sistemas telemáticos de control, patrullas ciudadanas... Casi un río de hormigón paralelo al cauce natural. Pero la tecnología parece estar reñida con la tubería. El último informe de Aguas de Galicia señala más de 30 puntos de vertido al Lagares, de los cuales 11 pertenecen a la red municipal de saneamiento. El informe del Proxecto Ríos, la red de voluntariado ambiental que controla y cuida nuestros cauces fluviales, señala también al Lagares como uno de los ríos más contaminados de Galicia. La última noticia, por si no nos hubiéramos dado cuenta cada otoño, es que su curso bajo es una zona susceptible de desbordamientos. Vaya, una de las zonas en las que no se deberían instalar asentamientos humanos ni infraestructuras, que es justo lo que uno se encuentra en ella. El Lagares no necesita que le echen una mano, bastaría con que se la sacásemos de encima. Bastaría dejar que la naturaleza recupere nuestro río.
No hay comentarios:
Publicar un comentario