La imagen no puede ser mas elocuente:
Las aguas de la dársena de la Marina amanecieron anteayer afectadas por una gran mancha de gasoil. El fuerte olor a hidrocarburo también se hacía notar en todo el entorno de este muelle de invernada.
Nada más tener conocimiento de los hechos, navegó hasta la zona una de las embarcaciones Pelícano que forman parte de la flota de la empresa Marítima Global Service.
Pero el trabajo de retirada del producto contaminante no fue fácil. La capa de gasoil que flotaba en la capa de agua de la Marina era demasiado fina para que que pudiese ser absorbida por los sistemas de limpieza de la embarcación. Ante esta situación, los tripulantes de la Pelícano optaron por tratar la mancha con productos disolventes. También utilizaron el equipo de propulsión de la embarcación para disolver el vertido.
Mientras, desde tierra también trabajaron otros efectivos de la empresa Marítima Global Service. Utilizaron para ello el mismo líquido disolvente que empleaban desde la lancha antipolución.
La Guardia Civil será la encargada de investigar cuáles fueron las causas del vertido, según indicaron fuentes de la comunidad portuaria. Si bien, ya está descartada la posibilidad de que el material contaminante llegase desde cualquier conexión de la red urbana de alcantarillado: «El saneamiento integral de la ciudad permitió que todos los desagües que vertían en el puerto se bombeen hacia Bens», señalaron estas mismas fuentes.
El vertido que contaminó las aguas de la dársena coincidió con la estancia en el puerto de A Coruña de dos trasatlánticos, el Aida Sol y el Discovery. En ellos llegaron a la ciudad alrededor de 3.000 pasajeros.
Las operaciones de limpieza fueron seguidas por un importante número de turistas, que no dejaron de mostrar su sorpresa ante este vertido en el centro de la ciudad.
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