En el fondo de muchos de los ríos de la comarca de Pontevedra está fijada la contaminación por metales pesados, a la que se suma otros vertidos químicos más recientes y los aportes nocivos de explotaciones agrícolas y ganaderas. Del maltrato durante décadas vienen ahora estos lodos, que complican además el dragado de los cauces. El plan de limpieza en marcha fija el 2015 como punto de inflexión. Ni una gota más de contaminación que comprometa aún más el futuro.
El río Lérez solo se encuentra en buen estado de conservación en su parte inicial. La actividad agrícola es responsable de la aparición de fósforo en su curso por Cotobade, tramo donde también se observa plomo. A su paso por la ciudad, su estado ecológico mejora, pero la presencia de mercurio en sus fondos empeora su conservación en la ciudad.
El Umia es uno de los sistemas fluviales más dañados de toda Galicia y se refleja en el Plan Hidrológico. En su tramo anterior al embalse, los aportes de materia orgánica por la agricultura crean amonio, mientras que aguas abajo, los indicadores biológicos oscilan entre moderado y deficiente, en un balance global de malo, con mercurio al tramo final.
La presa caldense no está en buen estado de conservación en el ámbito ecológico ni tampoco en el químico. En A Baxe hay problemas por la proliferación de fitoplancton -cianobacterias-, que provocan falta de oxígeno y transparencia. Los aportes agrícolas conllevan también la aparición de fósforo. En los análisis se ha detectado zinc y plomo.
Como máximo responsable de Augas de Galicia, Francisco Menéndez está al tanto de la situación de los ríos al final de la época estival, siendo el Umia uno de sus puntos más sensibles.
-¿Cómo está el río Umia?
-Este año el problema de la cianobacteria está bastante amortiguado, pero parece que a principios de semana surgió el blum de todos los años. Estamos pendientes de ver cómo evoluciona.
-La cianobacteria en el embalse ha tenido altos y bajos este año. ¿Cómo resulta el tratamiento de corteza de eucalipto?
-Sabíamos que este año lo íbamos a aplicar de urgencia y lo vamos a mantener todo el invierno a la espera de que alcance una máxima efectividad el año que viene. Además se están haciendo pruebas de contraste y se está investigando si este plan ha mitigado la aparición de la cianobacteria, si la ha retrasado o si remite antes. Esto es lo que podremos saber a final de la temporada.
-Entonces, el tratamiento de corteza de eucalipto seguirá todo el año?
-Sí. Los problemas del embalse son consecuencia de los nutrientes que recibe y que la solución no pasa por la corteza de eucalipto, sino por por una mejora del saneamiento y de las prácticas agrarias en la cuenca. Mientras eso no se consiga, que se logrará a medio plazo, los tratamientos de eucalipto son para mitigar esas proliferaciones. Es tranquilizador que el embalse tiene un nivel más alto que el año pasado y que la cianobacteria se queda en la superficie, mientras que la captación de Caldas está más profunda y con una concentración de cianobacterias mucho más baja.
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