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| Activistas de Greenpeace sabotearon la partida del súper arrastrero 'Margiris' de un puerto holandés |
Greenpeace logró impedir que un súper arrastrero partiera de Holanda con destino a Australia. Un grupo de activistas con aptitudes para escalar y bucear saboteó el FV Margiris, de 140 metros de eslora, en el puerto holandés de Ijmuiden. Los activistas colocaron una cadena alrededor de la hélice del barco y se colgaron de los cables que lo conectaban con el muelle para impedir su partida.
Los operadores del barco esperan recibir la aprobación del Gobierno para partir hacia Devonport. El FV Margiris, con bandera de Lituania, es uno de los barcos arrastreros más grandes del mundo. El pesquero operará bajo el pabellón de Australia para capturar más de 17.000 toneladas de pescado para carnada en la costa sur de la isla de Tasmania.
Donde sea que opere este barco, destruye los stocks de peces y arruina la supervivencia de los pescadores”, explicó el defensor de los océanos de Greenpeace Nathaniel Pelle. “Junto con una amplia sección de la comunidad que declaró que el Margiris no es bienvenido, redoblaremos los esfuerzos para evitar que haga lo mismo en las aguas australianas.”
Pelle argumenta que dados sus antecedentes de “saquear los océanos del mundo”, permitir que el Magrinis pesque en las aguas australianas ridiculiza los compromisos ambientales asumidos por el país y su gran trabajo para establecer reservas marinas nuevas.
“El Margiris es una mala noticia para Australia e irresponsable para el ámbito mundial. Ofrecer a este barco otra pesquerías para saquear, simplemente perpetúa una industria pesquera no sustentable”, sentenció el activista.
En Tasmania, una petición en contra del arribo inminente del barco reunió miles de firmas, entre las que había de celebridades como el cantante Guy Sebastian y el surfista Kelly Slater.
Los ecologistas quieren que se prohíba que el Margiris opere y el miembro independiente del Parlamento de Tasmania Andrew Wilkie instó esta semana a la primera ministra Julia Gillard a que se sume al pedido.
En tanto, la Autoridad Australiana de Administración Pesquera (AFMA) minimizó las preocupaciones en torno al súper arrastrero. Sostiene que las operaciones no tendrán un gran impacto -si es que tienen alguno- en todo el ecosistema, dados los límites estrictos de captura implementados.
AFMA también aclaró que el arrastrero tendrá permiso para capturar sólo el 10% del pescado disponible, una cifra que considera muy cauta porque está por debajo de los estándares internacionales.
Y Seafish Tasmania, la empresa que operará el barco, asegura que los observadores que viajarán a bordo del arrastrero controlarán que se cumplan las normas.
El director de Seafish, Gerry Geen, precisó que la cuota fijada por AFMA se calcula que representará el 5% del total de la pesquería australiana de pescado para carnada.
“No es el tamaño del barco lo que importa, sino el tamaño de la cuota -subrayó Geen-. Ya se iniciaron los procedimientos habituales para que el Margiris se registre como un barco australiano.”
La empresa planea comenzar a pescar en agosto.
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