Esperpéntica sesión en el Congreso, con los diputados eufóricos con las medidas contra los ciudadanos de a pie. Parecía que les encantaba todo eso. De todas formas no me extraña dada la verdulería en que está convertida esta institución. Pero claro, ellos no sufren en absoluto la situación del resto de España.
El miércoles, en el Congreso, no hubo lágrimas al estilo de aquella emocionada ministra italiana, Elsa Fornero, que se quebró al presentar los recortes del Gobierno de Mario Monti. En España, sin embargo, el anuncio del ajuste más duro de la democracia fue recibido entre los diputados con algunas protestas por parte de la oposición y con un rotundo aplauso en las filas del Partido Popular.
Las redes sociales, inflexibles, no tardaron en comparar los vítores que le brindaron a Rajoy tras su comparecencia con las lágrimas vistas en el Congreso italiano, y en proliferar las imágenes y comentarios en los que se lamentaba la actitud de los diputados del Partido Popular. Críticas a las que se ha sumado el malestar despertado por el «¡Que se jodan!» de Andrea Fabra, catapultado hasta el trending topic en Twitter o una petición a través de change.org, la principal página web de activismo digital, para que presente su dimisión.
Por otro lado, Andrea Fabra, diputada del PP por Castellón, ha expresado hoy su indignación después de que el PSOE haya pedido que abandone su escaño. Los socialistas acusan a la hija de Carlos Fabra de haber gritado desde su posición en la tercera fila de la bancada popular un sonoro «¡Que se jodan!», supuestamente dirigido a los parados, en el preciso instante en que Mariano Rajoy anunciaba la reducción de la prestación por desempleo.
La reacción de Andrea Fabra no se ha hecho esperar. La diputada popular acusa al PSOE de «manipular y tergiversar usando el drama del paro». Aunque Andrea Fabra ha admitido sus palabras, ha querido dejar claro que en ningún momento insultó a los parados, ya que la polémica frase era una respuesta a la «bronca» montada por los socialistas. Fabra cree que eso queda bien claro en el vídeo del pleno: «Eso lo demuestran las imágenes, que me dirijo en todo momento a la bancada de los diputados del PSOE, que estaban gritando y lanzando frases insultantes ante la comparecencia del presidente del Gobierno». «Me siento dolida e indignada con el PSOE por manipular y tergiversar usando un drama que afecta a más de cinco millones de personas desempleadas y hacia las que tengo el mayor respeto y solidaridad», ha subrayado. Una indignación, ha asegurado, que es aún mayor teniendo en cuenta que «las políticas de despilfarro e irresponsabilidad aplaudidas y apoyadas por los socialistas en la pasada legislatura fueron las responsables de la difícil situación que atraviesan millones de españoles».
Para Fabra, la actitud del PSOE hace evidente que el debate del pasado miércoles en el pleno de la Cámara Baja no le salió bien «y están intentando ganar lo que no ganaron en el debate a través de una campaña difamatoria contra el grupo popular». Andrea Fabra ha hecho hincapié en que lo que pretendieron en esa sesión los diputados del PP es acallar las constantes protestas y gritos de los diputados socialistas, «pero sobre todo quiero insistir en que en ningún momento me refería a las personas que se encuentran en una situación de desempleo y por las que tengo el máximo respeto y la mayor solidaridad», ha reiterado.
Fuentes del PSOE, sin embargo, aseguraron ayer que habían podido comprobar en el vídeo de la sesión en la Cámara Baja cómo la hija del expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, se expresaba en estos términos en el momento en el que Rajoy anunciaba la reducción de las prestaciones por desempleo a partir del séptimo mes. Las fuentes señalaron que en el diario de sesiones no aparece recogida la expresión -en ocasiones se recogen las frases que se oyen desde los escaños, aunque en otras las palabras sólo figuran como «murmullos»-, pero que en el vídeo del pleno se puede escuchar «claramente» a Fabra pronunciar la irrespetuosa frase.
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