martes, 17 de julio de 2012

La polémica continua con el súper arrastrero

El súper arrastrero de bandera lituana 'Margiris'

En medio de la fuerte oposición expresada por la sociedad local, Seafish Pelagic busca respaldo para introducir un súper arrastrero en Tasmania. A los ambientalistas y a algunos pescadores les preocupa que el barco acabe con los recursos de las aguas de la región.

En un intento por aquietar los ánimos, el director de Seafish Pelagic, Gerry Geen, salió al cruce de “los comentarios engañosos de los políticos”, que hacen que la gente ignore que el súper arrastrero Margiris tiene una cuota permitida y en cambio sólo se fije en el tamaño del barco.

El empresario aclaró que Seafish Tasmania tuvo una cuota anual de entre 16.000 a 25.000 toneladas de pescado durante los últimos 10 años, en comparación con la cuota actual de 17.800 toneladas establecida para 2012-13. El Margiris pretende capturar jurel y cardenal en las aguas australianas y enviar el pescado a África occidental para consumo humano.

“La gente debe dejar de lado el tamaño del barco y observar la estructura con la que operará. Es el mejor lugar del mundo para un barco como éste”, dijo el directivo.

Por su parte, el doctor Bob Kearney, profesor emérito de administración pesquera de la Universidad de Camberra y exmiembro del consejo de la Autoridad Australiana de Administración Pesquera (AFMA), sostiene que las afirmaciones de que el Margiris agotará los recursos pesqueros locales son totalmente falsas.

“Es una especie extremadamente abundante [el jurel] para los estándares australianos -señaló-. Me sorprendería que una captura de 100.000 toneladas perjudique a la especie, y en caso de que llegara a perjudicarla, se recuperaría rápidamente si se frena la captura.”

En tanto, el parlamentario Andrew Wilkie dijo que se había reunido recientemente con Geen.

“El argumento de ellos es que capturarán una proporción tan pequeña del stock australiano que no habrá impacto en la pesquería, pero no me convence ese argumento -recalcó-. Seguiré apoyando a los pescadores comerciales y deportivos locales y no quiero ver ese barco en las aguas australianas.”

Wilkie manifestó su preocupación porque el súper arrastrero ya está en camino a Tasmania, aun cuando todavía no obtuvo una licencia para operar.

“Por eso me preocupa que ya tenga cierta aprobación [por parte del Gobierno federal]”, agregó.

El legislador Kim Booth, del Partido Verde, comparte esa preocupación y demandó que el ministro federal de Pesca, Joe Ludwig, no otorgue la licencia para que opere el súper arrastrero.

“El ministro federal Ludwig podría acabar con la inquietud y la angustia de toda esta comunidad simplemente evitando que este súper arrastrero obtenga una licencia para operar en las aguas australianas”, enfatizó.

Una vocera de Ludwig dijo que todavía no habían recibido la solicitud de una licencia para operar.

"No es la función del ministro de Pesca intervenir y tomar las decisiones operativas en nombre de la autoridad pesquera independiente -explicó-. Si el Margiris presenta la solicitud y es aprobada, estará sujeto a los mismos estándares estrictos de regulación que todos los operadores."

Los pescadores organizaron protestas en todo el estado para esta semana.

 

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