La pesca del bacalao por parte de los barcos gallegos en el Mar de Barents, en el Ártico, es sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Así lo certifica el Marine Stewardship Council (Consejo para la Gestion Pequera Sostenible), más conocido por su inciales MSC, que expide las ecoetiquetas que lo avalan, y cuyo criterio es respetado internacionalmente por las asociaciones conservacionistas. MSC evalúa 31 parámetros para decidir si otorga o no el sello de pesca sostenible. El proceso de evaluación de los bacaladeros ha durado un año.
El presidente de la Asociación Nacional de Armadores de Bacalao (Agbar, ya que nació como asociación gallega), Iván López Van der Veen, señaló que «se puede pescar mediante el arrastre y ser respetuosos con el medio ambiente».
La asociación de bacaladeros se ha visto diezmada en los últimos años y actualmente está formada por cuatro barcos con base en Vigo. Agbar captura el 66 % de la cutoa española de bacalao de un total de 19.000 toneladas.
Iván López se quejó de las críticas que se formulan desde diversos frentes a la pesca del bacalao. «Hay mucha presión de organizaciones que usan las redes sociales». Un ejemplo fue la campaña de Greenpeace en contra de la pesca del bacalao en el mar del Norte que estuvo a punto de tener consecuencias muy negativas en los supermercados británicos. Sin embargo, la situación del recurso en Barents y el modo de explotación es «muy diferente».
La directora del Consejo para la Gestión Pesquera Sostenible en España y Portugal, laura Rodríguez explicó en la entrega del certificado a Agbar que la pesca en el mar de Barents «es muy limpia» y está constituida en un 98 % por ejemplares de bacalao y un 2 % por abadejo.
Ignacio Urcola, vicepresidente de Agbar insistió en que «si no somos sostenibles no podemos apostar por el negocio de al pesca».
Por su parte, Carlos Moreno, subdirector general de acuerdos y organizaciones regionales de pesquerías de la Secretaría general del Mar manifestó que «con la implantación del diario electrónico de las capturas a bordo hemos dado un salto cualitativo en la gestións ostenible. Y recalcó que la Administración española siempre ha puesto el listón alto en cuanto exigencias a los armadores. Moreno admitió que «en las negociaciones con Noruega y Rusia, que son los que establecen las normas en el caladero ártico no siempre tenemos satisfacciones completas».
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