Poco queda del enorme hueco que dejó en As Encrobas (Cerceda) la mina de lignito. Tras el cese definitivo de la actividad en el 2007, a principios del 2008 comenzaba el llenado de agua del que será el segundo mayor lago artificial de Galicia, tras el de As Pontes. Una tarea que deberá estar lista el próximo año, y que se ha acelerado notablemente con las intensas lluvias de los últimos meses, además del caudal incesante de sus 16 vaguadas y cursos fluviales.
En la actualidad, el lago está ya al 75 % de su capacidad, con un volumen de 113 hectómetros cúbicos (frente a los 150 previstos en el proyecto). Toda esta masa de agua ocupa una superficie de 142 hectáreas, o lo que es lo mismo, 1,4 millones de kilómetros cuadrados, no muy lejos de las 167 hectáreas que tendrá cuando termine el proceso.
En lo que habrá pocos cambios es en las medidas que se pueden apreciar ya ahora. De hecho, el ancho previsto de 800 metros ya se supera, y está en 900 metros. En el largo todavía falta: la longitud total será de unos 2.100 metros, frente a los 2.050 actuales. El perímetro de rebose superará los 6.000 metros.
Finalmente, la profundidad máxima del lago lleno será de 205 metros, y ahora está ya (cota de la semana pasada) en 183,82 metros.
Al margen de toda esta nueva superficie acuática, a su alrededor se ha creado una enorme zona verde, con miles de frondosas plantadas, que ya son un bosque. De manera natural, el lago sirve además de refugio para aves acuáticas, que ya desde los primeros años de cambio se han ido asentando.
Por otro lado, el control del agua es constante, teniendo en cuenta que abastecerá la traída de A Coruña en el futuro, cuando la actual propietaria, Gas Natural Unión Fenosa, ceda su gestión al dominio público hidráulico, a través de Augas de Galicia.
Fuente: La Voz de Galicia
No hay comentarios:
Publicar un comentario