sábado, 15 de marzo de 2014
Abre la temporada de trucha en Galicia 2014
Mañana se abre la temporada de la trucha en la comunidad gallega, después de un invierno de copiosas y persistentes lluvias. Es una apertura limitada, pues de ella quedan excluidas las cabeceras de los ríos de montaña, las aguas salmoneras y las habitadas por el reo. La Orden del 16 de diciembre pasado que fija las normas para esta campaña define hasta un total de once períodos diferentes de vigencia para la pesca según peces, tramos de río y modalidades de captura. Hasta mayo no queda habilitada para la pesca deportiva la totalidad de los espacios fluviales de la comunidad autónoma en los que se puede practicar la pesca.
La normativa para el 2014 no incluye muchas novedades respecto de la anterior, pero sí algunas que ya han levantado ampollas en la afición, de manera espacial la ampliación de cursos fluviales considerados salmoneros, catalogación que impone restricciones al ejercicio de la pesca. En uno de los dos cotos del río Sor, por ejemplo, la Administración liberó unos veinte mil juveniles de salmón y decretó preventivamente su condición de salmonero aun antes de saberse el resultado de su iniciativa, decisión que pasó por alto en los cinco años en los que se sembraron más de trescientas mil huevas de salmón embrionadas en el coto de Ombre en el río Eume. La misma medida adoptada para el río Mera, sin embargo, no causó sorpresa porque la presencia de salmones en sus aguas era más que un secreto a voces. El tercero de los nuevos ríos salmoneros es el Anllóns en su curso bajo. Otras novedades de la temporada son que en los embalses de Hedradas y Barrié está autorizada la pesca de perca negra y ciprínidos durante todo el año; se incrementan los tramos de pesca sin muerte en las cuatro provincias y el Umia recupera sus cuotas de pesca. Los precios de los permisos para acceder a los tramos acotados, que fueron incrementados sorpresivamente mediada la temporada pasada, se mantienen: 13 euros por pescador y día para los tramos salmoneros, 8 para los de reo, 4 para los de trucha, 2 para ciprínidos y pesca sin muerte, y 6 para los tramos de pesca intensiva.
Esta pretemporada se ha vuelto a desairar a los pescadores al sacar a sorteo los permisos para los cotos sin informarles previamente de las normas que deberán cumplir a pie de río. Tampoco se incluye en el folleto editado por Medio Ambiente el número de pescadores que puede acceder a cada acotado durante cada jornada. Ni que decir tiene que la Administración no cree necesario dar cuenta de las razones por las que decreta la veda en un trecho medio de un coto, como por ejemplo el de Aranga. Estas y otras son cuestiones que irritan a los aficionados y los indisponen contra quienes tienen por misión administrar un bien de dominio y propiedad públicos.
Aun así, con un tiempo primaveral y una abstinencia de seis meses, mañana serán muchos los pescadores que intentarán hacerse con unas truchas no en ríos revueltos sino en cursos de agua que la meteorología reciente ha dejado cristalinos y pletóricos.
Fuente: La Voz de Galicia
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