Heladas y frío mezclado con calor, bastante calor. El cóctel se le atragantó a los aficionados de Deza y Tabeirós-Terra de Montes este domingo en la primera jornada de la temporada de pesca. Hubo menos capturas de las esperadas, con los ríos a rebosar. Las expectativas no se cumplieron en buena medida por el tiempo, tanto porque dificultaba que las truchas picasen el anzuelo como por la invitación a disfrutar el ocio de otra forma en lugar de con una caña en la mano.
Desde la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín, su presidente, José Luis Gil, incidía en que «o día non foi o máis axeitado, houbo moito frío pola mañá e despois moi bo día». Contabilizaron mucha abundancia de cañas pero se produjeron pocas capturas en los cotos de Lalín y Rodeiro que gestiona esta sociedad. Por su parte, Jesús Pérez, de la Sociedade de Caza e Pesca de Silleda, aludió a comportamientos diferentes en función de los cauces fluviales. Así, en los tramos libres o regatos con poco caudal «foi unha boa xornada, con xente que acadou o tope de pezas e foise contento». La otra cara de la moneda se detectó entre los aficionados con permisos para los cotos, ya que en este caso picaron poco.
Hubo eso sí mucha presencia de pescadores, por ejemplo en el río Deza, que «ten moita auga». Funcionaron bien los tramos de poco caudal y entre las capturas más destacables en Silleda una trucha de treinta centímetros. «Funcionou ben tanto o cebo vivo como o artificial», explicó Pérez Caramés.
Desde la sociedad Río Ulla de A Estrada se incidía en que no fue la dominical una buena jornada de pesca en esa zona. Las temperaturas no facilitaron el trabajo. Eso sí, hubo alguna captura de cierto pedigrí, como una trucha de 33 centímetros que picó en Liñares y muchas cumplieron las medidas exigidas esta temporada, de un mínimo de 19. Hubo más cañas por la mañana que por la tarde, con sitios al completo en su cupo.
Fuente: La Voz de Galicia
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