sábado, 15 de noviembre de 2014
Capturan en la costa vasca una decena de ejemplares de pez globo tóxico en solo dos días
La aparición del pez globo o tamboril en aguas vascas ha dejado de ser un hecho puntual. En apenas dos jornadas, la flota de bajura que faena más cerca del litoral, a escasas cuatro y cinco millas de la costa, ha capturado una decena de ejemplares de Lagocephalus lagocepalus, una especia tóxica cuya ingesta elevada genera problemas intestinales y desencadena fallos renales hasta provocar incluso la muerte. Las piezas -casi todas de entre 40 y 50 centímetros- han sido apresadas por pesqueros vizcaínos y cántabros, con base habitual en Ondarroa, así como por otros dos barcos de Getaria y Hondarribia. Estas capturas se suman, además, a otras cuatro piezas desembarcadas en las últimas semanas en San Sebastián, Mutriku, Zierbena y Ea.
Los arrantzales no han tenido problemas para identificar «este extraño pez que no habíamos visto hasta ahora», señalaron varios marineros. Salieron a faenar el lunes tras recibir la advertencia lanzada por el Gobierno vasco a todas las cofradías sobre su posible aparición y la necesidad de prestar especial atención a la hora de realizar las descargas en las lonjas. «En el agua no es fácil de distinguir, pero cuando lo subes a bordo no hay duda alguna; tiene un aspecto inconfundible», señalaron desde el 'Brisas II', de Santander, embarcación que descargó ayer en Ondarroa un ejemplar de pez globo enviado para su análisis a las instalaciones de Azti.
«Es imposible no verlo. Además, en los cuarenta años que llevamos en la mar no habíamos pescado nada parecido y eso que algunas veces se cuelan ejemplares poco comunes», añadieron. De color gris plateado, presenta un vientre blanquecino con puntos negros repleto de espinas, muy visibles cuando se infla como un globo para protegerse de sus depredadores. La mayor parte de los ejemplares capturados estos días han sido localizados a un par de horas de ruta de la costa de Pasaia por barcos que faenan tanto al palangre como con redes.
Aunque conocían de su existencia en otros mares de aguas más templadas, su aparición a lo largo del Cantábrico ha «descolocado» a sus captores. «La mar es así de imprevisible, pero estamos convencidos de que el calentamiento y los cambios climáticos algo tienen que ver porque afectan, y mucho, a todas las especies marinas», recalcaron varios patrones ondarreses. Técnicos de Azti, por su parte, reiteraron de nuevo que las razones obedecen probablemente más a cuestiones puntuales, entre las que destacan el cambio de las corrientes marinas y el efecto arrastre del viento sur.
Los arrantzales consideran «improbable» que se introduzca en la cadena de comercialización, aunque llegue mezclada o enganchada en los aparejos. «Ni el pez globo tóxico ni ninguna otra especie que no sea conocida ni apta para el consumo tiene salida en lonja, básicamente porque no se pone a la venta y porque no resulta rentable», detallaron portavoces de las cofradías vizcaínas. En esa misma línea, el Gobierno vasco reiteró ayer la ausencia de cualquier tipo de alarma sanitaria.
«Ningún ejemplar de pez globo llegará a nuestras pescaderías. A la profesionalidad de los arrantzales se suma el trabajo de los inspectores pesqueros que controlan la calidad de los apresamientos que realizan nuestras embarcaciones y las que descargan en nuestros puertos», recalcaron desde el Ejecutivo autónomo.
Fuente: Elcorreo
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