Un paseo por los ríos salmoneros de Galicia

Ya que estamos en plena temporada, vamos a dar un breve paseo por los ríos salmoneros de Galicia.

Antaño, el grueso de aguas salmoneras lo conformaban los ríos Miño, Ulla, Landro, Ouro, Mandeo, Eo, Verdugo, Lérez, Tambre, Umia, Grande, Anllóns, Eume, Xuvia, Mero y Sor, pero hoy esta oferta se reduce a sólo seis de ellos. A pesar de todo, son bastantes los pozos y, en algunos casos, interesantes las posibilidades de echar a tierra un salmón atlántico.

Es indiscutible que Asturias se sitúa a la cabeza en cuanto a ranking de potencial salmonero se refiere. No obstante, Galicia disfrutó en otro tiempo no muy lejano de su época dorada salmonera con cifras de capturas muy positivas, ornamentadas con salmones de considerable porte. Si volvemos la vista atrás y pensamos que en el año 1975 en el río Miño fueron precintados 301 salmones, o que en el año 1980 el occidental río Eo se anotaba 1.222 ejemplares mientras el Ulla guiaba 543, no podremos evitar echarnos las manos a la cabeza. Resulta evidente que, aunque las poblaciones salmoneras en los últimos años muestran un claro repunte en Galicia -al menos si trazamos una comparativa con la desastrosa década de los años 90-debemos apretarnos el cinturón, pues no está la cosa precisamente para echar cohetes.

El primero de mayo marcó la esperada fecha del salmonero gallego, la cita con las aguas que rubrica el arranque de la temporada. Se levanta la veda y con ella se materializa la incertidumbre de si habrá o no entradas de plateados en los ríos.

Quisiera hacer la misma pregunta que hace unos pocos días formulaba a unos amigos en alegre tertulia salmonera: ¿resulta fácil ser pescador de salmón en Galicia? Es evidente que los tiempos han cambiado convirtiendo la palabra progreso, para con los ríos y el medio natural, en sinónimo de regresión. Por si fuera poco, hoy somos menos para pescar menos, y antes pescaban mas y eran mas pescadores y esto es sabido por todos.

Galicia viene pidiendo tramos libres salmoneros desde hace algunos años, pero no nos confundamos: Galicia no pide más salmones, sólo pide más opciones de pesca que las que procuran los sorteos públicos concediendo un par de permisos al año, pues no es de recibo que al aficionado gallego se le conozca por andar prácticamente en las orillas asturianas.

Resultaría una incoherencia reclamar “más”, alegando o esgrimiendo tradición y cultura salmonera, si el principal protagonista de dicha cultura se tambalea. La Galicia pescadora es consciente de la regresión de uno de sus bienes piscícolas más preciados. De todos es sabido que la falta de peces no es culpa de los pescadores. Habría que mirar hacia las minicentrales, contaminación de los pueblos y ciudades, contaminación de las industrias, y la ingente cantidad de redes puestas en las desembocaduras de los ríos. Esta es la realidad y es por ello que se solicitan zonas libres, que haya mas vigilancia, (no a los pescadores) y progresivamente ir aumentando los cupos de capturas de cada río, logrando de este modo un aprovechamiento sostenible.

En definitiva, contaminación, centrales y minicentrales, furtivismo descontrolado y actuando a sus anchas, agotamiento de las reservas en el mar, degradación del hábitat y cierto abandono en su momento por parte de los que se podrían suponer responsables, han sido sin duda los motivos que han conducido al rey del río a la deplorable situación que ha atravesado la especie en los últimos años.

En la citada década de los años 90 se incluyó al salmón en el Plan de Recuperación de Ríos de Galicia, con nueve capturaderos de apoyo que procurarían salmones para los Centros ictiogénicos de Ribeira de Piquín (Lugo) y Carballedo (Pontevedra), donde serían desovados artificialmente para complementar los desoves naturales, bien plantando huevos embrionados por los diferentes ríos salmoneros de Galicia o bien produciendo alevines para posteriores repoblaciones. En buena medida fruto de las repoblaciones efectuadas, el Salmo salar milagrosamente vuelve a hacer acto de presencia en las aguas de la tierra de las meigas.

Fue a partir del año 2001, cuando de nuevo y en forma de picada, resurgió la esperanza de una Galicia salmonera. Ulla, Mandeo y Masma consiguieron sus cupos establecidos en unos pocos días. El Eo alcanzó la cifra de 135 salmones (19 en los lotes de Abres, 68 en los de San Tirso y 48 en los de A Pontenova) y el Miño, aunque de forma testimonial con una única captura, dejó atrás sus años consecutivos sin sumar. Los ríos gallegos volvían a romper las mansas aguas de sus pozos con salmones frescos cebándose en las olvidadas posturas de antaño.

Río Eo
Sus hermosas y cautivadoras aguas resultan al final de cada temporada las más prolíficas de los ríos salmoneros gallegos. Cuenta con los dos lotes de A Pontenova, tres de San Tirso y seis de Abres, compartidos con Asturias. Además, dispone de una pequeña zona libre gestionada también por el Principado, en la que se encuentra ubicado el centro de precintaje de reo y salmón que tramita los peces de ambas comunidades.

En este breve deambular salmonero únicamente nos centraremos en los cotos gestionados íntegramente por Galicia: lotes 1 y 2 de Salmeán, con centro de precintaje específico situado en el lugar localizado en el lote 2, donde además podemos adquirir en el día y mediante sorteo previo algunos de los permisos sobrantes de los distintos periodos ordinarios. También los lotes 1, 2 y 3 de A Pontenova, con centro de precintaje en A Xesteira, donde encontraremos la citada zona libre que podremos disfrutar únicamente estando en posesión de licencia expedida por el Principado de Asturias.

Los lotes de Salmeán son de una belleza espectacular. Después de varios años vedados para salmón, vuelven a ser pescables sujetos a un cupo anual que permite diez capturas. Son lotes aconsejables para pescar con la temporada un poco avanzada, puesto que son los situados a mayor distancia del mar. Si el clima es el apropiado de cada mes o estación (algo a lo que nos estamos desacostumbrando) lo ideal sería pescarlos a partir de la segunda mitad del mes de junio. El mejor de ellos, sin lugar a dudas, es el lote 1, siendo sus pozos más prolíficos los llamados Pozo da Cruz y O Ron. El 2, para salmón, no resulta demasiado aconsejable; en todo caso para reo y trucha.

En el lote 1 de Salmeán, de abajo hacia arriba encontraremos el Pozo da Cruz, Pozo de Pepe das Cadelas, Prao do Colaceiro y Pozo de Ron. Todos válidos para cebo, mosca y cucharilla. El lote 2 dispone únicamente de un par de posturas salmoneras. La primera de ellas la encontraremos por debajo del Centro de Precintaje, y es conocido por el mismo nombre. La segunda postura está situada un poco por encima del puente de la carretera. Tomaremos como referencia unas grandes rocas que sobresalen hacia el medio del pozo.

 

Lote 2 del coto de Salmeán, del río Eo



En A Pontenova, las posibilidades de encorvar la caña son muy superiores a las de los pozos descritos anteriormente. Sus tres lotes gallegos son aconsejables desde principios de mayo, dependiendo por supuesto del estado de agua en el que se encuentre el río.

El Lote 1 de A Pontenova dispone de dos posturas: La Marmolería y La Escombrera. Ambos pozos resultan excelentes varadas de cebo, y muy válidos para la mosca y la cucharilla. Para aprovecharlo, deberíamos pescar además las cabeceras y pocetas previas a estos pozos, así como sus faldas. No estaría de más cambiar de orilla en caso de que el nivel del río ofrezca posibilidad de parada a los salmones en lugares menos marcados.

El lote 2 resulta un auténtico lujo para el pescador de cebo. Sus pozos más reconocidos son Caramocho, Hervello, O Tirín y A Penouta. O Tirín guarda muchos salmones a finales de temporada y en su cabecera, así como en el pozo de su límite superior (A Penouta), podremos pescar fácilmente a salmón visto. La mosca y la cucharilla pueden resultar también buenas armas para este lote. Aun así, la mejor opción la encontraremos en la caña de diez metros, procurando no asomarnos demasiado en las posturas si el caudal del río resulta escaso.

El lote 3 es el más aconsejado para pescadores poco iniciados, pues además de contar con gran número de buenas posturas de cebo y mosca, prácticamente todo el coto es válido para emplear la cucharilla. Es el más extenso de los tres lotes y sus pozos más reconocidos, comenzando por su límite inferior son: Corriente do Cairo, El Fernandín, Penedo, Fonte de Vides, O Gato, Raizón, Chalanas y Corriente Saldoira. Lo mejor sin lugar a dudas son los pozos Fonte Vides y O Gato. Para tarde, doblado ya el mes de junio, El Raizón es varada de visita obligada, pues suelen aposturar bien los salmones en esta época.

Lote 2 del coto de A Pontenova, en el río Eo

Río Ulla
Es el más caudaloso de los ríos salmoneros de la comunidad gallega, amén del Miño. En la actualidad, este cauce de 132 km de recorrido es el que más posibilidades ofrece de prender salmón dentro de los ríos íntegramente gallegos. Recientemente, la belleza de sus aguas se ha visto vejada con dos nuevas presas por debajo de la ya existente de Portodemouros. Por tanto, los desembalses de agua condicionan y dificultan sobremanera la pesca en este mítico cauce, así como los desoves de las especies.

En el río Ulla existen en la actualidad tres cotos salmoneros: Sinde, Couso (situados entre los Ayuntamientos de A Estrada y Teo) y Ximonde (situado entre los Ayuntamientos de A Estrada y Vedra).

En el coto de Sinde, el más próximo al mar, desde su límite inferior aguas arriba encontraremos los pozos de O Fontao, Pedra Panadeira, O Estreito, A Playa, O Pociño, A Cañota y O Carballo. Siendo el más inmediato al mar y puesto que el grueso de salmones no se detiene demasiado tiempo en sus aguas, está tremendamente condicionado a las mareas. Cuando estas son vivas y hay entrada, ahí estarán en pocas horas los salmones. Puesto que es un coto que ofrece escasas posibilidades para pescar a pez visto, aconsejaría, tanto para el cebo, como para la mosca y la cucharilla, pescarlo todo.

Algunas de sus mejores varadas son O Estreito para cebo por ambas márgenes (aunque bien es cierto que con las cañas actuales de 10 y 11 metros solucionaríamos prácticamente todo el pozo por la orilla de la margen derecha); La playa, excelente para mosca y cebo, y válida para cucharilla por ambas márgenes; O Pociño, muy adecuado para pescar a cebo, mosca y cucharilla por la margen derecha; y A Cañota y O Carballo, ya en el límite superior del coto, resultando excelentes lances para la cucharilla.

 

Coto de Sinde, en el río Ulla

El coto de Couso fue el favorito de los salmoneros gallegos hasta hace unos pocos años. La construcción de la escala salmonera en la parte superior de la presa dio al traste con las expectativas de temporadas anteriores, ya que en la zona inmediata a ésta quedó una zona nivelada por debajo de la propia escala, lugar por donde suben los salmones convirtiendo la obra en innecesaria y dejando el acotado prácticamente inservible, puesto que los peces ya no se detienen en él.

Aguas arriba desde su límite inferior encontraremos los pozos de Lampreeiro, muy adecuado para pescar a cebo por la margen izquierda; Pedra de Fernández, excelente varada de cebo por la margen derecha; As Mimosas, bueno para cebo, mosca y cucharilla por la margen izquierda; Salto do Can, pozo prácticamente en desuso para la pesca del salmón por sus continuos cambios como consecuencia de las crecidas; Lazareto, excelente pozo de cebo, muy apto también para mosca y cucharilla por la margen derecha; A Croeira, excelente pozo para mosca y cucharilla por la margen derecha, y para cebo por la izquierda; Trobadoiro, buena varada de cebo y mosca (dependiendo del caudal), que pescaremos por la margen izquierda; y Purgatorio, límite superior del coto, ya a pie de presa y con buenas prestaciones para la pesca con cucharilla.

 

Coto de Couso, río Ulla

El coto de Ximonde, aguas arriba de Couso, estuvo vedado durante años, luego pasó a la categoría de “sin muerte” y ahora es la panacea salmonera del río Ulla. Dispone de escala y un capturadero, estación que comenzó su andadura el año 1993.

De abajo hacia arriba encontraremos los pozos de Cubelas, límite inferior del coto, sin posturas demasiado marcadas pero con posibilidades de emplear cebo, mosca o cucharilla, preferentemente por la margen derecha; Cañota, pequeño islote al que accederemos desde la orilla izquierda y en el que podremos tirar preferentemente a cebo; Puesto de Louzao, bueno para cucharilla y válido para cebo a pez visto con caudal de verano que permita adentrarnos en el río; A Xunta y Venezuela, pozo de grandes dimensiones que guarda el grueso de salmones de final de temporada, válido para cucharilla y punto de encuentro de los ríos Ulla y Liñares; y O Bote, pozo de eficacia constatada a cucharilla, y excelente lance de mosca, si dominamos el spey o lance a la ribereña, pues en este momento la vegetación de ribera y la profundidad de su orilla no nos permitirá pescarlo con mosca de otro modo. Se pesca por la margen izquierda (unos veinticinco años atrás, los ribereños habían construido una especie de pantalán desde el que se pescaba a mosca obteniendo muy buenos resultados). También se encuentran los de Reboredo o Corriente Fuerte; ideales para cebo por la orilla izquierda e igualmente válidos para mosca y cucharilla; Puesto Roto, válido para cebo, mosca y cucharilla por la margen izquierda; y Penedo Redondo o Pedra de Ramiro, pozo del límite superior que resulta una ideal postura para la modalidad de cebo a la fila. Es también pescable a mosca y cucharilla, igualmente por la margen izquierda. Aguas arriba de este pozo quedan excelentes lances como Cuartel General, Poio Largo, Puesto de Mosca y O Trillo, que se han ido vedando con los años, al parecer, por resultar pozos de gran eficacia.

El cupo en este río es de treinta y cinco salmones en la temporada, teniendo en cuenta que cuando se pesquen veinticinco se cerrará el coto de Ximonde y permanecerán abiertos los otros dos hasta completar los diez restantes.

 

Coto de Ximonde en el río Ulla

Río Masma
Dispone de tres cotos salmoneros, los Lotes 1, 2 y 3 de Celeiro, situados en las proximidades de Vilanova de Lourenzá (Lugo). El más solicitado es el Lote 3, seguido del Lote 1. El número 2 también aporta capturas, y a decir de los ribereños, en él también se detienen los salmones. Sencillamente, es un coto de difícil acceso en el que localizar un salmón resulta más complicado, disponiendo además de algunos pozos que sólo ofrecen posibilidades de pesca por una de sus orillas. Todos los pozos de los diferentes lotes son excelentes para pescar a cebo, y aun siendo un río de pequeño tamaño, resultan válidos para la cucharilla y la mosca.

En el Lote 1, aguas arriba desde su límite inferior encontraremos los pozos de Souto Redondo, Fervenza, Rascón, Chao dos Cadrelos, Caneiro, A Barca, Soutorodeiro, Boimorto, Volta da Veiga y Pozo da Ponte. Sus mejores pozos, dependiendo siempre del estado y del caudal del río, son Boimorto y Caneiro.

En el Lote 2, desde abajo hacia arriba nos encontraremos con los pozos de Louseira, Silva de Arriba, Silva de Abaixo, Traba do Vento, Pereiriño, Capitán, Río Cobo y Ambas Maos. Tradicionalmente su mejor pozo hasta la fecha ha sido Ambas Maos.

En el Lote 3, comenzado por su limite inferior podremos pescar de Pividal, Barrosa, A Fonte, Pozo de Rexa, O Beque, Pocín, Mirador y Pozo de Carlos. Llegados a esta altura del coto encontraremos una presa en la que veremos señalizados 100 metros de río vedado. Superada esta zona, encontraremos los pozos de Loureiriño y Presa Vella. Los mejores de este lote, a decir de las excelentes gentes ribereñas de este mítico cauce, podrían ser Pozo de Carlos y Pividal.

El cupo anual esta temporada 2012 está establecido en quince salmones de los que ya han salido a estas alturas dos.

 

Lote 1 del coto de Celeiro, río Masma

Río Lérez
El Lérez nace en La sierra de O Candan (Pontevedra) y tiempo atrás fue uno de los grandes ríos salmoneros gallegos. Está situado a poca distancia de la cautivadora ciudad de Pontevedra, saliendo de ésta en dirección Ourense. Dispone desde el año 1997 de una estación de captura (Bora) ubicada cincuenta metros por encima del límite superior del coto de Monteporreiro. Su fondo arenoso, con graveras y abundante canto rodado, lo convierte en el más similar a los vecinos ríos asturianos.

Su único coto salmonero es el de Monteporreiro. Después de muchos años de veda salmonera, en el año 2003 se habilitó de nuevo, cumpliendo sus cupos de capturas establecidos. Cinco salmones los primeros años, siete más adelante, quince los siguientes y en la actualidad solo ocho. Sus pozos más importantes son: Cola do Cabalo, Estreito, A Pateira, Rodabouxo, Sadornil y Manco. Todos ellos válidos para cebo, mosca y cucharilla, pescándose preferentemente por la margen izquierda.

 

Coto de Monteporreiro, en el río Lérez

 

Río Mandeo
Este río dispone de un único coto salmonero situado a pocos kilómetros de la ciudad de Betanzos. En el coto de Chelo el total de su longitud ostenta más de 10 km de río decorado con abedules, sauces, robles y alisos que conforman un bosque de ribera de espectacular belleza. Enclavada en el límite superior del coto de Chelo encontraremos la zona conocida como O Inferniño. El límite inferior lo delimita la desembocadura del río Meizoso.

Como sucede en tantos otros ríos, la pesca en este coto está condicionada por las sueltas de agua de las centrales, en este caso la de Mandeo-Zarzo. Sin embargo, por turbinar a través de la propia edificación de la central, recibiendo el agua de una canalización inmediata que proviene de un afluente y de un desvío del propio río Mandeo, esta no dispone de presa que interrumpa el ascenso de los salmones. De este modo, los peces continúan su camino hasta O Inferniño, siendo esta zona el límite natural de remonte de especies anádromas. Las sueltas de agua son bastante bruscas y además pueden repetirse varias veces a lo largo de la jornada, motivo que convierte algunos tramos en especialmente peligrosos. Desde el límite inferior hasta la salida de la central encontraremos los pozos de Felpete, La Carga, Lestal, Chelo, Insua, A Moura, Lamas, Ponte Caída, Pena da Cabra y Longarela. Todos ellos con posibilidades para el cebo, la mosca y la cucharilla.

Una vez llegados a la salida de agua de la central, río arriba encontraremos los pozos que presumen las mejores varadas salmoneras: Galiñeiro, Mosteirón, Cal dos Arados, Caneiro Grande, Caneiro Pequeno, Sielas e Inferniño, este último ya en el límite superior. O Inferniño está formado por una sucesión de pozos que termina, como señalábamos líneas atrás, en una zona rocosa de imposible remonte para las especies. De todos los pozos comentados, el más prolífico y de mayor aceptación entre los pescadores de salmón es El Mosteirón.

El cupo actual es de cinco salmones. En esta temporada ya se han sacado cuatro el primer día.



Coto de Betanzos, río Mandeo



Río Miño
Otrora testigo de grandes pescatas con descomunales salmones en su histórico de capturas, hoy debe de conformarse con algún ejemplar despistado, privado además de su ascenso aguas arriba de la presa de Frieira. Los escasos desoves que se producen en sus aguas sufren los continuos cambios de caudal provocados por el embalse. En el año 1991 Portugal proyectó una serie de medidas, como clasificación de aguas y gestión de cuencas fluviales, protección de zonas de freza y recursos que facilitaran el ascenso de las especies piscícolas, que finalmente no fueron puestas en práctica. En el año 2004 se instaló a pie de presa un teleférico por donde se suponía subirían los salmones, que tampoco dio los resultados esperados.

Dispone de un único coto salmonero, el coto de Frieira, en el Ayuntamiento de Pedrenda (Ourense). Desde que se vedó la zona inmediata a la presa, este coto vive únicamente de un par de posturas en las que en los últimos años se ha completado el cupo de cinco salmones de que dispone el coto desde hace varios años.

Coto de Freiria en el río Miño. Véase el teleférico de transporte de salmón en primer plano

Sobre el teleférico del salmón, una de las mayores barbaridades hechas en relación al salmón, escribiremos en los próximos días.