La amnistía fiscal diseñada por el Gobierno permitirá que quienes quieran regularizar -o lavar- dinero negro puedan hacerlo, ya que según se recoge en el borrador de la orden ministerial que regulará dicha amnistía, podrán realizarlo abriendo una cuenta bancaria y depositándolo en ella antes de presentar la declaración tributaria especial, cuyo plazo expira el 30 de noviembre.
Por el dinero en efectivo que se regularice se abonará al fisco el 10 %, con el compromiso expreso de Hacienda de que sobre la cuantía ingresada «no serán exigibles sanciones, intereses ni recargos». Además, la declaración especial tendrá «carácter reservado»; es decir, que no trascenderá la identidad de quienes salden sus deudas tributarias, a salvo de posteriores acciones de la inspección por dicho motivo.
La inclusión del dinero en metálico en la amnistía fiscal es la novedad que introduce la orden ministerial -que previsiblemente se aprobará la próxima semana-, puesto que el decreto ley del 30 de marzo especificaba que solo serían susceptibles de regularizar las cuentas y los bienes cuyo origen y titularidad pudiera acreditarse antes del 31 de diciembre del 2010.
Pero ahora Hacienda abre aún más la mano y recoge que para aflorar efectivo solo será necesario depositarlo en una cuenta bancaria, sin necesidad de acreditar su origen, por lo que posibilitará el lavado del dinero defraudado durante todo el período en vigor de la amnistía, que expira el 30 de noviembre. Esta nueva medida es un termómetro de la desesperada situación de las arcas públicas, que cerraron el 2011 con un déficit solo una décima por debajo del 9 % del PIB.
La condición que establece el borrador de la orden ministerial, que Hacienda ha colgado en su página web, es que la cuenta en la que se ingrese el efectivo sea en un banco español, europeo o de un Estado integrante del espacio económico europeo. Quedan excluidas las entidades en paraísos fiscales o de nula tributación.
En cualquier caso, dado que no es el documento definitivo hasta su aprobación, la normativa final podría sufrir modificaciones e incluir limitaciones adicionales al afloramiento de dinero negro.
En el texto, Hacienda recuerda que la amnistía afecta a lo defraudado en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), en el impuesto de sociedades o en el IRPF de los no residentes, por lo que quedan excluidas otras figuras tributarias susceptibles de fraude, como el IVA, sucesiones o patrimonio.
La previsión del Gobierno era conseguir aflorar 25.000 millones de euros, de los que el 10 %, -2.500 millones-, irían a las arcas públicas. En cualquier caso, ni los expertos ni Bruselas tienen confianza en el éxito recaudatorio de la medida, que han aplicado otros países del entorno, como Italia, Francia, Portugal o el Reino Unido.
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