domingo, 8 de febrero de 2015

Galicia recurre a la selección genética para lograr berberecho resistente a la bacteria






Los científicos y biólogos gallegos han presentado un proyecto pionero mediante el que realizar una selección genética del berberecho. Se trata de encontrar individuos resistentes a la enfermedad que ha aniquilado casi por completo a dicha especie en la ría de Arousa y va camino de hacerlo también en Pontevedra y Vigo.

Antonio Villalba, uno de los miembros del Centro de Investigaciones Marinas (CIMA) que actualmente estudia la incidencia de la Marteiliosis en el berberecho gallego, presenta esta nueva iniciativa científica como "un proyecto que tenemos garantías de que van a ser financiado para seguir conociendo distintos aspectos de la epidemiología y buscar marcadores moleculares de resistencia, es decir, proteínas, genes u otros marcadores que indiquen qué berberechos pueden ser resistentes a la enfermedad".

Si esto se logra se desarrollarán programas de selección "más eficaces que los programas clásicos, que se basan exclusivamente en seleccionar individuos que han sobrevivido a la enfermedad".

Es una apuesta arriesgada, y sobre todo un plan que llevará tiempo, pero los científicos insisten en que ahora mismo "la única vía que vemos para minimizar los efectos de la Marteilia es con estirpes resistentes de berberecho, bien porque nacen de manera natural, fruto de la selección de la especie, o bien con programas de mejora genética para obtener estirpes resistentes en laboratorio, siguiendo procedimientos de mejora animal".

Para ello el CIMA colabora con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). "Y ya tenemos varias líneas abiertas buscando flancos débiles con los que atacar a la enfermedad", resalta Villalba, sabedor de que, en cualquier caso, la selección genética de los berberechos más fuertes es una solución a medio y largo plazo.

"Puede ocurrir que tengamos suerte y entre en juego la selección natural, de tal forma que empiecen a nacer berberechos resistentes -reflexiona-; si esto sucede y hay berberechos que por si solos consigan sobrevivir la población puede recuperarse con esos organismos tolerantes o resistentes, pero en cualquier caso también queremos buscar esta vía en laboratorio, con programas rigurosos que nos permitan seleccionar genéticamente ese bivalvo resistente a la Marteilia y usarlo para repoblar los bancos".

Para lograr en laboratorio algo parecido a la selección natural que permite resistir a los ejemplares mejor dotados, el CIMA implica a los equipos de Patología, de Recursos Marinos -que se ocupa de analizar la dinámica de las poblaciones de las distintas especies- y de Acuicultura, que es el que pone a punto la tecnología de reproducción del berberecho en criadero, para poder producir la semilla necesaria.

"Ese es el primer ladrillo para iniciar un programa de selección de estirpes resistente, es decir, seleccionar los reproductores adecuados y poder sembrar los bancos marisqueros", manifiesta este biólogo de la plantilla del CIMA.

Y en relación con la selección genética perseguida apunta que "el berberecho birollo ocupa las mismas zonas que el berberecho común, y sin embargo no se ve afectado, de ahí que la investigación también trate de encontrar las bases moleculares que determinen por qué uno es infectado y muere mientras que el otro resiste a la infección".

Son, como puede verse, diferentes líneas de trabajo con un objetivo común, "y obviamente vamos a tardar en conseguir resultados que permitan luchar de manera definitiva contra la enfermedad, pero tenemos que hacerlo y trabajamos contrarreloj".

Paralelamente, los investigadores gallegos mantienen el programa de vigilancia que les permitió constatar inmediatamente que la enfermedad se había extendido desde Arousa a Pontevedra y Vigo, válido igualmente para determinar si también alcanza la ría de Noia, que sigue "limpia".

"Hacemos muestreos continuos", destaca Antonio Villalba antes de explicar que "en el CIMA también estamos colaborando estrechamente con el Intecmar (Instituto para el Control del Medio Marino) porque tiene una red de muestreos en todo el litoral gallego que resulta fundamental". En definitiva, que "estamos trabajando con todos aquellos equipos y centros que nos pueden aportar recursos que nosotros no tenemos".

Y lo mismo opina Edgar No Couto, un biólogo de 37 años que también investiga los ataques de Marteiliosis al berberecho y ratifica todo lo apuntado por Villalba, haciendo hincapié en que "cada cohorte nueva de berberecho que aparece está parasitada y ninguna de esas generaciones ha sobrevivido a este protozoo que afecta al tubo digestivo del berberecho y le impide alimentarse convenientemente, por lo que acaba muriéndose de inanición".

Antonio Villalba: ´Es un parásito muy específico que de ningún modo afecta a los humanos´
-El berberecho se muere. ¿La situación es tan grave como parece?

-Si. La ría de Arousa está completamente afectada por la Marteilia Cochillia y hemos detectado también su presencia, el año pasado, en las rías de Pontevedra y Vigo. Es un parásito que ha provocado mortandades masivas, tal y como sospechábamos, porque se trata de una enfermedad letal. Para seguir de cerca a esta especie de Marteilia en concreto trabajamos en varias líneas. Una de ellas se centra en el ciclo de vida del parásito. Estamos viendo si ataca directamente al berberecho o parasita a otro transmisor de la enfermedad. Tenemos indicios sólidos de ello, y esto es una complicación para luchar contra la enfermedad, pues que el parásito se encuentre exclusivamente en un bivalvo al que le cuesta desplazarse, como es el berberecho, no es lo mismo que si parasita a una especie móvil del zooplancton, porque ésta se puede mover y recorrer largas distancias con las corrientes. Así es más complejo luchar contra esta enfermedad. Incluso hemos introducido lotes sanos de berberecho de otras rías en varias áreas afectadas, para ver si se infecta y cómo evoluciona la enfermedad, y los resultados son desalentadores, porque se infectan rápidamente y mueren, lo cual impide cualquier estrategia de repoblación, salvo que fuera con berberechos resistentes o inmunes a la enfermedad, es decir, seleccionados genéticamente. Otra cuestión muy importante y que también juega en contra del sector y del berberecho es que esta enfermedad afecta tanto a juveniles como a los adultos, de manera que cuando hay una nueva cohorte de reclutamiento se infecta y mueren desde muy jóvenes, como ha ocurrido en los bancos de Os Lombos do Ulla (Arousa), donde detectamos parásitos en febrero de 2012 y vimos que en mayo de aquel año el 100% de los berberechos estaban infectados; en junio la mortalidad ya era total. Cuando hubo una nuevo reclutamiento, ese mismo año, gracias a las puestas de otras zonas de la ría, se infectaron rápidamente y en 2013 ya no hubo tampoco berberecho que explotar porque la nueva cohorte estaba muerta. En 2014 volvimos a detectar una nueva generación de berberecho que también murió rápido.

-¿Y cómo afecta todo esto a la salud pública? ¿Hay algún riesgo en caso de consumo de berberecho enfermo?

-En absoluto. No hay ni el mínimo riesgo. La Marteilia es una parásito tan específico que del berberecho común y ni siquiera afecta a otros moluscos que viven con él; como tampoco a una especie del mismo género, como el berberecho birollo. Es un parásito muy específico y de ningún modo puede afectar a los humanos, por lo que se puede comer berberecho incluso estando infectado.




Fuente: Faro de Vigo

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