El mejillón
gallego en fresco desaparecerá temporalmente del mercado. La virulencia del
episodio tóxico que azota a las rías gallegas obligó ayer al Intecmar a
decretar el cierre del último polígono que quedaba abierto a la extracción: el
Vilagarcía A.
Las bateas
de esta zona permanecían abiertas desde el pasado 2 de octubre y hasta ayer
parecía inmune a las dos mareas rojas consecutivas que han llegado a las rías
gallegas, la primera cargada de toxina ASP y a continuación, sin dar tiempo
siquiera a la amnésica a retroceder, tomaron el relevo las células lipofílicas
(diarreicas).
Aún ha
entrado en escena la tercera variedad de toxina: la paralizante. Es esta la que
mantiene cerrados los dos polígonos de batea que hay en Sada. Y hay casos, como
en Noia, en el que el producto de las bateas da niveles superiores a los
permitidos tanto de toxina ASP como de lipofílicas.
Con todo,
los productores minimizan la importancia de un episodio tóxico que se ha
producido en un momento en el que el mejillón que hay en las bateas todavía no
alcanza el tamaño comercial y lo más probable es que cuando esté apto para
salir al mercado ya haya desaparecido la marea roja.
Fuente: La
Voz de Galicia
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