«Un cebo de
sardina y las primeras olas del comienzo de la subida de la mar». Estos fueron,
sin secretos, los únicos trucos que necesitó el langreano afincado en Gijón
Carlos Martínez García para hacerse con el trofeo más especial en varias
décadas de afición a la pesca. Y es que en la madrugada del viernes al sábado,
bajo la luna y desde el muelle de la ría de Niembro, en el concejo llanisco,
este empresario de 68 años se hacía con una lubina de siete kilos.
«La vi,
junto a la pareja, pues la marea estaba empezando a subir y las lubinas entran
con poca agua», relataba ayer a este diario. Reconoció que la tarea de sacar al
pez de la ría no fue sencilla, aunque finalmente lo consiguió sin más ayuda que
su pericia. «La tuve que ir llevando por la rampa hasta que la pude coger con
la mano», indicó. En casa, apuntó entre risas, no podían creerse la captura,
que ya guardan a buen recaudo en el congelador, a la espera de una reunión
familiar para dar buena cuenta de ella. «Tuve suerte. Esto es así, cuando menos
te lo esperas, suena la flauta», apostilló.
Fuente: elcomercio.es
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