Usuarios del transporte público entre O Val Miñor y Vigo tienen que ir de pie en los autobuses mientras que la empresa plantea la supresión de servicios. Los autocares que cubren la línea entre Baiona y Vigo que atraviesan la parroquia de Panxón tienen un numero de pasajeros mayor al de asientos. El autobús ya se llena antes de abandonar la parroquia de Panxón. Los pasajeros que se suben en Patos, muchos de ellos bañistas, se ven obligados a viajar de pie después de pagar el billete del autobús.
Esta situación ha provocado una oleada de quejas de muchas personas que piden a la empresa concesionaria un trato digno y que la dirección xeral de Mobilidade tome cartas en el asunto. «Parecemos sardinas en conserva, y somos personas», comenta Nuria, una usuaria habitual del transporte pública. Teresa, otra vecina de Baiona que se desplaza a diario a Vigo para trabajar, recabó firmas hace unos años para pedir un servicio de transporte digno y nuevamente vuelve a impulsar una campaña para que los usuarios demanden a la Xunta que no tolere una disminución de la calidad del servicio. La masificación de los autobuses de ATSA a su paso por Nigrán obedece a que desde esta semana pasan menos autocares por el centro del municipio y a un cambio de ruta impuesto por el gobierno municipal. La prohibición de subir a la carretera de la vía desde la iglesia parroquial hace que la ruta sea más larga por Panxón, dado que los autobuses deben salir a la carretera general por el cruce de Patos.
Por otro lado, los recortes que han comenzado a aplicarse en el tramo entre Gondomar y Vigo hace que pasen por el centro de Nigrán menos autobuses.
Los usuarios se ven obligados a bajar andando hasta Panxón para poder coger el autobús. La falta de plazas hace que muchos viajeros tengan que resignarse a hacer parte del recorrido de pie, a pesar de que los autobuses que se emplean no están concebidos para ello. Los buses urbanos poseen plataformas amplias para que los pasajeros puedan estar de pie, con agarraderas donde poder sujetarse en caso de frenazos. Los autobuses de la flota de ATSA son los que se emplean en viajes de largo recorrido y no han sido diseñados para que los usuarios permanezcan de pie durante los trayectos.
Con el mes de septiembre ha vuelto la polémica sobre las carencias del transporte público en O Val Miñor. La Xunta de Galicia ha iniciado una investigación después de que la empresa concesionaria ATSA eliminara desde esta semana la mitad de las frecuencias en la línea que une Gondomar y Vigo.
Los autocares parten ahora de Gondomar a las siete de la mañana, a las ocho, las diez, las doce, las dos de la tarde, las cuatro, las seis y las ocho. Desde Vigo, lo hacen a las ocho de la mañana, a las nueve, las once, la una, las tres de la tarde, las cinco, las siete y las nueve de la noche. Los sábados habrá tres expediciones desde la villa condal y cuatro desde la ciudad olívica, mientras que los domingos y festivos serán dos los viajes desde cada extremo de la línea.
La Dirección Xeral de Mobilidade sostiene que la empresa tomó la decisión de forma unilateral y advirtió de las posibles consecuencias. Un inspector de la administración valora la situación de cara a la presentación de un expediente sancionador. La empresa presentó a principios de este año una propuesta de reestructuración de líneas, pero aún no ha sido aprobado.
Ante esta situación, los vecinos están dispuestos a movilizarse en defensa del transporte público.
Vecinos de Gondomar han convocado a las ocho y media de la tarde de hoy, 7 de Septiembre, una asamblea ciudadana en el centro neural, junto a la estación de autobuses, para debatir las medidas que llevarán a cabo para hacer oír su malestar por la decisión unilateral de la empresa ATSA de modificar a la baja los horarios de los autobuses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario