Las aguas frías de estos últimos días, la falta de mar de fondo y la luna llena se aliaron en contra del sector de la centolla que ayer abrió la veda con escasas capturas, aunque con precios altos. La campaña empezó en las provincias de Pontevedra y de A Coruña, mientras que en Lugo será el 1 de diciembre.
El precio máximo alcanzado en Cangas fue de 18,10 euros el kilo y de 18,25, en Bueu, por encima de los 13 del año pasado.
Verdaderamente las capturas fueron escasas en comparación también con la apertura de la campaña del año pasado cuando en Cangas se subastaron 500 kilos de centolla y en Bueu 700. Ayer fue bastante menos de la mitad. Los 200 kilos de centolla de Cangas se fueron vendiendo a 13,90; 9,20; 8,20; 7,10 y un pequeño lote a 6 euros el kilo.
En la lonja de Vigo, la subasta empezará hoy. El patrón mayor de la Cofradía de Vigo, Julio Alonso, asegura que ellos solo tienen 2 ó 3 barcos que se dedican a la centolla y que la subasta la realizan en Canido, en donde ayer hubo solo un ejemplar.
La flota buenense vio refrendada ayer las malas perspectivas con las que afrontaba el inicio de la campaña de la centolla. "El precio de 18,25 euros es bueno, el problema es que con eso no es suficiente con tan pocas capturas", contaba ayer uno de los veteranos en este oficio, Jaime Otero del "Nuevo Veracruz". El precio mínimo fue de 6 euros y el medio se mantuvo en los 14.
La veintena de barcos de Bueu que ayer salieron al mar regresaron a puerto con apenas 200 kilos de crustáceo y la mayoría no cubrió "ni de lejos" los topes máximos de capturas permitidos, 35 kilos por barco y otros 35 por cada tripulante enrolado a bordo.
La flota de O Grove y Cambados inició ayer la campaña de la centolla marcada por la escasez de marisco y unos precios relativamente altos. En la lonja grovense, por ejemplo, se subastaron poco más de 1.000 kilos, cuando el primer día de 2012 se habían superado los 2.500. Y hubo barcos de Cambados que regresaron a tierra con apenas 15 kilos de centolla, cuando el tope de capturas para una embarcación de tres tripulantes era de 140. En esta última localidad se pescaron algo menos de 500 kilos, frente a los 900 del primer día de campaña en 2012.
En el sector atribuyen este pésimo arranque de la campaña a varios factores, como el frío, los vientos del norte o la luna llena, que hace que la centolla no abandone tan fácilmente sus escondrijos. "Las mareas vivas tampoco ayudan para capturar esta especie", sostiene el patrón mayor de O Grove, Gerardo García. "Hoy (por ayer) no hubo mucha cantidad, pero esperamos que la situación mejore en cuanto cambien las condiciones meteorológicas", añade.
El primer mío en O Grove fue por 16,50 euros el kilo, y los últimos lotes se sirvieron a poco más de seis euros. En el caso de Cambados el marisco de mejor calidad se vendió por 16,40 euros el kilo en el caso de las hembras y 11,50 euros en el de los machos (frente a los poco más de 11 euros de máximo de las hembras en 2012) y las pujas bajaron posteriormente hasta los 6,75 euros el kilo. Pero aún así, la mayor parte de los marineros se mostraban decepcionados, al entender que los buenos precios no compensan unas capturas tan escasas. Y aunque algunos pescadores lo relacionan con las condiciones meteorológicas actuales, otros temen que se trate de "un ciclo del mar" y que por lo tanto toda la campaña recién estrenada se caracterice por la escasez.
En Cambados, el vicepatrón mayor, Francisco Miser apunta que "el comentario general de la flota es que fue un primer día malísimo, peor que el primer día de los peores años".
Así las cosas, muy pocos barcos lograron hacer el tope de capturas en la ría de Arousa. Entre Cambados y O Grove salieron a pescar centolla sobre medio centenar de embarcaciones, y en total descargaron menos de 1.500 kilos, lo que significa menos del 45 por ciento del comienzo de la extracción el año pasado.
En Cangas, Óscar Costas, de 42 años, lleva once dedicado a la centolla y a la pesca de bajura. Horas antes de la subasta confiaba en que la centolla de este primer día se pudiera vender, por lo menos entre 14-15 euros el kilo. El reto no sólo se consiguió, si no que se superó, si bien es cierto que no todos los lotes se vendieron a 18,10 que fue el precio máximo que marcó la lonja de Cangas.
"La centolla quiere mar de fondo y que no haya luna", asegura el cangués Óscar Costas, patrón del "Sempre Pepita" nada más tocar puerto, alrededor de la una de la tarde, para descargar los cestos de centolla para la subasta de las cuatro. El domingo echó los miños en la zona de Subrido, en Cabo Home, y al término de la jornada de ayer se quejaba de la poca cantidad de centolla, presagiada, es cierto, por el sector que días antes ya ojea los bancos. Verdaderamente las capturas fueron escasas en comparación también con la apertura de la campaña del año pasado cuando en Cangas se subastaron 500 kilos de centolla y en Bueu 700. Ayer fue bastante menos de la mitad. En la lonja de Vigo, la subasta empezará hoy. las cooperativas de Moaña Cíes Artesanais y Mar Morrazo, escindidas de la cofradía moañesa, venden en esta lonja, aunque a través de vendedurías. El patrón mayor de la Cofradía de Vigo, Julio Alonso, asegura que ellos solo tienen 2-3 barcos que se dedican a la centolla y que la subasta la realizan en Canido, en donde ayer hubo solo un ejemplar.
En Cangas, Óscar Costas, de 42 años, lleva once dedicado a la centolla y a la pesca de bajura, en la que se enroló después de quince como auxiliar de cocina y cocinero en barcos de altura "Cuando nos echaron del Banco Canario compré el barco". Reconoce que la bajura tiene de bueno que puede estar todos los días en su casa, antes las campañas eran muy largas, pero dice que se gana mucho menos y sobre todo ahora con una crisis económica que empieza a ser larga: "Vamos aguantando, pero ¡cuidado! Estoy soltero y sin hijos, que si llego a tener familia..., esto no da". Horas antes de la subasta confiaba en que la centolla de este primer día se pudiera vender, por lo menos entre 14-15 euros el kilo. El reto no sólo se consiguió, si no que se superó, si bien es cierto que no todos los lotes se vendieron a 18,10 que fue el precio máximo que marcó la lonja de Cangas. La subasta, en la que se combinaba la venta de centolla y de pescado del día, comenzó con una veintena de compradores, mando electrónico en mano.
"¡Maite, leña! le decía una compradora a la encargada de dirigir la subasta para que comenzara. El precio arrancó con 30 euros y fue bajando de 10 en 10 céntimos hasta que en 18,10 se produjo la primera parada. La realizó el comprador Alberto Lagoa, propietario de un puesto de venta en la Plaza de Abastos de Cangas. Esta parada le dio el privilegio de elegir, desde su experiencia, los mejores ejemplares que ojeó, de caja en caja, levantando la tapa del cacho de las hembras y de los machos, en busca de la preciada vena blanca.
Alberto Lagoa se llevó entre 40-50 kilos en esta primera parada, aunque también volvió a comprar cuando el precio bajó a 13,20. El comprador de la empresa viguesa "Marisquea", Andrés Ferreira, fue el segundo que pujó más alto por el preciado crustáceo. Se llevó los lotes a 14,70 euros el kilo: "Es buena época, aunque no hay como otros años y el precio es caro. Nos va a costar venderla", aseguraba.
Los 200 kilos de centolla de Cangas se fueron vendiendo a 13,90; 9,20; 8,20; 7,10 y un pequeño lote a 6 euros el kilo.
El primer día de la apertura de la veda es motivo de encuentro también para viejos lobos de mar como Jesús Broullón Ruibal, ya jubilado y considerado como uno de los grandes "centoleiros" del puerto de Cangas. Para él los mejores bancos están en A Ferrería como él denomina al mar frente a Bouzas. Antes de que los barcos descargaran todo, ya decía que iba a haber pocas capturas por la luna, que hace efecto en zonas de poca profundidad, y porque no hay mar de fondo.
La sabiduría popular rara vez se equivoca y ayer más de un marinero recordaba en el puerto de Bueu ese dicho que dice algo así como que con viento del norte y luna llena en el cielo es mejor quedarse en cama. La flota buenense vio refrendada ayer las malas perspectivas con las que afrontaba el inicio de la campaña de la centolla. "El precio de 18,25 euros es bueno, el problema es que con eso no es suficiente con tan pocas capturas", contaba ayer uno de los veteranos en este oficio, Jaime Otero del "Nuevo Veracruz". El precio mínimo fue de 6 euros y el medio se mantuvo en los 14.
La veintena de barcos de Bueu que ayer salieron al mar regresaron a puerto con apenas 200 kilos de crustáceo y la mayoría no cubrió "ni de lejos" los topes máximos de capturas permitidos, 35 kilos por barco y otros 35 por cada tripulante enrolado a bordo. "No me extraña que muchos mañana (por hoy) cambien de arte y vuelvan al percebe", comentaba ayer Alfredo Budiño, uno de los primeros en regresar a puerto "con un par de capachos" de centolla. Otro de los veteranos es José Otero Patiño "Patuco", que reconocía que "a nadie le extraña este inicio, era previsible porque el mar está muy manso, hay viento del norte y luna llena. Pero ya hubo otros años en los que la cosa no empezó bien y luego hubo centolla en cantidad".
La subasta en la lonja de Bueu volvió a concitar una gran interés y un año más el primero en parar la "rula" fue Fernando, de Mariscos y Pescados Ángeles Cruz Germade. "Lo primero que hay que ver es el color, que sea rojo intenso porque si la centolla está pálida ya no me paro. Después hay que presionar un poco el pecho, que no debe ceder, y comprobar el color de la vena, que debe ser rosado o anaranjado. Si es negra tampoco vale la pena", comentaba ayer durante la subasta en Bueu.
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