miércoles, 23 de noviembre de 2011

El minibús eléctrico infringe las señales de tráfico en pleno centro de Vigo


El minibús de Vitrasa en el momento de hacer la maniobra irregular en la calle Elduayen

El minibús eléctrico, rescatado recientemente por el gobierno local tras la presión ejercida por la oposición, infringe la legalidad con total impunidad y ante las miradas incrédulas de los ciudadanos. Debido a esto, en más de una ocasión ha estado a punto de llevarse algun vehículo por delante, pese a la pericia del conductor, quien no hace más que cumplir órdenes.

Los hechos tienen lugar en la céntrica calle Elduayen, a escasos metros de la Porta do Sol. A ese vial se incorpora el minibús desde la rúa Sombrereiros y en lugar de girar a la derecha hacia el paseo de Alfonso XII, como obligan las señales, atraviesa la línea continua para cruzar al otro lado de la calzada y acceder por Abeleira Menéndez hacia el Concello.

El chófer del vehículo ya ha recibido advertencias de otros conductores por el peligro que representa e incluso ha sido alertada la Policía Local, pero el gobierno municipal no ha adoptado ninguna medida. Es más, la infracción otros vehículos particulares copian la infracción al comprobar que para el minibús no existen impedimentos de ninguna clase. Una señal de ceda el paso colocada en la esquina de Sombrereiros con Elduayen ha sido girada y puesta de cara a la pared para que no se vea.

La infracción ha indignado a más de un vecino del Casco Vello, al ver cómo ellos tienen que apencar con todas las consecuencias, mientras que el vehículo de una concesionaria municipal y, por tanto, del que es responsable último el Concello, campa a sus anchas. Máxime cuando la solución se encuentra a pocos metros, ya que el minibús podría dirigirse hacia la rotonda del Paseo de Alfonso XII.

Si bien la línea continua ha permanecido durante muchos años en esta zona de la calle Elduayen, durante una temporada fue cambiada por trazos discontinuos, lo que permitía girar a la izquierda. Tras la humanización, recuperó la señalización inicial.

La recuperación del minibús eléctrico llevó consigo cambios sustanciales en el recorrido y también en la frecuencia, que pasó de 25 a 40 minutos, lo que le ha convertido en un autobús urbano más de Vitrasa.

La eliminación de las calles del entorno de la Alameda del itinerario se compensó con la incorporación de otras nuevas, como Torrecedeira, Hispanidade y la zona media del monte de O Castro. El precio es el mismo que el del resto de autobuses de la flota de Vitrasa y como en estos, también se puede acceder con la tarjeta verde genérica, así como con el resto que son utilizadas por pensionistas y estudiantes.

Uno de los motivos alegados en su día para su retirada era la escasez de usuarios. Aunque la puesta en marcha de este servicio iba destinada en un principio a los vecinos del Casco Vello y, sobre todo, a las personas de más edad, la mayor afluencia de usuarios procede habitualmente de los cruceros que atracan en la estación marítima, al menos en la primera etapa.

De hecho, uno de los momentos más atractivos para los turistas que se suben al vehículo es el recorrido por la rúa Real. Lo estrecho del vial hace que el conductor se vea obligado a esquivar algunos balcones y batientes de las puertas, lo que se convierte en una auténtica peripecia aclamada en cada momento con los correspondientes ohhhh! y con algún que otro aplauso.


Isaac Lago denunció

Isaac Lago es uno de los afectados por la infracción del minibús eléctrico. A punto estuvo de tener un disgusto cuando la semana pasada circulaba por la calle Elduayen. «Casi chocamos, por poco me lleva por delante», comenta sin dar crédito a lo que pasa. Dio parte de los hechos a la policía local, que le recomendó poner una denuncia por registro en el Concello, tal como hizo. Tanto para él como para el resto de los vecinos la solución es bien fácil: o cambian el recorrido o las señales.

La maniobra en cuestión resulta muy peligrosa al encontrarse en plena curva y al tratarse casi del kilómetro cero de la ciudad por donde pasan cantidad de vehículos. Residentes del Casco Vello comentan que de no adoptarse medidas por parte del Concello, trasladarán la denuncia a otras instancias hasta que les hagan caso. Sospechan que se está esperando a que ocurra algo serio, para poner remedio.

El Reglamento General de Circulación es estricto. Efectuar un cambio del sentido de la marcha en un lugar prohibido está considerado una infracción grave y se pena con una multa de 200 euros y la retirada de tres puntos del permiso de conducir. En minibús eléctrico del Casco Vello realiza esta maniobra 17 veces cada día.

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