viernes, 4 de noviembre de 2011

Una mala unión de dos redes de agua causó el vertido de Begonte



Un baipás que conectaba la red de aguas pluviales con la de residuales fue la causa del vertido que se descubrió a primeras horas de la tarde de ayer en las cercanías del parque empresarial de Begonte y que motivó un dispositivo cuyos resultados parecían haberse logrado a primeras horas de la noche.

Lo que se encontró en un primer momento fue una mancha cuyo origen estaba en esa inesperada comunicación entre las dos redes de agua. El alcalde, José Ulla, explicó por la tarde que en primer lugar se había levantado la tierra en la zona en la que aparecía la sustancia sospechosa relacionada con el vertido. De inmediato se llevaron a cabo trabajos encaminados a taponar ese baipás, cuestión que parecía zanjada, dijo, al cabo de pocas horas. Por otro lado, se trabajó para formar barreras contra la contaminación, encaminadas a conseguir que el vertido acabase llegando al cercano curso del río Ladra, afluente del Miño.

Ese propósito parecía conseguido pasadas las siete y media de la tarde, de acuerdo con las informaciones facilitadas por el alcalde. El vertido llegó a cerca del LIC Parga-Ladra-Támoga, pero no a la zona de su ámbito de protección.

Lo que anoche quedaba aún por concretar era la sustancia que formaba el vertido. Personal de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil se desplazó a la zona para tomar muestras, y aunque solo los análisis determinarán el contenido exacto, parecía descartarse que se tratase de algún combustible. Lo que podría admitirse en una primera impresión, dijo Ulla, era que se tratase de algún producto de limpieza.

En cualquier caso, la imagen ofrecida por el aspecto blanquecino de la mancha, que además apareció en un día de precipitaciones que incluso fueron moderadas en algunos momentos, suscitó una alarma que de inmediato motivó el dispositivo encaminado a contrarrestar sus efectos.

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