La polémica vuelve a estar servida, después de que
aparecieran más cuerdas de mejillón cortadas -arrojadas al fondo del mar- en la
ría de Arousa. La situación no es nueva, como tampoco las acusaciones del
concejal delegado de Mar en el Concello de Vilanova, José Portas, quien culpa
directamente de estos hechos a "algunos trueleiros", es decir, los
marineros que con el arte conocida como truel se encaraman al emparrillado de
los viveros flotantes para capturar camarón.
Las acusaciones del concejal contra dicho colectivo han
tenido inmediata respuesta en la cofradías de pescadores de A Illa, donde los
trueleiros tienen una presencia destacada.
Su patrón mayor, Juan José Rial Millán, se muestra indignado
con las imputaciones del edil vilanovés y anuncia que desde el cabildo lo
denunciarán en los juzgados por "calumniar" al colectivo que se
dedica al camarón.
"Desde la cofradía de A Illa vamos a tomar medidas
contra este concejal de Vilanova por acusar a los trueleiros, pues nosotros lo
que estamos haciendo es trabajar tranquila y honestamente, sin meternos con
nadie", asegura el representante del pósito isleño.
Y no solo eso, sino que argumenta que "quizás los que
cortan las cuerdas a los bateeiros sean los enemigos que tiene su propio
sector; lo que sucede es que en lugar de culparse entre ellos prefieren atacar
a los más débiles, que en este caso son los trueleiros".
Juan José Rial Millán termina advirtiendo a José Portas:
"Que se dé por aludido porque vamos a llegar hasta donde haga falta por
habernos atacado de esta forma".
Lo que hizo ayer el concejal conservador de Vilanova fue
indicar que otro productor de su municipio ha visto cómo le cortaron cinco
cuerdas de reparqueo, es decir, cargadas de sacos de mejillón a la espera de
ser comercializado.
El titular de esa concesión constató el sabotaje y lo
denunció ante la Guardia Civil para, posteriormente, con ayuda de un buzo,
comprobar que las cuerdas que habían sido cortadas estaban depositadas en el
lecho marino.
"No es la primera vez que sucede, y la verdad es que ya
estamos cansados de este proceder", indica José Portas, quien además
advierte de que "el cansancio y el enfado de los bateeiros es tan
importante que un día va a ocurrir una desgracia".
Este edil, que precisamente se dedica a la actividad
mejillonera, indica que los servicios de vigilancia contratados para,
precisamente, evitar este tipo de sabotajes en las bateas, han constatado un
aumento de la actividad "delictiva", por lo que es frecuente que los
productores lleguen a sus viveros flotantes "y se encuentren con que les
han cortado dos, cuatro o seis cuerdas".
Argumenta que "esto suele pasar en las bateas done
tenemos prohibido el acceso, por tratarse de una propiedad privada", lo
que quiere decir que "cuando cortan las cuerdas lo que hacen es tomar
represalias por nuestra oposición a a que las usen para pescar el camarón,
dando que con esta práctica causan un daño enorme".
Tras explicar que "los sabotajes no son responsabilidad
de todos los trueleiros, ya que en ese colectivo hay gente honrada y
trabajadora", el concejal de Vilanova explica que "se trata de un
grupo que no acepta que le impidamos el acceso a las bateas, y todos sabemos
quiénes son". Añade que "hay que poner fin a estos actos vandálicos
cuanto antes" y sostiene que los "guardapescas" han podido
comprobar y denunciar "la presencia de trueleiros en bateas donde no está
permitido el acceso".
También sostiene que "algunas veces, cuando llegamos a
la batea y vemos a los trueleiros, basta con advertirlos y se van sin más, pero
hay algunos que se enfadan y nos amenazan, por eso creo que la opinión pública
debe conocer este tipo de situaciones".
Fuente: Faro de Vigo
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