Jorge García Duarte es el secretario de la Federación Galega
de Pesca e Casting. Este apasionado de los ríos autóctonos y natural de Santa
Comba, está detrás del gran trabajo para que Galicia acoja este verano, el
Galicia 2016 World Youth Fly Fishing Championship, o lo que es lo mismo, el
Campeonato del Mundo de pesca a mosca (sin muerte) de jóvenes, una competición
que por primera vez se celebra en España. Será en pleno verano, del 8 al 14 de
agosto, y dividido en siete sectores y, con cincuenta equipos, en un elenco de
250 personas pertenecientes a quince países. «Sen dúbida que nos vai colocar no
mapa», a nivel de pesca deportiva, dice Jorge, para quien el evento es una
magnífica oportunidad «de proxectar os nosos recursos naturais ao exterior». De
hecho, subraya que cuando la delegación de la Federación Internacional de Pesca
a mosca inspeccionó los ríos que van a ser escenario de la competición «o que
máis lle chamou a atención foi a variedade dos cauces fluviais», afirma.
El río Xallas tendrá dos sectores. El de Ponte Olveira, en
Dumbría, y el de Santa Comba, donde se celebrarán los entrenamientos oficiales
el día 8 de agosto. El resto de sectores son: el río Eume (Ombre); el Mandeo
(Aranga); Anllóns (Coristanco); el embalse de Vilasenín (Ordes), y el río Ulla.
«A meirande parte dos recursos e proxectos encamiñados ao turismo van dirixidos
a presentar Galicia como un territorio acolledor e atractivo para os
visitantes, de aí que o papel dos nosos espazos e recursos naturais sexa vital
nesta teima», destaca Jorge García. A poco más de dos semanas de que se levante
el telón a la temporada piscícola en Galicia, Jorge destaca algunas novedades
para los aficionados a la pesca fluvial. La primera es la prohibición de la
pesca a bordo de embarcaciones en los embalses, lo que no prohíbe el uso de
embarcaciones en los ríos, ni tampoco del popular pato o flotador, desde los
cuales sí se podrá ejercer la práctica deportiva. La segunda y quizás, la más
polémica, es que se regula la modalidad de pesca conocida como varal, con
vistas a evitar las grandes «pescadas» en los riachuelos. El varal, en la que
mediante una vara se posa un cebo en el agua, la longitud del tramo vertical
del sedal deberá ser mayor que la mitad de la longitud de la caña. «Trátase de
axustar o longo do varal ao ancho dos ríos, xa que é complicado executar a
norma, si ben os principais problemas e queixas proceden de ríos da zona de
Ourense».
García Duarte habla también a las claras de la tremenda
afección que sobre la población de truchas están teniendo las colonias de
cormoranes que pasan el invierno en los embalses gallegos. Asegura que por
tratarse de aves migratorias «non hai estudios sobre o dano que causan á
troita, pero en coutos como o de Santa Comba temos estatísticas que indican que
o nivel de capturas descendeu un 40 % desde o ano 2010 que foi cando se abriu o
couto, e os dous últimos anos foron os perores con diferenza», subraya. Sobre
la recuperación piscícola indica que en aquellas zonas con tramos de pesca sin
muerte está comprobado que «as troitas van a máis», aunque en la comunidad
cueste hacerse a la idea de su práctica.
La temporada de pesca fluvial en Galicia comienza el domingo
20 de marzo y se extenderá hasta el 31 de julio, con el consiguiente retraso al
1 de mayo para los tramos fluviales de salmón y reo, al igual que en las
cabeceras de ríos de montaña. La normativa impide usar más de una caña por
persona, así como huevas de peces o ejemplares vivos, muertos o troceados como
cebo. Pueden usarse cualquier otro engaño natural, además de las moscas o peces
artificiales y cualquier tipo de cucharilla. En las capturas se establecen diez
truchas que no deben medir menos de 19 centímetros y, en el caso del reo, cinco
por pescador con un tamaño mínimo no inferior a 35 centímetros.
Fuente: La Voz de Galicia
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