sábado, 25 de junio de 2016

Asturias: Los pescadores pedirán al Principado acotar los periodos de veda del erizo






«Lógica, pero drástica». Así ven los pescadores asturianos la decisión del Gobierno regional de vedar la pesca de oriciu de forma indefinida para hacer frente al agotamiento de recursos que se viene constatando desde hace años. La decisión, según señaló ayer la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, «no es definitiva, sino que supone el inicio de un trámite sujeto a diálogo con los sectores interesados». Precisó, no obstante, que «los últimos informes científicos acerca del estado del oriciu revelan una desaparición progresiva de los bancos explotables de este recurso, y ponen de relieve la necesidad de adoptar una veda permanente en la extracción del mismo». Recordó, asimismo, que «la consejería actúa de manera responsable con esta especie con medidas como el establecimiento en 2013 de una veda de ocho meses para intentar la recuperación o la realización de programas de cría en cautividad y repoblación por parte del Centro de Experimentación Pesquera». La medida, agregó, «lejos de ser improvisada, está basada no solamente en el consejo científico sino en diversas reuniones y encuentros con el sector profesional y recreativo, en los que todos manifestaron la necesidad de la adopción de medidas ante el preocupante estado de la especie».

Algo que confirmó la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias por boca de su presidente, Dimas García. «Hace tiempo que sabemos que el recurso está muy mal, así que nos reunimos y hablamos de la necesidad de tomar medidas, pero esto nos parece demasiado drástico. Presentaremos alegaciones a la propuesta del Principado, pues apostamos más por una veda de duración determinada, de unos tres o cuatro años, tras los cuales habrá que realizar un estudio para saber si hay que prolongar la prohibición o si se puede levantar», explicó a EL COMERCIO.

De la misma opinión es Jairo García, pescador profesional de oricios. «Me crié entre ellos y la verdad es que da pena comprobar lo arrasado que está todo. Zonas que antaño tenían grandes espesores de estos animales, hoy están peladas, se nota el cambio a simple vista de un año para otro», señaló. Por este motivo se mostró partidario de la veda y reconoció que le parece «muy fuerte» que los pescadores recreativos critiquen la medida. «No se puede meter a todos en el mismo saco, pero yo que estoy a diario en la mar, veo a muchos que no respetan ni el peso ni la talla», aseveró.

También se manifestaron a favor de restringir la pesca en la Cofradía del Oriciu. «Eso sí, siempre que se trabaje para repoblar la especie. La idea es que vuelva a haber tanta cantidad como antiguamente, cuando se pescaban en la playa sin necesidad de arriesgar la vida», señaló el presidente de la cofradía, Alberto Fernández. El efecto para el consumidor, agregó, será mínimo. «No lo vamos a notar porque en la actualidad entre un 80% y un 90% de lo que consumimos viene de fuera de la región, de forma que esto no es el acabose, sino un punto y seguido muy necesario», apostilló.

Una apreciación, esta última, que corroboraron tanto el gerente de la empresa conservera Agromar, Armando Barrio, como el comercializador gallego de oricios Jesús Pedreira. «A nosotros no nos afectará la veda porque el oriciu que usamos viene de Galicia. De lo de aquí apenas se vende nada, pues es casi todo pesca recreativa», indicó Barrio.

«Me parece una medida correcta, y no porque me vaya a beneficiar, que no creo que note ningún cambio, sino porque hay que pensar en el futuro de la profesión. Los pescadores deben entender que esto se hace por su bien», manifestó Pedreira, quien instó a fijarse en la forma de proceder de la comunidad vecina. «Las zonas de cría siempre se respetan y los propios pescadores son quienes imponen las vedas cuando un recurso peligra», explicó



Fuente: El Comercio

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