La Xunta ordenó la colocación de una barrera flotante anticontaminación, para controlar el vertido de gasoil a la ría |
Un nuevo vertido de hidrocarburo a la ría, en esta ocasión de unos 2.000 litros de gasoil, obligó el pasado miércoles a la Xunta a cerrar el arenal al marisqueo. El derrame contaminante, procedente de la gasolinera de O Seixo, en Perillo, también obligó al Gobierno autónomo, a paralizar la comercialización de la totalidad del marisco extraído el miércoles en los arenales, y que ahora se encuentra almacenado en las depuradoras.
Su venta podrá realizarse cuando los análisis demuestren que el molusco no está afectado por el carburante.
Este nuevo delito ecológico tuvo lugar el pasado lunes, según fuentes próximas a la investigación. Si bien, no fue hasta el miércoles cuando el Servizo de Gardacostas detectó irisaciones en la ría. El derrame se debió al sobrellenado de un decantador de la gasolinera, «por un despiste de la empresa que está realizando las obras en la estación de servicio, que dejaron algo desconectado», indicó su propietario. Y las intensas lluvias llevaron el gasoil hasta la ría.
La Xunta ordenó la colocación de barreras anticontaminación, aunque ayer ya dio por controlado el vertido.
De la misma forma se pronunció Repsol, e indicó que «el gasoil no penetró en la arena. Es un carburante ligero y fue muy poca cantidad».
Por su parte, los mariscadores lamentaron «este novo atentado ecolóxico». Y piden a las administraciones «que arranxen de unha vez por todas os problemas da ría», subrayaron.
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