viernes, 27 de enero de 2012

Jaén perderá 2,4 millones al año por la ley contra peces exóticos

Pescadores, en el río Borosa, dentro del Parque Natural de Cazorla

Cotos, clubes deportivos, competiciones, fábricas de piensos, piscifactorías, hoteles, restaurantes. Este es el espectro de 'damnificados' por el Real Decreto que el Gobierno de Zapatero en funciones aprobó para regular las especies piscícolas exóticas invasoras.

En cifras, su repercusión en la provincia supondrá la pérdida de 2,4 millones de euros al año.  

En el ojo de una recesión económica que promete recrudecerse, los sectores de la pesca deportiva y del turismo rural han visto amenazada su supervivencia a raíz del Real Decreto  1628/2011, que el Gobierno socialista en funciones aprobó el 14 de noviembre para regular el listado y el catálogo de especies exóticas invasoras. En el primero, aparecen la trucha arco iris y la carpa, y, en el segundo, la perca americana o black bass y el lucio. Especies que “alimentan” la afición pesquera en la provincia y cuya erradicación “no solo tiene consecuencias deportivas —señala el delegado provincial de la Federación Andaluza de Pesca, Sotero Torrecillas—, sino económicas”. Según datos del que fuera vicepresidente de la Federación Española de Pesca, Antonio López Iruela, Jaén puede perder alrededor de 2,4 millones de euros al año, y el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas sería su principal damnificado. La repercusión económica en él alcanzaría “los 1.632.000 euros anuales”.

Y es que, si bien la pesca deportiva gira, principalmente, en torno a estas especies, alrededor de esta afición también se ha instituido y consolidado todo un espectro de empresas, desde piscifactorías, a fábricas de pienso y recursos hosteleros que, ahora, ven peligrar su existencia. “Esto es una cadena que termina en el pescador, pero, antes, hay otros eslabones y el decreto pone en peligro miles de puestos de trabajo”, advierte López Iruela. “El turismo de pesca para nuestra provincia es un recurso tan importante como el cinegético”, apunta el presidente de la Asociación de Alojamientos de la provincia, José Ayala. Y para muestra, un botón. Un concurso nacional puede suponer la ocupación de entre “800 y 900 camas en un fin de semana”. “Con datos de 2009 y 2010, la repercusión de estas competiciones fue de alrededor del medio millón de euros en la provincia”, añade Ayala.

Pero hay todavía más. Según los contrarios a esta normativa, a los efectos deportivos y económicos se suman otros de carácter ecológico. Después de aclarar que la trucha arco iris está “tratada genéticamente para que no pueda reproducirse”, el presidente del club deportivo social Sevillana Jaén, Miguel Ángel Jaenes, destaca el “impacto” que supondrá la erradicación de la trucha arco iris. “Si se acaban las sueltas, las nutrias no tendrán alimento y, aparte, estas zonas no son viables para especies autóctonas, como la boga o el barbo, que necesitan agua muy limpia y oxigenada”. Precisamente, es en esta llaga donde el también colaborador de JAEN mete el dedo. “Estas especies llevan sesenta años o más introducidas y no ha habido problemas. Quizá, si se están perdiendo las autóctonas es por la calidad de las aguas”, dice. El sector mantiene reuniones, desde hace semanas, para intentar que el Gobierno modifique este Real Decreto antes del tercer domingo de marzo, que se abre la orden de vedas que regula la pesca deportiva de los salmónidos. Si no, anuncian medidas radicales.   

No obstante, frente a estos posicionamientos se alzan los de Ecologistas en Acción y los de la Asociación para la Conservación Piscícola y de los Ecosistemas acuáticos del Sur, cuyo presidente, Alejandro Ramos, manifiesta: “Ahora, recuperaremos muchas de las poblaciones de peces de nuestros ríos que estas prácticas nefastas que venía haciendo la Administración han extinguido o han puesto en grave riesgo”. Y concluye: “La recuperación de estas poblaciones y una pesca de calidad sí que puede ser un motor importante para el turismo de espacios protegidos y la pesca”.

La conocida empresa  familiar “Río Aguasmulas” del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, que tiene una historia de más de 30 años a sus espaldas, ya experimenta las consecuencias del Real Decreto por el que se regula el listado y catálogo español de especies exóticas invasoras. La firma trabajaba desde hace tres años con la Consejería de Medio Ambiente. Le proporcionaba truchas arco iris para la repoblación de cotos en los ríos. Esto —expone el propietario, Leo Moreno Aranda— les ha impedido atender a otro tipo de clientes. Pero, nada más comenzar el año y conocerse la nueva ley, que incluye a la trucha arco iris como especie exótica prohibida, la Junta le ha rescindido los contratos. “Esto nos ha causado un perjuicio muy grande, porque ahora es muy difícil recuperar a muchos de los clientes que teníamos antes”, apunta Moreno Aranda. Los contratos aprobados por la UE que financian la pesca se han suspendido y —añade el empresario—: “De la noche a la mañana, nos vemos atrapados por esta medida que consideramos injusta”.

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